La Conferencia Iberoamericana se reforma ante el riesgo de extinci¨®n
La mitad de los mandatarios invitados no acuden a la cumbre de Panam¨¢
Tal vez la comunidad iberoamericana no parezca ¨²til a muchos de sus miembros, pero ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que sobreviva si no resulta demasiado molesta ni cara. Esa es la filosof¨ªa que impregna los debates de la XXIII Cumbre Iberoamericana, que se inaugur¨® ayer en Panam¨¢ con una exigua presencia de l¨ªderes. A las anunciadas ausencias del rey Juan Carlos (Espa?a), Cristina Fern¨¢ndez (Argentina), Jos¨¦ Mujica (Uruguay), Sebasti¨¢n Pi?era (Chile), Dilma Rousseff (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Ra¨²l Castro (Cuba) y Nicol¨¢s Maduro (Venezuela), se sumaron las de Evo Morales (Bolivia), Otto P¨¦rez Molina (Guatemala), Ollanta Humala (Per¨²) y Daniel Ortega (Nicaragua). Estos cuatro ¨²ltimos, que hab¨ªan confirmado su asistencia, se limitaron a alegar vagos compromisos internos.
La cifra de bajas iguala a la del fiasco de la cumbre de Asunci¨®n (2011), cuando la mitad de los mandatarios tambi¨¦n plantaron a su anfitri¨®n, y refleja el escaso inter¨¦s que estas cumbres suscitan en Am¨¦rica Latina. El ya saliente secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, lo justific¨® recordando que cuando este foro se puso en marcha, en 1991, era el ¨²nico de este tipo, mientras que ahora debe competir con otros muchos, como Unasur. Para evitar que las cumbres se extingan por incomparecencia de sus protagonistas, se ha decidido pasar su periodicidad de anual a bienal. Tras la cita de 2014 en Veracruz (M¨¦xico), la siguiente tendr¨¢ lugar en 2016.
Tambi¨¦n se pretende aligerar el peso de una estructura que, aunque liviana, ni Espa?a (que financia la parte del le¨®n) est¨¢ en condiciones de mantener, ni los pa¨ªses latinoamericanos quieren asumir. Se da por seguro que el sucesor o sucesora de Iglesias al frente de la Secretar¨ªa Iberoamericana (Segib) ¡ªla costarricense Rebeca Grynspan es la favorita¡ª abordar¨¢ un ajuste de la plantilla y del presupuesto de la Segib, unas 60 personas y siete millones anuales; y recibir¨¢ el encargo de buscar sinergias (es decir, compartir gastos) con la pl¨¦yade de organizaciones iberoamericanas, que abarcan campos como la educaci¨®n, la ciencia o la cultura.
Si hay alguien a quien las cumbres no dejan indiferente es al Rey, al que solo su convalecencia ha impedido asistir a una cumbre iberoamericana por primera vez en 23 a?os. Aun as¨ª, no quiso estar ausente del todo y, en un mensaje grabado que se emiti¨® durante la inauguraci¨®n, brome¨® con su reciente operaci¨®n de cadera (¡°he tenido que pasar por el taller¡±), tuvo palabras de cari?o y reconocimiento para el saliente Enrique Iglesias y expres¨® su confianza en poder estar el a?o pr¨®ximo en Veracruz. Pero, consciente de la crisis que atraviesa la comunidad iberoamericana, don Juan Carlos propuso ¡°adaptar mejor nuestras reuniones a la realidad internacional actual¡± y ¡°adecuar la Segib para que cumpla con m¨¢s eficacia sus cometidos¡±.
Parad¨®jicamente, mientras las cumbres languidecen, se consolidan los foros paralelos de la sociedad civil. El encuentro empresarial iberoamericano, que ya va por su novena edici¨®n, ha reunido en Panam¨¢ a m¨¢s de un centenar de directivos de las mayores compa?¨ªas latinoamericanas (las llamadas multilatinas) e ib¨¦ricas. El siguiente paso deber¨ªa ser la creaci¨®n de ¡°multib¨¦ricas¡±: la alianza entre empresas de uno y otro lado del Atl¨¢ntico, especialmente las peque?as y medianas, que son las que m¨¢s reparos tienen en salir al exterior.
En el foro de la comunicaci¨®n, que se celebr¨® este a?o por segunda vez, Rajoy pidi¨® a los medios que hagan un ¡°uso responsable¡± de derechos ¡°tan sagrados como la liberad de expresi¨®n y la libertad de informaci¨®n¡±. En presencia de directivos de las empresas m¨¢s destacadas del sector de la comunicaci¨®n en Iberoam¨¦rica como Emilio Azc¨¢rraga (Televisa), Juan Luis Cebri¨¢n (PRISA), Randy Falc¨® (Univisi¨®n), Mart¨ªn Etchevers (Clar¨ªn) o Jos¨¦ Creuheras (Planeta), subray¨® que ¡°los grandes grupos tienen una responsabilidad a?adida¡±.
El presidente espa?ol, que alardea de no leer peri¨®dicos, asegur¨® que la ¡°pluralidad informativa y la independencia de los medios de comunicaci¨®n son factores imprescindibles para el desarrollo democr¨¢tico¡±, pero ello no le impidi¨® lamentar la aparici¨®n de nuevos medios que ¡°no se rigen por las mismas normas y obligaciones que los tradicionales¡±, en aparente alusi¨®n a confidenciales y peri¨®dicos digitales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.