Un poco de coherencia
No hay argumentos racionales que justifiquen la negativa del Gobierno a trasladar inmigrantes llegados a Canarias
La negativa del Gobierno a trasladar a la Pen¨ªnsula a los inmigrantes llegados a las islas Canarias en las ¨²ltimas semanas es dif¨ªcil de comprender, porque no hay argumentos racionales que la justifiquen. Es m¨¢s, se trata de una medida incoherente respecto a la posici¨®n que mantiene ese mismo Gobierno en la Uni¨®n Europea y que acaba de hacer expl¨ªcita en una carta dirigida a Angela Merkel, y firmada por Pedro S¨¢nchez. No es f¨¢cil explicar simult¨¢neam...
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La negativa del Gobierno a trasladar a la Pen¨ªnsula a los inmigrantes llegados a las islas Canarias en las ¨²ltimas semanas es dif¨ªcil de comprender, porque no hay argumentos racionales que la justifiquen. Es m¨¢s, se trata de una medida incoherente respecto a la posici¨®n que mantiene ese mismo Gobierno en la Uni¨®n Europea y que acaba de hacer expl¨ªcita en una carta dirigida a Angela Merkel, y firmada por Pedro S¨¢nchez. No es f¨¢cil explicar simult¨¢neamente que Espa?a, junto con Italia, Grecia y Malta, se niegue a aceptar el plan de migraci¨®n elaborado por Bruselas, entre otras cosas, porque considera injusto que la UE obligue a los inmigrantes irregulares a quedarse en el pa¨ªs de primera entrada y que, al mismo tiempo, aplique en Canarias, respecto al resto de Espa?a, exactamente la misma medida.
Uno de los problemas m¨¢s graves para analizar los fen¨®menos migratorios es el miedo que genera en muchos pol¨ªticos, de izquierdas o de derechas, su manipulaci¨®n por grupos extremistas y su efecto sobre las opiniones p¨²blicas. Pero precisamente ese efecto se produce porque las decisiones se adoptan para la galer¨ªa, con histeria y arrogancia, sin la menor consideraci¨®n por los datos y por los expertos.
No se comprende por qu¨¦ la llegada a las islas de unos 18.000 inmigrantes irregulares en lo que va de a?o ha provocado semejante conmoci¨®n. La turbaci¨®n no deber¨ªa proceder de esa cifra (perfectamente asimilable por un pa¨ªs de 45 millones de habitantes), sino de la manera en la que fueron tratadas esas personas por orden del Ministerio del Interior, sin el menor respeto a su dignidad y a sus derechos. No hab¨ªa, ni hay, raz¨®n alguna por la que esas personas no pudieran ser trasladadas a la Pen¨ªnsula, unas, las que est¨¦n a la espera de su repatriaci¨®n, alojadas en los centros que ya existen con esa funci¨®n, y otras, en libertad y en contacto con las ONG encargadas de proporcionarles los primeros socorros.
La decisi¨®n de mantenerlos confinados en el primer punto de llegada ha coincidido precisamente con uno de los momentos de menor presi¨®n migratoria en Espa?a desde hace a?os. La Fundaci¨®n porCausa ha explicado que cuatro de cada cinco inmigrantes irregulares entran en Espa?a v¨ªa los aeropuertos, procedentes de Am¨¦rica Latina, en concreto, de Colombia, Honduras y Venezuela. Solo el 9,2% de los inmigrantes irregulares que hay en Espa?a procede del continente africano (y de ellos, la mitad, de Marruecos). Es decir, que la radical disminuci¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo provocada por la pandemia ha hecho que la presi¨®n migratoria sobre Espa?a haya descendido este a?o exponencialmente.
La explicaci¨®n proporcionada por el Ministerio del Interior sobre la decisi¨®n de confinar en Canarias a los inmigrantes llegados desde septiembre es asombrosa por su falta de rigor: hay que evitar el efecto llamada. No existe semejante cosa: una y otra vez expertos de todo el mundo han demostrado con datos, estad¨ªsticas y todo tipo de estudios que los movimientos migratorios no se producen por ning¨²n efecto llamada, sino en todo caso por el efecto salida: guerras, sequ¨ªas¡ El ¨²nico efecto llamada conocido es que exista un mercado de trabajo dispuesto a contratar ilegalmente a personas que no disponen de los permisos administrativos necesarios. Es decir, en todo caso se evita antes la llegada de inmigrantes irregulares con un eficiente servicio de inspecci¨®n de trabajo que hacin¨¢ndolos como animales en muelles o sometiendo a Espa?a a un bloqueo naval, como propone Vox. (Afortunadamente, el jefe del Estado Mayor de la Armada record¨® que si un barco de guerra se encuentra con una patera cuyos ocupantes corren peligro tiene la obligaci¨®n legal y moral de rescatarlos y que ¡°eso es lo que har¨¢¡±). Quiz¨¢s sea tambi¨¦n el momento de recordar que en este pa¨ªs existe un ministro encargado de los movimientos migratorios. Se llama Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ y se supon¨ªa que ten¨ªa algo que decir estos d¨ªas. En su lugar han hablado, aliviando la verg¨¹enza de todos, los habitantes de ?rzola, en Lanzarote, que se echaron de noche al mar con la luz de sus m¨®viles intentando ayudar a los ocupantes de una patera naufragada.