Un rid¨ªculo mundo de ¨¢ngeles y demonios
El problema es hacer creer que basta proclamar algo para que te crean, porque el mundo, y los tribunales, no funcionan as¨ª, y menos mal
Mozart, como sabr¨¢n, era dado a los l¨ªos amorosos. Tuvo uno con la hermana de su mujer, Aloysia Weber. Le compuso la que consider¨® su mejor aria, Popoli di Tesaglia. Roza la perfecci¨®n imposible, pues tiene dos Sol-6 (uno de esos agudos que rompen vasos). Pero luego ella no le hizo ni caso y un d¨ªa ¨¦l se sent¨® al piano y le cant¨® (traduzco del alem¨¢n): ¡°Aquel que no me quiera puede lamer mi culo¡±. No se asusten, a Mozart le hac¨ªan gracia estas cosas. Hay muchas frases escatol¨®gicas en sus cartas y composiciones (un canon donde se canta a cuatro voces ¡°c¨¢gate en la cama hasta que cruja¡±)...
Mozart, como sabr¨¢n, era dado a los l¨ªos amorosos. Tuvo uno con la hermana de su mujer, Aloysia Weber. Le compuso la que consider¨® su mejor aria, Popoli di Tesaglia. Roza la perfecci¨®n imposible, pues tiene dos Sol-6 (uno de esos agudos que rompen vasos). Pero luego ella no le hizo ni caso y un d¨ªa ¨¦l se sent¨® al piano y le cant¨® (traduzco del alem¨¢n): ¡°Aquel que no me quiera puede lamer mi culo¡±. No se asusten, a Mozart le hac¨ªan gracia estas cosas. Hay muchas frases escatol¨®gicas en sus cartas y composiciones (un canon donde se canta a cuatro voces ¡°c¨¢gate en la cama hasta que cruja¡±). Los entendidos explican que podr¨ªa ser el humor de la ¨¦poca. En todo caso, tenemos lo sublime y lo cacof¨®nico en la misma persona.
Para reflexionar sobre la complejidad humana tambi¨¦n basta alguien normal, e incluso malvado. Como este tipo que sali¨® el otro d¨ªa en la lista de los 10 criminales m¨¢s buscados. Luego lo arrestaron en Madrid, pero result¨® que ese tipo tan peligroso ¨Dun falsificador de billetes¨D, era muy querido en su barrio, le ten¨ªan por una bell¨ªsima persona. Ayudaba a las ancianitas, arreglaba cosas a los vecinos. La gente no es solo luz o solo sombra, sino las dos cosas. Tengo amigos a los que conozco tanto que ya no tengo ni idea de c¨®mo son.
Dicho esto, c¨®mo voy a decir nada del juicio de Johnny Depp y Amber Heard, planteado como una lucha entre el bien y el mal. S¨¦ que no est¨¢ permitido, que debo tener una opini¨®n. ?Puedo decir que me trae sin cuidado? Puede que no fuera representativo de nada, solo una pareja m¨¢s de Hollywood despedaz¨¢ndose en p¨²blico. Con una turba berreando en redes sociales, que quiz¨¢ tampoco sea representativa de nada. Solo de que en el mundo hay muchos idiotas y mis¨®ginos, vaya novedad, que han machacado a esta pobre mujer.
Ahora bien, creer que todas las mujeres del planeta est¨¢n indignadas con la sentencia es tan absurdo como pensar que todos los hombres est¨¢n celebr¨¢ndola. Tampoco pienso que ¨¦l es un santo var¨®n, ni ella una bruja. No pienso nada, porque no tengo ni idea y, sobre todo, no tengo por qu¨¦ pensar nada solo porque ella sea una mujer y ¨¦l un hombre, y por eso ya est¨¦ clar¨ªsimo lo que ha ocurrido. Pero ya veo que no es una tendencia dominante, cada vez est¨¢ peor visto no ser dogm¨¢tico. Precisamente creo que en esta valiente y descomunal pelea por sacar a la luz la violencia machista el dogmatismo es un punto d¨¦bil, y habr¨ªa que elegir bien las batallas y aceptar matices. El problema es hacer creer que basta proclamar algo para que te crean, porque el mundo, y los tribunales, no funcionan as¨ª, y menos mal. Amber Heard no quiso ir a un juez, y si hubiera acudido con sus acusaciones a un periodista, este habr¨ªa buscado m¨¢s evidencias, testimonios, y quiz¨¢, como en el caso de Harvey Weinstein o de Pl¨¢cido Domingo, habr¨ªa publicado un art¨ªculo que nadie habr¨ªa desmentido... o no lo habr¨ªa publicado, por no tener argumentos suficientes y considerar que podr¨ªa arriesgarse a una demanda. Incluso sin dudar de que lo que le contaba la actriz fuera verdad, que es asunto distinto. De hecho, lo que Heard public¨® fue un art¨ªculo de opini¨®n, y la demandaron. Justo al d¨ªa siguiente de su sentencia, un tribunal de Nueva York confirmaba la condena de 23 a?os a Weinstein. La justicia, tambi¨¦n con sus claroscuros, existe; los ¨¢ngeles y los demonios, solo en los cuentos infantiles. Tal vez porque no tienen sexo, y mucho menos entre ellos.
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