Del Programa 2000 a la Agenda 2050
Espa?a es el tercer pa¨ªs de la UE con mayor desigualdad y el cuarto con mayor riesgo de pobreza
En el pasado, el proceso de modernizaci¨®n pod¨ªa ser una tarea dif¨ªcil, pero el camino parec¨ªa claro: bastaba con adoptar reformas y soluciones que ya se hab¨ªan aplicado con ¨¦xito en sociedades m¨¢s avanzadas. Hoy, en cambio, el camino que debemos recorrer en Espa?a no puede seguir mapas trazados de antemano¡±. Este p¨¢rrafo, aunque lo parezca, no pertenece a la Agenda 2050 presentada por el presidente de Gobierno, sino al Manifiesto del Programa 2000, elaborado a finales de la d¨¦cada de los ochenta y p...
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En el pasado, el proceso de modernizaci¨®n pod¨ªa ser una tarea dif¨ªcil, pero el camino parec¨ªa claro: bastaba con adoptar reformas y soluciones que ya se hab¨ªan aplicado con ¨¦xito en sociedades m¨¢s avanzadas. Hoy, en cambio, el camino que debemos recorrer en Espa?a no puede seguir mapas trazados de antemano¡±. Este p¨¢rrafo, aunque lo parezca, no pertenece a la Agenda 2050 presentada por el presidente de Gobierno, sino al Manifiesto del Programa 2000, elaborado a finales de la d¨¦cada de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado por otra generaci¨®n de intelectuales socialistas (entre los que figuraba un tal Manuel Castells).
Aquel otro esfuerzo de prospectiva se vio interrumpido por un ¡°cisne negro¡± que transform¨® de repente el escenario: la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y la autodestrucci¨®n del socialismo real. Un ¡°cisne negro¡± es un acontecimiento imprevisto que causa consecuencias tel¨²ricas en la realidad. El cambio de ruta que entonces anunciaba Willy Brandt en el pr¨®logo al Programa 2000 ocurri¨®, pero en otra direcci¨®n. El m¨ªtico socialista alem¨¢n hab¨ªa escrito: ¡°Un renombrado liberal anuncia el fin del siglo socialdem¨®crata porque la misi¨®n de la socialdemocracia, el asentamiento de la democracia y el Estado de bienestar, ya se ha cumplido en los pa¨ªses desarrollados¡±.
La Agenda 2050 contempla problemas estructurales, pero no est¨¢ exenta de ¡°cisnes negros¡± que la desv¨ªen de sus reflexiones (la invasi¨®n de Ceuta fue un ¡°cisne negro¡± en la coyuntura pol¨ªtica espa?ola, caracterizada por el sota, caballo y rey: pandemia y vacunaciones, recuperaci¨®n econ¨®mica y fondos europeos, y Catalu?a en sus diferentes escenarios).
Aunque tienen concomitancias (al fin y al cabo ambos son ejercicios de prospectiva), el Programa 2000 y la Agenda 2050 son muy diferentes. El primero se remit¨ªa al interior del socialismo: trataba de abrir un debate sobre el futuro de la sociedad espa?ola y sobre la estrategia del PSOE en el mismo, mientras que la Agenda 2050 ser¨¢ ¡°plural y apartidista¡±, en palabras de Pedro S¨¢nchez. La segunda diferencia es instrumental: las herramientas prospectivas son hoy mucho m¨¢s complejas, completas y poderosas que hace unas d¨¦cadas. Hoy, Alvin y Heidi Toffler ser¨ªan felices.
En las diferentes catas que se han hecho sobre un texto de 675 p¨¢ginas que conviene leer con detenimiento, los diferentes an¨¢lisis han escogido un terreno de juego. El coraz¨®n de la agenda de trabajo, el tronco del que salen las distintas ramas, es el de la productividad. Espa?a sigue teniendo hoy un nivel de productividad considerablemente inferior al de sus vecinos europeos. De ah¨ª arranca todo: se genera menos riqueza y menos oportunidades que en otras zonas de nuestro entorno, lo que explica algunos aspectos que se repiten en las conversaciones de la vida diaria: menores salarios que en otros pa¨ªses para las mismas tareas, jornadas laborales m¨¢s largas, baja competitividad de muchas de las empresas espa?olas, etc¨¦tera. En esa menor productividad tambi¨¦n se sostiene parte de la explicaci¨®n de que Espa?a siga siendo hoy lo que ya era hace tres d¨¦cadas: el tercer pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con mayor desigualdad de renta y el cuarto con mayor poblaci¨®n en riesgo de pobreza.
La prospecci¨®n hecha tiene etapas intermedias ya que habr¨¢ de confluir dentro de nueve a?os (2030) en la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (acabar con la pobreza, hambre cero, trabajo decente¡) alcanzados en el seno de las Naciones Unidas en 2015, que posiblemente tambi¨¦n habr¨¢ de ser objeto de actualizaci¨®n a la luz de las dos crisis superlativas que ha padecido el mundo desde el a?o 2008: la Gran Recesi¨®n y el Gran Confinamiento.
M¨¢s de cien expertos han participado durante m¨¢s de un a?o en este ejercicio de prospectiva. No deja de ser deprimente que, tan solo unas horas despu¨¦s de su presentaci¨®n y de conocerse su extenso contenido, la ¨²nica reacci¨®n del l¨ªder de la oposici¨®n, Pablo Casado, hiperb¨®lico cuando no corresponde como casi siempre, declarase sobre la Agenda 2050: ¡°No puede querer a Espa?a quien insulta a los espa?oles¡±.