Soy un hombre profundamente enamorado
S¨¢nchez responde al ataque con lo personal, con lo ¨ªntimo y con lo m¨¢s vulnerable que tiene, que es su fragilidad como var¨®n
¡°Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n¡±. Este extracto es, desde mi punto de vista, lo mejor de la carta del presidente. Cada una de las palabras cuidadosamente elegidas dan como resultado un artefacto pol¨ªtico perfecto. Tiene el ritmo de Taylor Swift y el impacto de un tsunami. Es tan bueno que merece un ...
¡°Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n¡±. Este extracto es, desde mi punto de vista, lo mejor de la carta del presidente. Cada una de las palabras cuidadosamente elegidas dan como resultado un artefacto pol¨ªtico perfecto. Tiene el ritmo de Taylor Swift y el impacto de un tsunami. Es tan bueno que merece un an¨¢lisis a conciencia.
Lo primero es el rubor. Pedro S¨¢nchez aclara, antes que nada, que no siente verg¨¹enza. Y al hacerlo se nos presenta no solo como un hombre (recordando que los pol¨ªticos son personas) sino como un hombre nuevo. Porque S¨¢nchez se anuncia como un var¨®n capaz de hablar de sus sentimientos p¨²blica y pol¨ªticamente, algo ins¨®lito en la tradici¨®n espa?ola.
Aunque la palabra m¨¢gica no es ¡°enamorado¡±, sino el adverbio que la acompa?a.
Es su forma de amarla ¡°profundamente¡± la que le permite subrayar que no habla desde la instituci¨®n familiar sino desde la fragilidad de su cuerpo amante. Un cuerpo revolucionario dado que los territorios pol¨ªticos de lo masculino han sido hasta ayer mismo la lucha, la competitividad y el ¨¦xito, todos ellos transitados antes por el presidente. Sin embargo, con este inesperado plot twist, el presidente anuncia que, en adelante, pasa de la pol¨ªtica de siempre, de la masculinidad de siempre y de los machos de siempre, esos que intentan echarle del Gobierno y que atacan d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n a su mujer, aunque no solo a ella.
De modo que ante lo que es un ataque pol¨ªtico, p¨²blico e institucional ¨¦l responde con lo personal, con lo ¨ªntimo y con lo m¨¢s vulnerable que tiene, que es su fragilidad como var¨®n. Y es justamente en esa oposici¨®n entre lo privado y lo p¨²blico donde establece las nuevas reglas del juego. Una partida que solo puede ganar, dado que toda su machirula oposici¨®n (cuyos valores encarnan con ¨ªmpetu distintas mujeres del PP y Vox) no es capaz de jugar esta partida y menos a¨²n de ganarla. Porque lo de ser ¡°un hombre profundamente enamorado¡± es una postura no solo radical, sino tambi¨¦n coherente con lo que S¨¢nchez lleva haciendo toda su legislatura, que es b¨¢sicamente empatizar con unos y con otros: nacionalistas, pr¨®fugos y dem¨¢s familia. As¨ª que su profundo amor es la expresi¨®n radical del hurac¨¢n emp¨¢tico que ha desplegado en toda su trayectoria y que promete arrasar los viejos cimientos sobre los que la derecha se tambalea.
Por si fuera poco, el profundamente enamorado de su mujer ¡°vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n¡±. El presidente del Gobierno, ese que maneja el legislativo y el ejecutivo, la persona con m¨¢s armas para defender a una mujer de una campa?a de desprestigio, ¡°vive con impotencia¡±. Y su impotencia despierta la empat¨ªa de todas las mujeres a las que la derecha ataca y desprestigia d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n. Lo dicho: lo ¨ªntimo es pol¨ªtico. Me ha dado mucha ternura Borja S¨¦mper reclamando una ¡°declaraci¨®n institucional¡±. Pobre. S¨¢nchez ha venido a servir co?o a la derecha espa?ola y all¨ª no saben ni lo que es servir ni que cualquier g¨¦nero puede hacerlo. Definitivamente, est¨¢n perdidos. Profundamente.
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