Los h¨¦roes que intentaron detener al atacante de la Riviera
Un motociclista y un viandante buscaron acceder a la cabina del cami¨®n para frenar al terrorista
Un her¨®ico ciudadano arriesg¨® su vida tratando de neutralizar a Mohamed Lahouaiej Bouhlel ¡ªseg¨²n recoge Le Figaro¡ª, el atacante del paseo de los Ingleses de Niza, quien este jueves arroll¨® con un cami¨®n a una multitud y caus¨® al menos 84 muertos. Cuando ya estaba claro que no se trataba de un conductor que hab¨ªa perdido el control de su veh¨ªculo, sino un terrorista que se hab¨ªa propuesto matar al mayor n¨²mero de civiles posible, un viandante se lanz¨® desarmado sobre la cabina del cami¨®n. El conductor sac¨® entonces un arma y comenz¨® a disparar. El hombre que trataba de frenar la masacre huy¨® de la cabina.
La polic¨ªa dispar¨® contra el conductor del cami¨®n y, en seguida, se sumaron m¨¢s agentes que en total descargaron una cincuentena de balas sobre la cabina hasta matar al agresor. Tres polic¨ªas nacionales de Niza ya hab¨ªan intervenido antes para detener al atacante. Fran?ois Molins, el fiscal antiterrorista, ha declarado que?Bouhlel dispar¨® contra tres polic¨ªas antes de ser neutralizado. Los agentes respondieron con disparos y corrieron m¨¢s de 200 metros detr¨¢s del cami¨®n blanco frigor¨ªfico para tratar de atraparlo. Despu¨¦s, el cami¨®n descendi¨® por la acera a la altura del Palacio del Mediterr¨¢neo, donde la muchedumbre se agolpaba. Fue en ese lugar donde el cami¨®n mat¨® a una treintena de personas, seg¨²n los testigos.
El ciudadano an¨®nimo no fue el ¨²nico civil que intent¨® detenerlo. Antes de que la polic¨ªa abatiera al atacante, un periodista alem¨¢n testigo de los hechos asegur¨® que vio c¨®mo un motocliclista trataba de detener el avance mortal de Bouhlel. "El motorista intent¨® adelantar al cami¨®n e incluso trat¨® de abrir la puerta del conductor, pero se cay¨® y acab¨® bajo las ruedas", cont¨® el periodista Richard Gutjahr, de 42 a?os, a AFP.
Gutjahr, un reportero?freelance, presenci¨® la carrera homicida del cami¨®n y los disparos de la polic¨ªa, que finalmente liquidaron a Bouhlel. "La multitud, presa del p¨¢nico, corri¨® en todas direcciones. Los que pudieron salvarse entraron a los hoteles, o buscaron ponerse a salvo en las entradas", relat¨®. "Acto seguido, vi 12 cad¨¢veres, y estaba claro que habr¨ªa m¨¢s".
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