Tenemos que hablar de lo nuestro

Lo ideal para la Casa Real es pasar inadvertida, que se nos olvide que est¨¢ ah¨ª, de otro modo nos preguntamos para qu¨¦ sirve -de hecho no sabemos qu¨¦ hacen buena parte del tiempo, nos enteramos luego por la prensa inglesa o los fiscales suizos- . Pero cada vez que pasa alguna cosa rara, y cada vez pasan m¨¢s, te da qu¨¦ pensar. No me refiero a la que se ha dado en llamar amiga del Rey em¨¦rito (con amigos as¨ª para qu¨¦ quieres un amante), aunque si damos por perdidos ...

Lo ideal para la Casa Real es pasar inadvertida, que se nos olvide que est¨¢ ah¨ª, de otro modo nos preguntamos para qu¨¦ sirve -de hecho no sabemos qu¨¦ hacen buena parte del tiempo, nos enteramos luego por la prensa inglesa o los fiscales suizos- . Pero cada vez que pasa alguna cosa rara, y cada vez pasan m¨¢s, te da qu¨¦ pensar. No me refiero a la que se ha dado en llamar amiga del Rey em¨¦rito (con amigos as¨ª para qu¨¦ quieres un amante), aunque si damos por perdidos los 65 millones que dice ella que le regal¨® para arreglar el futuro de sus hijos, al menos podr¨ªan contarnos c¨®mo les va, si ganan una medalla de nataci¨®n, si aprueban todas. Con semejante inversi¨®n como m¨ªnimo tienen que llegar a Nobel de Qu¨ªmica, pichichi de la liga o influencer, o ya lo m¨¢ximo, vivir sin hacer nada.

Ser hoy rey de Espa?a es un puesto extra?o, asociado a la simpat¨ªa. Est¨¢n obligados a ser simp¨¢ticos, les va el cargo en ello, y debe de ser una lata. A uno antip¨¢tico se le echar¨ªa sin miramientos, no tienes por qu¨¦ aguantarlo. Es raro, tanto para ellos como para nosotros, que estemos siempre como perdon¨¢ndoles la vida, haciendo que esta cosa anacr¨®nica nos parece normal y ellos temiendo un calent¨®n popular. Si fueran bajitos tampoco ser¨ªa lo mismo, as¨ª imponen m¨¢s: sobre todo la clave de nuestros reyes es que no parecen espa?oles. No por su origen extranjero, es que son percibidos como gente distinta, fuera de lo normal, en fin, que rey no puede ser cualquiera. Si Letizia hubiera sido rusa o hawaiana no la habr¨ªan machacado tanto, pero no le perdonan que sea espa?ola.

Que el monarca parezca alguien ajeno es importante. A ver c¨®mo lo explico, hay un miedo de fondo: ?por qu¨¦ nos parece que suprimir la monarqu¨ªa ser¨ªa como destapar la caja de los truenos y fu¨¦ramos a matarnos unos a otros? Al margen de que montar una rep¨²blica ser¨ªa un l¨ªo, quiz¨¢ se debe a algo que hemos sufrido intensamente estos meses: el horror a que precisamente cualquiera pueda ser jefe de Estado, y en concreto, alguien de otro partido, y encima que viva como un rey. Si ya con un Gobierno de izquierdas normalito se habla de golpe de Estado imaginen con un jefe de Estado de izquierdas. Por otro lado, supongo que es cuesti¨®n de tiempo que haya republicanos de derechas, como hubo toda la vida. Basta que se descubra el fil¨®n y entonces s¨ª que nos vamos a re¨ªr.

Mientras sigamos sin fiarnos los unos de los otros, los Reyes pueden estar tranquilos. Si tuvi¨¦ramos que elegir ahora un presidente de la rep¨²blica, ?a qui¨¦n pones, con este personal? Aqu¨ª no se estila el perfil dialogante y de consenso. Alguien super partes, por encima de las partes, nos es tan inimaginable que preferimos una figura de cuento. Claro, cuando hacen cosas tan castizas como llevarse la pasta se rompe el encanto. A m¨ª los actuales Reyes me caen bien, es un trabajo desagradecido, pero quiz¨¢ deber¨ªan cambiar algo para que no sea todo tan raro, en las relaciones extra?as es mejor hablar las cosas. Por ejemplo, ni recuerdo cu¨¢ndo escuch¨¦ el ¨²ltimo discurso de un rey sin bostezar, es una forma m¨¢s de incomunicaci¨®n. No queda bien decir que te vas de luna de miel a Cuenca y luego a escondidas pegarte la buena en las islas Fiji. Seg¨²n el diario The Telegraph, cinco noches por 33.000 d¨®lares, m¨¢s del sueldo anual de media Espa?a. Demagogia barata, se dir¨¢, pero es que cuanto m¨¢s caro es lo que se gastan, m¨¢s barata sale. Nada se ha desmentido o explicado de estas noticias, ni de nada, y que los reyes sean inviolables es una ventaja: ya que no les va a pasar nada, al menos que nos digan la verdad.