En marcha al El¨ªseo
Macron promete la victoria y acabar "con el sistema pol¨ªtico que ha paralizado Francia en los ¨²ltimos 30 a?os"
El suspense de la jornada y la tensi¨®n acumulada de la campa?a transformaron el veredicto de las 20H en una crisis de p¨¢nico colectiva. Contuvieron la respiraci¨®n los militantes de En Marche! como quien espera la proclamaci¨®n del Papa en el balc¨®n de San Pedro. Y se precipit¨® de inmediato un estruendoso clamor compensatorio.
Fue entonces cuando los fieles de Macron se pusieron a cantar la Marsellesa a semejanza de un himno balomp¨¦dico. Y cuando se produjo una promiscuidad de abrazos y de besos similar a la promiscuidad ideol¨®gica del programa que representa el nuevo golden boy de la pol¨ªtica europea. Caben todos los franceses en el arca de Macron, como cab¨ªan todos los animales en el arca de No¨¦, pero tanta permisividad arriesgaba a que recelaran del "campe¨®n" los votantes de la izquierda y de la derecha. O que su candidatura estuviera dopada en los sondeos. Y no ha sido as¨ª. No se ha producido el efecto Rivera. Los institutos demosc¨®picos se han ajustado a las previsiones, de tal manera que Macron, de cero a cien en seis meses, ha pasado a la final y la disputar¨¢ contra Le Pen con todas las bendiciones para ganarla.
Prometi¨® la victoria en su discurso de investidura. Porque ya hablaba Macron con ademanes de estadista. Aboliendo "el sistema pol¨ªtico que ha paralizado Francia en los ¨²ltimos 30 a?os". Otorg¨¢ndose cualidades de ingeniero ¡ª"proteger, transformar, construir el pa¨ªs"¡ª e incidiendo en la anorgasmia de sus discursos pedag¨®gicos.
No quiso Macron precipitarse en el delirio de sus militantes ni dejarse llevar. Y fue el suyo un discurso fr¨ªo. Una homil¨ªa de domingo. Demasiado le¨ªdo. Pero al mismo tiempo comprometido con la idea "de relanzar el proyecto comunitario". Y desvinculado de su adversaria: Macron no mencion¨® a Marine Le Pen una sola vez.
Ten¨ªa sentido que Emmanuel Macron decidiera acuartelarse con sus fans en el palacio de exposiciones de la Puerta de Versalles. Porque fue aqu¨ª donde protagoniz¨® su primer mitin multitudinario en diciembre de 2016. Y donde este domingo, a medida de una superstici¨®n, concitaba el entusiasmo que engendr¨® su fen¨®meno pol¨ªtico.
Fen¨®meno quiere decir que Macron aspira al El¨ªseo despu¨¦s de haber fundado su movimiento en abril de 2016. Una "anomal¨ªa" en la historia contempor¨¢nea de Francia que se a?ad¨ªa a la peculiaridad de su inexperiencia y de su juventud. Macron, nacido en Amiens en diciembre de 1977, tiene casi la mitad de los a?os que cumplieron Charles de Gaulle y Fran?ois Mitterrand al marcharse ambos del El¨ªseo.
Pod¨ªa ser el nieto de ambos, aunque su condici¨®n de cachorro y su aspecto aristocr¨¢tico -parece un descendiente de Isabel II de Inglaterra- han contribuido a arraigar su perfil ganador en tiempo de la pol¨ªtica superficial, l¨ªquida o gaseosa. Y encontrando un fil¨®n al que pod¨ªa llamarse el "extremo centro", por las ambiciones que implicaba reunir en su candidatura "lo mejor de la derecha y lo mejor de la izquierda".
Se explica as¨ª la heterogeneidad de sus partidarios en el centro de exposiciones parisino. Heterog¨¦neas las edades, las "tribus" y las procedencias ideol¨®gicas, aunque la ambig¨¹edad de Macron tiene como contrapeso una s¨®lida convicci¨®n europe¨ªsta, hasta el extremo de haber sido el ¨²nico candidato de los "cuatro grandes" que defiende sin ambages la cesi¨®n de soberan¨ªa y el s¨ªmbolo tot¨¦mico del euro.
Es la raz¨®n por la que proliferaban las banderas comunitarias en la fiesta preventiva y en la fiesta "postcoital". M¨²sica disco, trompetas de pasodoble. Macron tard¨® en aparecer, pero sus fieles convirtieron la demora en un espect¨¢culo de ebriedad coreogr¨¢fica. Porque su caballo blanco ha ganado dos veces: el acceso a la final y la final misma, toda vez que los sondeos ya apuntan a que podr¨ªa sacarle 16-18 puntos a Le Pen cuando se proclame el resultado del 7 de mayo.
Hollande fue su mentor. Su valedor, su padre. As¨ª es que la victoria del domingo sobrentiende el antiqu¨ªsimo rito del crimen ed¨ªpico. Macron llama a la puerta del El¨ªseo.
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