Fern¨¢ndez se va por v¨ªa judicial: ¡°A las 12.00 me convierten en calabaza¡±

Cristina Fern¨¢ndez de Kircher deja el poder real, pero no ha perdido su enorme capacidad de convocatoria. Su apoyo social no basta para ganar unas elecciones, como se vio el 22 de noviembre, pero a¨²n le permite llenar hasta la bandera la m¨ªtica plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. En su ¨²ltimo discurso, la presidenta se despidi¨® a su estilo, combativo, guerrero hasta el final, aunque tir¨® de iron¨ªa. Todos esperaban su reacci¨®n despu¨¦s de que una medida cautelar de la juez Servini de Cubr¨ªa determinara que ella deja de ser presidenta a las 23:59 del mi¨¦rcoles. Esa medida, pedida por Mauricio Macri para poder controlar la ceremonia de sucesi¨®n, supuso la ruptura definitiva y la excusa para que Fern¨¢ndez de Kirchner se niegue a acudir a la ceremonia y entregar la banda presidencial al sucesor. Ella hablaba y la plaza vibraba. Y entonces solt¨®: ¡°No me hagan hablar mucho que a las doce me convierten en calabaza¡±, esto es tiene que dejar el poder por orden judicial. La plaza entonces grit¨® enfervorecida un c¨¢ntico futbolero adaptado: ¡°Macri cag¨®n, sos cag¨®n, Macri sos cag¨®n¡±.

Kirchner traslad¨® a sus fieles la idea de que si ella no est¨¢ en la toma de posesi¨®n es por culpa de Macri, que se empe?¨® en no hacer el acto en el Congreso y acudi¨® a la justicia. La presidenta aprovech¨® para cargar contra el ¡°partido judicial¡± y contest¨® a la plaza que gritaba contra los jueces. ¡°Todos los argentinos estamos un poco en libertad condicional en estos momentos¡±. "Violentar la Constituci¨®n y poner un presidente por decreto no es algo banal", insisti¨®.

M¨¢s all¨¢ de las bromas sobre la calabaza, Kirchner acus¨® al macrismo de llevar al pa¨ªs a un momento in¨¦dito, con un cambio de presidente por orden judicial: ¡°He visto muchas medidas cautelares. Pero en mi vida pens¨¦ que iba a ver un presidente cautelar durante 12 horas en mi pa¨ªs¡±. Se refiere al hecho de que el macrista Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, asumir¨¢ el poder durante 12 horas hasta que jure Mauricio Macri. ¡°A partir de ahora en la boleta electoral habr¨¢ que poner el presidente y el presidente provisional¡±, ironiz¨®.

Fern¨¢ndez de Kirchner se mostr¨® en todo momento como una persona que respeta la voluntad popular y a la que le habr¨ªa gustado entregar la banda presidencial. No lo har¨¢, seg¨²n su versi¨®n, porque la actitud de Macri se lo ha impedido. ¡°Me hubiera gustado entregar los atributos en el Congreso. Me hubiera encantado. Me doli¨® ver a un presidente al que nadie hab¨ªa votado por una sentencia cautelar [en referencia a Pinedo]. No lo merec¨ªamos nadie. Ni el 51% que vot¨® a Macri ni el 49% que nos vot¨® a nosotros¡±.

Todo el discurso, seguido con enorme entusiasmo por una plaza entregada que despidi¨® a la presidenta entre l¨¢grimas, estaba centrado en reivindicar su mandato e incluso en retar no solo a Macri sino a los argentinos que lo han votado a ver si dentro de cuatro a?os pueden llenar una plaza como ella. ¡°Tienen que saber que el mundo que viene es dif¨ªcil. Respetamos la voluntad popular pero tambi¨¦n tienen que ser responsables de lo que votaron. Ojal¨¢ dentro de cuatro a?os quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la patria pueda mirar a los ojos a los argentinos¡±, sentenci¨®. Su reto no es menor y tampoco su exhibici¨®n de fuerza. Ning¨²n presidente argentino ha dejado el poder aclamado como ella por la plaza.

La presidenta tambi¨¦n apunt¨® que Macri se va a entregar a EE UU a los fondos buitre en cuanto llegue al Gobierno. Y le reclam¨® antes incluso de asumir que respete las manifestaciones en su contra, avanzando ya la oposici¨®n dura que ella trata de liderar: "Espero una Argentina? sin censuras, sin represi¨®n, espero una Argentina m¨¢s libre que nunca". Incluso lleg¨® a asegurar que "los periodistas nunca tuvieron tanta libertad como con nuestro Gobierno".

La plaza ya est¨¢ preparada para que ella vuelva dentro de cuatro a?os a presentarse. Tal vez los giros de la pol¨ªtica argentina no se lo permitan, pero su voluntad de liderar la oposici¨®n parece bastante clara. Despu¨¦s de ese discurso, Fern¨¢ndez de Kirchner se march¨® en helic¨®ptero y sobrevol¨® en c¨ªrculos la plaza entre aplausos de sus fieles. Para ellos nunca se ir¨¢ del todo.