El gobernador de Misuri moviliza a la Guardia Nacional en Ferguson

Tras la peor noche de disturbios en Ferguson, el gobernador del Estado de Misuri, Jay Nixon, orden¨® este lunes el despliegue de tropas de la Guardia Nacional (la milicia del Estado) para asistir en las tareas de vigilancia de las protestas que sacuden este suburbio de San Luis desde la muerte, hace nueves d¨ªas, de un joven negro desarmado por varios disparos de un polic¨ªa blanco. El suceso ha desatado las mayores protestas raciales en casi un siglo en esa localidad del Medio Oeste de EE UU, poblada mayoritariamente por negros, que acusan a la polic¨ªa, casi exclusivamente blanca, de actuar frecuentemente con racismo.

El gobernador dem¨®crata justific¨® que el despliegue de la Guardia Nacional busca ¡°restaurar la paz y el orden¡± en la peque?a localidad tras una noche de ¡°ataques violentos deliberados, coordinados e intensificados a las vidas y propiedades¡± de Ferguson. ¡°Estos actos violentos suponen un perjuicio a la familia de Michael Brown -el joven fallecido- y su memoria, y a la gente en esta comunidad que aspira a que la justicia sea servida y a sentirse seguros en sus propias casas¡±, se?al¨® en un comunicado. El gobernador ha comunicado este lunes que ha levantado el toque de queda de cara a esta noche.

La decisi¨®n llega tambi¨¦n a las pocas horas de que el diario The New York Times revelara los resultados preliminares de la autopsia independiente del cuerpo de Brown encargada por su familia a un reconocido forense. El examen certifica que el joven recibi¨® seis disparos de frente, dos de ellos en la cabeza.

Las autoridades establecieron a partir de la medianoche del domingo la segunda madrugada con toque de queda en la ciudad con el objetivo de evitar los saqueos a locales comerciales de la noche del viernes. El s¨¢bado un peque?o grupo rechaz¨® abandonar las calles a partir de la hora fijada, pero el domingo los disturbios empezaron mucho antes de medianoche.

Como cada tarde y noche anterior desde la muerte de Brown, el s¨¢bado 9, cientos de personas se concentraron el domingo para pedir ¡°justicia¡± en la desangelada avenida comercial, cercana a la calle residencial en la que fue tiroteado el chico y que es el epicentro de la movilizaciones. Sin embargo, lo que manten¨ªa el tono pac¨ªfico, festivo y familiar de las protestas de tardes anteriores vir¨® dram¨¢ticamente alrededor de las 20:25 hora local cuando se oyeron disparos entre los manifestantes, seg¨²n la polic¨ªa. Al poco, aseguran las autoridades, un grupo de manifestantes empez¨® a lanzar c¨®cteles molotov a los agentes y a saquear establecimientos.

El gobernador dice que el despliegue de la Guardia Nacional busca ¡°restaurar la paz y el orden¡± en la peque?a localidad tras una noche de ¡°ataques violentos deliberados y coordinados"

La polic¨ªa, que iba equipada con escudos y m¨¢scaras de gas, respondi¨® con el lanzamiento de botes de gas lacrim¨®geno y bombas de humo para dispersar a los manifestantes, entre los que hab¨ªa familias con hijos. Algunos testimonios citados por medios locales denuncian que el lanzamiento de gases estaba injustificado por la situaci¨®n en el momento.

Seg¨²n las autoridades, tres personas fueron heridas de bala, que no fueron disparadas por la polic¨ªa. Los agentes detuvieron a siete personas por rechazar dispersarse. El capit¨¢n de la polic¨ªa estatal de autopistas Ron Johnson -encargado desde el jueves de supervisar las protestas- asegur¨® que los ataques estaban organizados, que los ¡°agresores¡± trataron de infiltrarse entre los agentes y justific¨® el lanzamiento de gases porque dichos individuos hicieron caso omiso a la orden policial de que recularan.

¡°Los actos coordinadores fueron actos criminales dise?ados premeditadamente¡±, dijo Johnson en declaraciones a la prensa. ¡°No tuve otra alternativa que elevar el nivel de nuestra respuesta¡±. El gobernador Nixon afirm¨® en su comunicado que ¡°muchos¡± de los manifestantes no son residentes de Ferguson, dando a entender que los disturbios est¨¢n atrayendo a personas que solo buscan enfrentarse con la polic¨ªa.

La decisi¨®n de desplegar a la Guardia Nacional supone un retorno a la militarizaci¨®n en la respuesta a las protestas. En los primeros d¨ªas de movilizaciones, el robusto despliegue de la polic¨ªa local y del condado -con veh¨ªculos blindados y agentes de est¨¦tica militar con rifles y equipados con gases lacrim¨®genos- exacerb¨® los ¨¢nimos de parte de los manifestantes que cortaban pac¨ªficamente cada tarde y noche la mencionada avenida comercial.

Tras declarar que parec¨ªa una ¡°zona de guerra¡±, el gobernador Nixon decidi¨® el jueves traspasar la supervisi¨®n de las protestas a la polic¨ªa estatal de autopistas. La nueva estrategia la encabez¨® un mando afroamericano con una actitud muy distinta: habl¨® con los manifestantes y redujo notablemente la presencia policial. El giro conciliador tuvo un efecto apaciguador inmediato y la noche del jueves no registr¨® incidentes y fue un acto de reivindicaci¨®n festivo, familiar y pac¨ªfico en honor a Brown.

Sin embargo, la decisi¨®n al d¨ªa siguiente de la polic¨ªa local de difundir unas im¨¢genes de Brown participando en un supuesto robo antes del tiroteo y de admitir que no guardaba relaci¨®n con su muerte, volvi¨® a encender los ¨¢nimos entre los manifestantes, que lo consideraron una t¨¢ctica para alejar el foco del agente que lo dispar¨®.

Tras la divulgaci¨®n de las im¨¢genes -una decisi¨®n criticada por la polic¨ªa estatal de autopistas y el gobernador-, volvieron la noche del viernes los saqueos a establecimientos, que ya hab¨ªan ocurrido el domingo anterior. La primera tienda a ser saqueada fue la del supuesto robo. Al d¨ªa siguiente, Nixon establec¨ªa el estado de emergencia con el primer toque de queda, que se sald¨® con siete detenidos, un manifestante gravemente herido de bala por otro civil y un limitado lanzamiento de gases lacrim¨®genos para rescatar al herido, seg¨²n la polic¨ªa.