Sociedades zombis
La pugna entre democracia y autocracia es hoy m¨¢s incierta que en el pasado inmediato
La autocracia est¨¢ en ascenso y la democracia en retroceso. Esta preocupante conclusi¨®n es la principal del informe que todos los a?os hace la organizaci¨®n no gubernamental Human Rights Watch (HRW) sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en el mundo. Lamentablemente, cada vez se discute menos sobre la calidad de la democracia y sus imperfecciones, y m¨¢s sobre su supervivencia. ¡°El desenlace de la pugna entre la autocracia y la democracia sigue siendo incierto¡±, sentencia el informe.
La multiplicaci¨®n de pr¨¢cticas ...
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La autocracia est¨¢ en ascenso y la democracia en retroceso. Esta preocupante conclusi¨®n es la principal del informe que todos los a?os hace la organizaci¨®n no gubernamental Human Rights Watch (HRW) sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en el mundo. Lamentablemente, cada vez se discute menos sobre la calidad de la democracia y sus imperfecciones, y m¨¢s sobre su supervivencia. ¡°El desenlace de la pugna entre la autocracia y la democracia sigue siendo incierto¡±, sentencia el informe.
La multiplicaci¨®n de pr¨¢cticas antiliberales (o aliberales), incluso directamente autoritarias, dentro de reg¨ªmenes nominalmente democr¨¢ticos es un recordatorio de lo que sucede ahora en muchas naciones; pa¨ªses que eligen por v¨ªas democr¨¢ticas a sus dirigentes y representantes pol¨ªticos, quienes con el paso del tiempo olvidan los derechos y libertades que las democracias deben garantizar.
Esta situaci¨®n de fragilidad se debe a dos tipos de razones: el crecimiento de las pr¨¢cticas autocr¨¢ticas en cualquier zona geogr¨¢fica, y la falta de eficacia de las democracias maduras para resolver los principales problemas de los ciudadanos. Entre las primeras est¨¢ la creciente represi¨®n sobre los disidentes (desde gigantes como China y la India hasta peque?os pa¨ªses como Nicaragua o El Salvador), los golpes militares (Myanmar, Sud¨¢n, Mal¨ª, Guinea¡), los traspasos de poder antidemocr¨¢ticos (T¨²nez, Chad¡) o los l¨ªderes con tendencias autocr¨¢ticas en democracias que llegaron a estar consolidadas o que a¨²n lo est¨¢n (el EE UU de Trump, Hungr¨ªa, Polonia, Brasil¡). Aut¨®cratas que conservan la apariencia de convocar elecciones, farsas electorales que les garantizan los resultados deseados pero que no les confieren la legitimidad que buscan al celebrar esos comicios (Daniel Ortega es el ¨²ltimo ejemplo).
Lo novedoso es que, crecientemente, los aut¨®cratas se benefician tambi¨¦n de los fallos de los l¨ªderes democr¨¢ticos, que en muchas ocasiones no responden a los desaf¨ªos complejos que tienen frente a ellos y que se enredan en batallas partidarias y en preocupaciones cortoplacistas. Esos l¨ªderes tendr¨¢n que hacer m¨¢s si no quieren sufrir derivas autoritarias en sus pa¨ªses. Por ejemplo, ante la emergencia clim¨¢tica, en donde se dan pasos muy limitados y siempre priman los intereses nacionales sobre los planetarios; frente a la pandemia de la covid, en la que m¨¢s all¨¢ de los esfuerzos internos de vacunaci¨®n se deja ejercer el laissez-faire a los ciudadanos (por la ausencia de pol¨ªticas p¨²blicas) y no se garantizan las vacunas en los pa¨ªses de menores recursos, con lo que no se arregla el problema dada la extrema movilidad del virus. En algunos casos se ha utilizado la covid para objetivos que poco tienen que ver con su superaci¨®n.
Otros territorios de ineficacia democr¨¢tica son los de la lucha contra la pobreza y la desigualdad, ya estructurales en el sistema, en la que se activan medidas protectoras que no llegan suficientemente a quienes debieran ser sus principales beneficiarios; o en el desarrollo de las tecnolog¨ªas digitales, en las que no se han conseguido detener las campa?as de difusi¨®n del odio y de desinformaci¨®n, o la invasi¨®n de la privacidad a trav¨¦s del capitalismo de vigilancia (los datos personales como modelo de negocio). Seg¨²n Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, el hecho de que la democracia sea el sistema de gobierno menos malo puede no bastar en coyunturas de des¨¢nimo generalizado ante la inoperancia para responder a los problemas. Esta ineficacia es la que provoca, en ¨²ltima instancia, la desafecci¨®n. Se ha reabierto un debate que parec¨ªa superado: los aut¨®cratas sostienen que obtienen mejores resultados tangibles que las democracias porque act¨²an con m¨¢s rapidez y sin los frenos y contrapesos de las ¨²ltimas. El ejemplo m¨¢ximo es el sistema de mandarinato chino.
La defensa de los derechos humanos exige no s¨®lo poner freno a la represi¨®n autocr¨¢tica, sino tambi¨¦n mejorar el liderazgo democr¨¢tico. Asegurarse de que las democracias ofrezcan efectivamente los beneficios prometidos. La mayor esperanza es que, a medida que los ciudadanos advierten que los gobernantes que no rinden cuentas y privilegian sus intereses respecto a los generales, se multiplican las manifestaciones que reivindican las libertades y los derechos secuestrados.
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