Obama reclama a los aut¨®cratas africanos que sepan dejar el poder

No siempre es f¨¢cil interpretar los aplausos. Especialmente, los que recibi¨® el presidente de Estados Unidos este martes cuando en un discurso ante la Uni¨®n Africana en Addis Abeba (Etiop¨ªa) carg¨® contra la ambici¨®n de sus l¨ªderes de permanecer en el poder. ¡°El progreso de ?frica est¨¢ en riesgo cuando sus l¨ªderes se niegan a irse al acabar sus mandatos¡±, dijo Obama. El presidente utiliz¨® el humor en esta cuesti¨®n: ¡°No lo entiendo. Yo estoy en mi segundo mandato. Ha sido un privilegio. No puedo imaginar un honor mayor o un trabajo m¨¢s interesante. Pero de acuerdo con la Constituci¨®n, no puedo presentarme otra vez. Y de hecho creo que soy bastante buen presidente, creo que si me presentara ganar¨ªa, pero no puedo¡±.

Los aplausos y risas continuaron mientras Obama dec¨ªa: ¡°No puedo esperar a la vida despu¨¦s de la Presidencia. En definitiva, no entiendo por qu¨¦ la gente quiere quedarse tanto tiempo¡±. Y remat¨® diciendo: ¡°Especialmente cuando tienen tanto dinero¡±.

En la Uni¨®n Africana est¨¢n representados 54 pa¨ªses. ?frica no tiene la exclusiva de los presidentes adictos a la reelecci¨®n pero s¨ª algunos de los m¨¢s notables ejemplos como Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo (Joseph Kabila), Argelia (Abdelaziz Buteflika), Guinea Ecuatorial (Teodoro Obiang) o Ruanda (Paul Kagame). El presidente norteamericano puso dos ejemplos concretos de transici¨®n. El de Burundi, donde el presidente Pierre Nkurunziza acaba de ganar unas elecciones en medio de una crisis de violencia por su insistencia en presentarse a un tercer mandato. Y, en el extremo contrario, el ejemplo de Nigeria, donde el presidente Muhamadu Buhari acaba de protagonizar el primer relevo democr¨¢tico pac¨ªfico en el pa¨ªs desde 1999. Buhari fue recibido la semana pasada en la Casa Blanca. En otros pa¨ªses, como su anfitri¨®n Etiop¨ªa, Obama se limit¨® a reconocer que las ¨²ltimas elecciones se hab¨ªan celebrado sin violencia. ¡°Es un principio¡±, dijo.

¡°Cuando un l¨ªder trata de cambiar las reglas en medio del partido para permanecer en el poder, se arriesga a la inestabilidad¡±, resumi¨® Obama. ¡°A menudo, este es el principio hacia un camino peligroso. A veces oyes a l¨ªderes decir ¡®soy el ¨²nico que puede mantener unido a este pa¨ªs¡¯. Si eso es as¨ª, ese l¨ªder ha fracasado en la verdadera construcci¨®n de la naci¨®n¡±. Obama puso como ejemplos a George Washington y a Nelson Mandela como l¨ªderes que no solo pusieron a su pa¨ªs de pie, sino que dieron pac¨ªficamente el relevo a otros.

Obama concluy¨® este martes su gira de cuatro d¨ªas por dos pa¨ªses clave para la estabilidad en el ?frica subsahariana. En Kenia puso en el foco mundial la econom¨ªa m¨¢s grande del este de ?frica, donde pidi¨® m¨¢s esfuerzos contra la corrupci¨®n y la discriminaci¨®n social para que no frenen las posibilidades del pa¨ªs. Kenia era adem¨¢s el viaje m¨¢s personal de su carrera, al ser la tierra de la familia de su padre, clave en la forja de su biograf¨ªa. En Etiop¨ªa, el presidente de EE UU pidi¨® un mayor compromiso con la democracia de un Gobierno con oscuro curr¨ªculum en materia de libertades y respeto a la pluralidad pol¨ªtica. Ambos pa¨ªses recibieron el espaldarazo inequ¨ªvoco de EE UU como aliados militares para frenar la expansi¨®n del terrorismo islamista desde la vecina Somalia, su principal relevancia estrat¨¦gica para Occidente.

El discurso en la Uni¨®n Africana fue una extensi¨®n a todo el continente de estas cuestiones, con una especial incidencia en el respeto y empoderamiento de las mujeres y las ni?as africanas. ?frica no podr¨¢ avanzar, asegur¨® el presidente Obama, mientras las ni?as sufran mutilaci¨®n genital, matrimonios infantiles forzosos o discriminaci¨®n en el acceso a la educaci¨®n.

En el que probablemente ser¨¢ su ¨²ltimo viaje a ?frica como presidente, Obama alab¨® las posibilidades de la regi¨®n que m¨¢s crece en el mundo y se ofreci¨® como socio comercial y pol¨ªtico. Pero tambi¨¦n puso al continente frente a sus carencias y desaf¨ªos. Por primera vez, no era del todo un l¨ªder extranjero el que aleccionaba a los africanos. El discurso empez¨® diciendo: ¡°Estoy frente a vosotros como un americano orgulloso de serlo. Tambi¨¦n soy el hijo de un africano¡±.