El presidente de Brasil resiste y abre una guerra con el poder judicial
Temer lanza insinuaciones de corrupci¨®n contra el fiscal general, al que acusa de actuar contra ¨¦l por razones pol¨ªticas
Michel Temer ha dejado claro este martes que se va a aferrar al cargo hasta las ¨²ltimas consecuencias,aun a riesgo de conducir a Brasil a la par¨¢lisis y de provocar un conflicto con el poder judicial. En su primera declaraci¨®n despu¨¦s de que la fiscal¨ªa general de la Rep¨²blica le denunciase por corrupci¨®n, el presidente brasile?o ha acusado al ministerio p¨²blico de actuar por razones pol¨ªticas e incluso ha deslizado contra ¨¦l insinuaciones de corrupci¨®n. "Quieren parar el Congreso, parar el pa¨ªs. Esto es un atentado contra nuestro pa¨ªs", ha dicho Temer en respuesta a la denuncia del fiscal Rodrigo Janot.? Una declaraci¨®n beligerante que concluy¨® con un aviso: "No voy a pemitir que se cuestionen mi honor ni mi dignidad. No huir¨¦ de las batallas".
Cada vez m¨¢s contra las cuerdas y envuelto en un proceso lleno de similitudes con el que hace 14 meses le permiti¨® derribar a su antecesora, Dilma Rousseff, el presidente de Brasil no solo no va a dimitir sino que est¨¢ dispuesto a supeditar toda la pol¨ªtica del pa¨ªs a una cruzada personal por la supervivencia en el poder. Temer fue uno de los hombres que en la primavera de 2016 conspir¨® para que el Congreso Nacional destituyese a Rousseff, de la que ¨¦l mismo era vicepresidente. Entonces se alegaba contra la presidenta izquierdista un llamado "crimen de responsabilidad", una especie de delito pol¨ªtico consistente en ocultar al Congreso maniobras presupuestarias para maquillar el d¨¦ficit p¨²blico.
Temer est¨¢ acusado ahora de algo mucho m¨¢s grave, de un delito com¨²n como recibir sobornos de un empresario. Y quien lo se?ala no son sus rivales pol¨ªticos, como le ocurri¨® a Rousseff, sino todo un fiscal general de la Rep¨²blica. La denuncia de Janot ha colocado el destino de Temer en manos del Congreso, como le ocurri¨® en 2016 a Rousseff. La Constituci¨®n brasile?a establece que una actuaci¨®n judicial contra el presidente tiene que ser avalada por dos tercios de la C¨¢mara de Diputados. Atrapado en una ratonera parecida a la que ¨¦l urdi¨® el a?o pasado, Temer ha decidido lanzarse a una guerra contra sus acusadores que amenaza con agravar a¨²n m¨¢s la interminable crisis pol¨ªtica del primer pa¨ªs de Am¨¦rica Latina y la novena econom¨ªa del planeta.
Horas despu¨¦s de que Janot solicitase su procesamiento ante los indicios de que recibi¨®, por persona interpuesta, sobornos del due?o del conglomerado c¨¢rnico JBS, Temer se dirigi¨® al pa¨ªs para proclamarse v¨ªctima de "una trama de telenovela", de una "infamia de naturaleza pol¨ªtica", en la que "se han tirado a la basura las reglas b¨¢sicas de la Constituci¨®n".? Argument¨® que el fiscal ha construido? una acusaci¨®n sin pruebas y, escud¨¢ndose en que ¨¦l podr¨ªa seguir un m¨¦todo similar, se dedic¨® a sembrar sospechas sobre la honestidad personal de Janot. Temer detall¨® entonces que el empresario que le ha delatado, el due?o del gigante JBS, Joesley Batista,? tiene contratado a un bufete de abogados en el que trabaja Marcelo Miller, antiguo fiscal y estrecho colaborador de Janot. Miller, seg¨²n Temer, asesor¨® a Batista para negociar con la fiscal¨ªa general una confesi¨®n a cambio de inmunidad judicial y gracias a eso, asegur¨® el? presidente, "gan¨® en pocos meses millones que necesitar¨ªa d¨¦cadas para ahorrar". A continuaci¨®n, en un discurso que estaba siendo televisado a todo el pa¨ªs, desde la sede de la Presidencia de la Rep¨²blica, junto a la bandera y el escudo de Brasil, Michel Temer dispar¨®: "Tal vez esos millones no fuesen solo para el antiguo asesor de confianza [del fiscal Janot]". En un comunicado, Janot replic¨® que su actuaci¨®n es "estrictamente t¨¦cnica" y que se ha limitado a "cumplir el mandato constitucional de que nadie est¨¢ por encima de la ley".
El discurso del presidente fue saludado con una ovaci¨®n y gritos de "bravo" de un grupo de ministros y diputados que le arroparon durante su alocuci¨®n. Estaban all¨ª, asegur¨® Temer, en un acto "extremadamente espont¨¢neo". Pretend¨ªa ser una demostraci¨®n de fuerza que se qued¨® a medias. Aunque hab¨ªa representantes de toda la alianza de centro derecha que se form¨® hace un a?o para defenestrar a Rousseff, faltaban las figuras m¨¢s destacadas. Tampoco acudieron dos de sus m¨¢s estrechos aliados hasta ahora, los presidentes de las dos c¨¢maras del Congreso Nacional.
La coalici¨®n que ha sustentado el Gobierno de Temer ha sufrido deserciones en el ¨²ltimo mes y medio, desde que se conoci¨® una conversaci¨®n del empresario Batista con el presidente en la que el due?o de JBS le relata diversos manejos ilegales ante la aparente anuencia de su interlocutor. Para rechazar la denuncia del fiscal, sin embargo, Temer solo necesita los votos de un tercio de la C¨¢mara de Diputados, donde los parlamentarios tambi¨¦n envueltos en casos de corrupci¨®n se cuentan por decenas. Para la supervivencia pol¨ªtica de Temer es vital mantener el apoyo de su principal aliado, el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), que se muestra muy dividido. Algunos de sus dirigentes m¨¢s conocidos pretenden sostener al Gobierno, pero su mayor autoridad moral, el expresidente Fernando Henrique Cardoso, ha cambiado de idea y ya pide a Temer que renuncie en "un gesto de grandeza".
El empresariado brasile?o que particip¨® m¨¢s activamente de la agitaci¨®n para tumbar a Rousseff tambi¨¦n sigue fiel al Gobierno. No ocurre lo mismo con todos los sectores econ¨®micos del pa¨ªs ni con algunos inversores internacionales, que han empezado a dar s¨ªntomas de impaciencia. Sobre todo porque el principal reclamo de Temer ante el capital, las reformas econ¨®micas liberales, ha entrado en par¨¢lisis por la crisis pol¨ªtica. Y nada indica que con un presidente en actitud b¨¦lica contra la justicia vayan a mejorar las condiciones para facilitar su aprobaci¨®n parlamentaria.
Y Lula espera sentencia
A las voces que reclaman la renuncia de Michel Temer y la celebraci¨®n de nuevas elecciones se uni¨® este martes la del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva. El todav¨ªa l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT) ser¨ªa el candidato con m¨¢s posibilidades en unas elecciones presidenciales ¨Cprevistas en principio para octubre de 2018-, seg¨²n todas las encuestas, aunque tambi¨¦n suscita un fuerte rechazo, cercano al 50%, una prueba de la fuerte polarizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.
Pero la situaci¨®n judicial de Lula no es mejor que la de Temer. Para los pr¨®ximos d¨ªas se espera la sentencia del juez de Curitiba S¨¦rgio Moro en el primero de los cinco procesos judiciales abiertos contra Lula, el que le acusa de recibir un apartamento en la playa como regalo de una constructora. El propio Moro, l¨¢tigo de la corrupci¨®n del PT, ya conden¨® el lunes al que fue el cerebro econ¨®mico de Lula, Ant¨®nio Palocci, a 12 a?os de c¨¢rcel por corrupci¨®n. Y lo que es peor para el expresidente, Palocci, exministro de Hacienda, ha dado indicios de que medita una confesi¨®n a cambio de ventajas judiciales.
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