Un gen dormido
En una cena en 1976, Fraga le dijo a Felipe Gonz¨¢lez: ¡°Recuerde que yo soy el Poder y usted no es nada¡±.
Me he propuesto no hablar de Isabel D¨ªaz Ayuso, que en Madrid ya no se habla de otra cosa y hay hasta sesiones de vud¨². A ver si me sale. Me ir¨¦ lejos, cuando ella no hab¨ªa nacido (en 1978), ni Pablo Casado (1981), que es quien la ha puesto ah¨ª, ¨¦l sabr¨¢ por qu¨¦, los dem¨¢s a¨²n intentamos averiguarlo. En 1976, en una cena, Manuel Fraga, vicepresidente del Gobierno y ministro de Interior del gabinete formado por el rey Juan Carlos en los balbuceos de la Transici¨®n, convers¨® sin rodeos con Fel...
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Me he propuesto no hablar de Isabel D¨ªaz Ayuso, que en Madrid ya no se habla de otra cosa y hay hasta sesiones de vud¨². A ver si me sale. Me ir¨¦ lejos, cuando ella no hab¨ªa nacido (en 1978), ni Pablo Casado (1981), que es quien la ha puesto ah¨ª, ¨¦l sabr¨¢ por qu¨¦, los dem¨¢s a¨²n intentamos averiguarlo. En 1976, en una cena, Manuel Fraga, vicepresidente del Gobierno y ministro de Interior del gabinete formado por el rey Juan Carlos en los balbuceos de la Transici¨®n, convers¨® sin rodeos con Felipe Gonz¨¢lez. Le dijo que el PSOE no ser¨ªa legalizado hasta que pasaran ocho a?os, y los comunistas, nunca. Y concluy¨®: ¡°Recuerde que yo soy el Poder y usted no es nada¡±. Esto lo ha contado el historiador Paul Preston, referido por Gonz¨¢lez. Aunque es una frase breve, hay tres cosas interesantes: una, que Fraga cre¨ªa que el Estado era suyo; dos, negaba el derecho a existir al adversario pol¨ªtico; y tres, que el Poder se equivoc¨® en sus c¨¢lculos. Fraga pensaba que iba a mandar ¨¦l, que ser¨ªa el siguiente presidente del Gobierno, pero fue Su¨¢rez y las cosas fueron por otro lado. Tuvo que adaptarse.
El PSOE y el PCE se legalizaron en 1977. Tambi¨¦n Fraga hizo su partido, Alianza Popular, lleno de cargos franquistas, y acab¨® siendo padre de la Constituci¨®n. Aunque la mitad de AP no la apoy¨® en el Congreso. Votaron en contra cinco diputados de AP y uno de Euskadiko Ezkerra (EE), el partido de los poli-milis de ETA, unos proetarras. Otros ocho votaron a favor y tres se abstuvieron (con PNV y ERC, los que quieren romper Espa?a). Pero no reabramos viejas heridas, luego hicieron un esfuerzo por corregirse. Fraga, con AP, esperaba captar el llamado franquismo sociol¨®gico, la gente de derechas de Espa?a, la ¡°mayor¨ªa natural¡±. Contra natura, AP no pas¨® del 8% de los votos en 1977 y 1979. No obstante, con el fin de UCD, logr¨® ser el partido de la derecha en 1982. Pero sigui¨® sin ganar. AP se transform¨® en el Partido Popular en 1989, y aun as¨ª le llev¨® siete a?os vencer unas elecciones. Por el camino, como dijo un fugaz l¨ªder que tuvieron, Antonio Hern¨¢ndez Mancha, hab¨ªa que convencer a la gente de que no era un partido ¡°de carcas y de momias¡±. Eso fue posible con un viaje al centro y un l¨ªder, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y sobre todo por la corrupci¨®n galopante del PSOE. Para entonces, aquellas ideas de Fraga, que el poder era suyo y la negaci¨®n del adversario, parec¨ªan cosa del pasado. Ya ¨¦ramos todos muy modernos. Aznar, lo recuerdo agradecido, hasta quit¨® la mili.
Ahora bien, parece que era un gen dormido que salta una generaci¨®n y reaparece en la siguiente, como el de los gemelos. Y ah¨ª tenemos a Casado y D¨ªaz Ayuso (maldita sea, no lo he conseguido, ?c¨®mo he llegado hasta aqu¨ª?). Yo no s¨¦ en qu¨¦ mundo han vivido o qu¨¦ han o¨ªdo en casa estos chicos de ahora para tener esta emotiva conexi¨®n con aquella derecha de Fraga. Quiz¨¢ lo han o¨ªdo en el partido, o a Aznar en la intimidad. Vox, de hecho, sale del PP, estaban hartos de disimular que no eran tan de derechas. Lo cierto es que ya vivimos con normalidad en lo mismo: la negaci¨®n del rival pol¨ªtico, que no deber¨ªa estar ah¨ª, y a quien se le supone toda maldad, la taimada astucia del bolchevique, nada menos que un golpe de estado bolivariano, o una conspiraci¨®n para acabar con la Constituci¨®n. De momento a los ¨²nicos que han pillado conspirando, con la polic¨ªa patri¨®tica, es a los que ven conspiraciones por todas partes, del 11-M para ac¨¢. Ahora bien, con una epidemia montar una realidad paralela ya cuesta m¨¢s: en Madrid la gente de derechas de toda la vida despotrica como el que m¨¢s contra D¨ªaz Ayuso (nada, lo dejo).