Fuga de talentos por culpa del Brexit

Un inmenso signo de interrogaci¨®n planea sobre el sector universitario brit¨¢nico. Profesores, investigadores y estudiantes comunitarios que eligieron este pa¨ªs para crecer profesionalmente se sienten agobiados por el dilema que ahora les plantea el Brexit; continuar con una vida laboral de excelencia en universidades de Reino Unido o mudarse en busca de una mejor acogida en centros con menos fama internacional, pero en pa¨ªses m¨¢s receptivos a su acogida. Mientras tanto, estas instituciones ¡ªque amasan el nada despreciable 2,8% del PIB del pa¨ªs¡ª?unen fuerzas para presionar a Downing Street y lograr que el impacto del divorcio con la UE sea el menor posible. Pero las consecuencias ya se hacen notar; cada vez son menos los acad¨¦micos que solicitan una plaza en las universidades del pa¨ªs. Y el 47% de los ciudadanos comunitarios en Reino Unido piensa en marcharse, seg¨²n un reciente estudio de Deloitte LLP.

¡°La excelencia de una Universidad la hace la excelencia de sus acad¨¦micos¡±, ilustra la vicerrectora de la hist¨®rica Universidad de Oxford, la irlandesa Louise Richardson. Y si los talentos se marchan, el prestigio se pierde y con ¨¦l millones de euros de fondos comunitarios para la investigaci¨®n que ser¨ªan sustituidos por una enorme subida de impuestos o, como dice la investigadora en la Universidad Queen Mary de Londres Barbara Petrongolo, los estudiantes comunitarios tendr¨ªan que pagar m¨¢s que los brit¨¢nicos. Desde la consulta, hace tan solo 13 meses, las solicitudes para investigar en las universidades brit¨¢nicas han ca¨ªdo un 14%, explica Richardson en su despacho de Oxford, una ciudad harrypotteriana tomada estos d¨ªas por los birretes y las togas. Es ¨¦poca de ex¨¢menes y los alumnos corretean entre los Colleges comentando los resultados de las pruebas finales.

Reino Unido es el pa¨ªs que m¨¢s recibe de los Veintiocho (4.000 millones de libras el a?o pasado) en partidas de Educaci¨®n, seguido de Alemania y Espa?a. Tambi¨¦n es el que m¨¢s producci¨®n cient¨ªfica genera en Europa. Pero atenci¨®n: un cuarto de todas las tesis se elaboran conjuntamente con investigadores comunitarios. ¡°Las Universidades aqu¨ª dependen de la internacionalizaci¨®n¡±, se?ala Marcos Centeno, investigador en Soas (la Escuela de Estudios Orientales y Aficanos de Londres). El centro donde investiga es un claro ejemplo del riesgo que deja el Brexit en el sector. La mitad de su profesorado es extranjero y desde el refer¨¦ndum de permanencia las solicitudes para 2018 han ca¨ªdo un 40%. El departamento de estudios de Jap¨®n y Corea, donde imparte clase este espa?ol, es el m¨¢s importante del mundo y est¨¢ en riesgo de desaparecer por la potencial falta de fondos y por la m¨¢s que posible fuga de talentos. "De 60 personas en mi equipo, s¨®lo tres o cuatro son brit¨¢nicos", ilustra.

Rocco Micchiavello, doctor en la London School of Economics (LSE), es optimista y asegura que el flujo de ideas seguir¨¢ corriendo a pesar de las dificultades dibujadas por el Brexit. S¨ª admite, como todas las fuentes consultadas alrededor del pa¨ªs, que ¡°los efectos principales [del divorcio] se har¨¢n sentir en la financiaci¨®n de la investigaci¨®n¡±. A saber; el programa Horizonte 2020, las becas del Consejo Europeo de Investigaci¨®n (ERC) y el programa Erasmus+, que precisamente este a?o celebra su 30 aniversario con multitud de eventos alrededor de la UE. Los diputados en el Parlamento Europeo, instituci¨®n que ha financiado este viaje, guardan silencio: ¡°Es demasiado pronto (¡­). Son todo especulaciones¡±, sostiene Petra Kammerevert (Socialistas), presidenta del comit¨¦ de cultura de la Euroc¨¢mara. Santiago Fisas, del PPE, asegura que una potencial huida de talentos no se producir¨¢ porque a Reino Unido ¡°le interesa mantenerlos¡±. Pero los datos est¨¢n en contra. Y tambi¨¦n los sentimientos de rechazo: "Si este pa¨ªs no me quiere, yo no quiero estar aqu¨ª", protesta la grecochipriota?Mar¨ªa Chatzichristodoulou, de la Universidad londinense South Bank.

Las becas ERC son personales, lo que implica que el investigador europeo que desarrolla su proyecto en el Reino Unido ¡ªel pa¨ªs es el que m¨¢s ERC recibe (22%) de un total de 44 pa¨ªses¡ª?podr¨ªa irse con el dinero a otra parte. ¡°Es muy cr¨ªtico para nuestra econom¨ªa¡±, sostiene la europarlamentaria galesa Jill Evans (Los Verdes). La vicerrectora Richardson admite que muchas universidades comunitarias est¨¢n llamando a los investigadores en Oxford con becas ERC para seducirlos ya que uno de los requisitos es pasar al menos la mitad del tiempo que dura el proyecto en territorio comunitario. Es decir, la UE de los Veintisiete. ¡°Yo har¨ªa lo mismo¡± para atraerlos, confiesa la vicerrectora de la prestigiosa Universidad de Oxford, quien ya ha visto a dos de sus mejores profesores abandonar la ciudad. Su eterna rival, la Universidad de Cambridge, ha preferido no comentar al respecto. "Hay mucha ansiedad (...). El problema de verdad es para aquellos que est¨¢n empezando los doctorados. Hacer planes es m¨¢s dif¨ªcil para ellos", cuenta Paolo Ruffino, investigador y profesor italiano en la Universidad de Lincoln.?

La Universidad de Oxford, como otras del lobby Russell Group que representa a los 24 centros de excelencia de la isla y que acoge al 20% de acad¨¦micos comunitarios, pretende ser ¡°ingeniosa¡± para afrontar el abismo al que se aproxima. Su vicerrectora ha recaudado ya "un par de millones" de libras (poco m¨¢s de dos millones de euros) para destinarlos a un futuro financiamiento de estudios de los mejores cerebros de la UE. La europarlamentaria Evans propone otra l¨ªnea para salvaguardar la financiaci¨®n de la educaci¨®n superior como abrir campus en el continente europeo para no perder ni una ERC. ¡°No podemos descartar ninguna opci¨®n¡±, reconoce preocupada. Y es que se nota en cada despacho, en cada c¨¦sped de los campus, en cada aula: ¡°La incertidumbre les est¨¢ matando¡±, sentencia Irene Mart¨ªn, delegada para la internacionalizaci¨®n en la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM) y profesora de Ciencia Pol¨ªtica.

Vencedores y vencidos

Las Universidades del resto de la UE, en caso de fuga de talentos, podr¨ªan salir ganando, seg¨²n los expertos. ¡°Si la burocracia y la financiaci¨®n se convierten en obst¨¢culos para los ciudadanos de la UE, algunos de ellos podr¨ªan elegir estudiar en otros centros de la UE¡±, se?ala el eurodiputado encargado de evaluar las consecuencias del Brexit en la Educaci¨®n, Bogdan Zdrojewski (PPE).

De confirmarse este escenario, los mayores perjudicados ser¨ªan los investigadores, los estudiantes, los profesores y el propio sistema. "Este pa¨ªs no puede tener universidades l¨ªderes si se desconecta del mundo", recalca Centeno. Pero existe un escenario casi apocal¨ªptico para todas las partes donde tanto Reino Unido como el resto de la UE salen perdiendo y es la "p¨¦rdida de variedad" en cuanto a las nacionalidades en los centros educativos, subraya Petrongolo.

Para intentar evitar estas consecuencias, muchos europeos est¨¢n pidiendo ya la residencia permanente en Reino Unido ¡ªse estima que unos 150.000¡ª?para no perder el trabajo y asegurarse el futuro. Como Angelo Martelli, doctorado en la LSE, o el italiano Paolo Ruffino, que aunque tiene un puesto fijo como profesor en la Universidad de Lincoln, se siente m¨¢s respaldado con este documento. O la francesa Sophie Walley (con un m¨¢ster en la LSE), que a pesar de estar casada con un brit¨¢nico y haber tenido una hija, piensa presentarse al examen de ciudadan¨ªa. O Barbara Petrongolo, que solicitar¨¢ la nacionalidad "para poder votar". O el espa?ol Marcos Centeno, o la griegochipriota Mar¨ªa Chatzichristodoulou, o la italiana Giulia Biasibetti...