La revoluci¨®n industrial que viene

La ciudad de Viena se siente tan orgullosa de su compromiso con el medioambiente que la planta incineradora de Spittelau forma parte de los recorridos tur¨ªsticos que promociona el Ayuntamiento, los de la Viena verde, la que construye jardines verticales en sus edificios para mejorar la calidad del aire, la que promueve el transporte p¨²blico y la que se calienta en buena medida con la energ¨ªa que desprende la combusti¨®n de la basura que sus ciudadanos reciclan y separan disciplinadamente. ¡°Aqu¨ª quemamos unas 250.000 toneladas de basura al a?o. Y con eso suministramos aproximadamente un tercio del consumo el¨¦ctrico de los hogares vieneses¡±, explica George Baresch durante una de las visitas de un grupo de estudiantes internacionales a la planta, art¨ªsticamente decorada por Friedensreich Hundertwasser.

Spittelau proporciona calefacci¨®n a 60.000 hogares en una ciudad de poco m¨¢s de dos millones de habitantes y es capaz de refrigerar el mayor hospital de la capital en los meses de m¨¢s calor. La novedad que supuso en su d¨ªa la planta, adem¨¢s de su colorista dise?o y su ubicaci¨®n en el centro de la ciudad, es que fue reformada tras sufrir un incendio en 1997 para minimizar su impacto ambiental al m¨¢ximo. Y lo cierto es que ni el olor de las basuras ni el humo de la combusti¨®n son casi perceptibles en el exterior del edificio. ¡°Tanto que la torre alberga a una familia de halcones¡±, se?ala divertido Baresch.

Pero Spittelau no ser¨¢ el modelo ambiental a seguir en el futuro. Ahora lo que se persigue es minimizar la generaci¨®n de residuos y su incineraci¨®n, que las plantas de reciclaje puedan separar el mayor n¨²mero posible de componentes para permitir su reutilizaci¨®n e, incluso, introducir cambios en el sistema productivo para facilitar la reparaci¨®n de productos y evitar que acaben en el vertedero.

¡°Frente al modelo tradicional de econom¨ªa lineal basado en extraer, producir, usar y tirar, la econom¨ªa circular pasa por reparar, reutilizar y reciclar nuestros recursos¡±, en definici¨®n de Francesc Gamb¨²s, eurodiputado popular, durante un seminario organizado en Logro?o por la oficina del Parlamento Europeo en Espa?a. ¡°Esta es la revoluci¨®n industrial del siglo XXI, la base de transformaci¨®n de nuestra econom¨ªa¡±, remata.

Un sistema circular donde todo se transforma y se aprovecha exige cambios profundos en todos los ¨¢mbitos de la sociedad, desde la industria a los Gobiernos, los jueces o los consumidores. Y algunos de esos cambios ya est¨¢n en marcha. El fabricante qu¨ªmico Borealis, el octavo fabricante mundial de polietileno con sede en Viena, cuenta con un departamento de econom¨ªa circular y, fruto de ese nuevo enfoque, acaba de comprar recientemente la empresa alemana de reciclaje MTM. ¡°Tratamos el pl¨¢stico como una materia prima de gran valor¡±, explica Eugenio Longo, jefe de sostenibilidad y asuntos europeos de la empresa. ¡°La integraci¨®n de la nueva compa?¨ªa en nuestra cadena nos permite desarrollar una tecnolog¨ªa espec¨ªfica para tratar y reciclar nuestros productos, para poder reutilizar la materia prima en nuestra propia producci¨®n¡±, explica. ¡°No es solo un imperativo empresarial, nos permite adelantarnos a nuestros competidores y vender luego nuestros procesos tecnol¨®gicos¡±, sentencia.

El propio Ayuntamiento de Viena ha reservado en sus plantas de reciclaje, unos espacios para que los ciudadanos depositen aquellos productos que ya no utilizan, como libros, bicicletas o aparatos electr¨®nicos. ¡°Los reparamos si es necesario y los vendemos a muy bajo precio en una tienda de segunda mano que hemos abierto en el centro de la ciudad. Todos los ingresos que obtenemos se destinan a protectoras de animales¡±, explica Ulrike Volk, del departamento de Gesti¨®n de Basuras de la ciudad. Es, sin duda, un gesto simb¨®lico pero que intenta trasladar un cambio de mentalidad. ¡°Quer¨ªamos mostrar que los productos que creemos inservibles a¨²n se pueden utilizar, que la gente puede encontrar algo especial a bajo precio y atraer a este espacio a gente que normalmente no va a mercados de segunda mano, ni a mercadillos¡±, apunta.

De mayor calado son algunos cambios que han sucedido en Austria en el ¨¢mbito judicial. En una sentencia sin precedentes en toda Europa, la corte administrativa federal austriaca rechaz¨® el pasado mes de febrero los planes de ampliaci¨®n del aeropuerto de Viena bajo el argumento de que una tercera pista en el aer¨®dromo implicar¨ªa un aumento significativo de las emisiones del pa¨ªs. Todo ello en un momento en el que, seg¨²n el acuerdo del clima de Par¨ªs y los compromisos con la Uni¨®n Europea, Austria se ha comprometido a reducir sus emisiones de di¨®xido de carbono y la ampliaci¨®n har¨ªa m¨¢s dif¨ªcil alcanzar esos objetivos. ¡°El tribunal ha decidido que los objetivos ambientales de largo plazo tienen m¨¢s importancia frente a la creaci¨®n de empleo o el desarrollo econ¨®mico inmediatos¡±, asegura Sigrid Stagl, directora del Instituto de Econom¨ªa Ecol¨®gica, de la Universidad de Econ¨®micas de Viena. ¡°La justicia lanza un mensaje muy importante. Si inviertes en una infraestructura que produce elevadas emisiones de CO2 y esta sentencia crea jurisprudencia, quiz¨¢s tu inversi¨®n no tenga una vida ¨²til dentro de 20 a?os. Es decir, que en este momento invertir en infraestructuras con uso intensivo de carbono es una inversi¨®n de alto riesgo¡±, recalca.

Su compa?ero, el profesor Stefan Giljum, insiste en la necesidad de introducir un marco pol¨ªtico y econ¨®mico para impulsar ese cambio de modelo. ¡°Y ah¨ª juega un papel decisivo la pol¨ªtica fiscal. Hay que imponer una tasa ambiental que penalice el consumo de materias primas y la utilizaci¨®n de recursos a cambio de abaratar la fiscalidad y el coste del empleo¡±, subraya. ¡°Es m¨¢s f¨¢cil hacer ese cambio estructural si tomamos las decisiones apropiadas cuanto antes, si permitimos que las empresas adapten su planificaci¨®n, sus infraestructuras y sus inversiones pronto, si nos posicionamos como un pa¨ªs a la cabeza de ese cambio y desarrollamos la tecnolog¨ªa que luego podemos exportar a los dem¨¢s¡±, a?ade la profesora Stagl.

El Parlamento Europeo, que financia este viaje, ha aprobado un paquete de Econom¨ªa circular, que busca un enfoque integral al modelo, pero que a¨²n pone demasiado el acento en los objetivos de reciclaje, por otro lado ¡°muy ambiciosos y de gran potencial¡±, seg¨²n Giljum. ¡°Lo que necesitamos es un dise?o con enfoque ecol¨®gico desde el principio y en segundo lugar crear infraestructuras y medios para la reparaci¨®n¡±, sentencia Stagl.