El FBI admite que incumpli¨® sus normas al no investigar las pistas sobre el asesino de Parkland
El gobernador de Florida, republicano y cercano al lobby de las armas, exige la renuncia del director de la agencia. Trump visita un hospital donde tratan a v¨ªctimas del tiroteo
El FBI ha admitido que fue alertado el 5 de enero de la voluntad homicida de Nikolas Cruz y no hizo nada por investigarlo. "Hemos determinado que no se siguieron los protocolos". "La informaci¨®n no fue transmitida a la oficina de Miami y no se lleg¨® a realizar ninguna investigaci¨®n", se lee en el comunicado del director del FBI, Christopher Wray, que afirma que la agencia federal est¨¢ "comprometida a revisar los procesos de respuesta a la informaci¨®n que recibimos del p¨²blico". En medio del luto nacional por la salvaje masacre del instituto de Parkland (17 muertos), el FBI asume su culpa ante el grav¨ªsimo error cometido. Una persona cercana a Cruz que no se identifica en el comunicado les avis¨® de que el joven era una persona perturbada, armada y con "potencial de cometer un tiroteo en una escuela". Tambi¨¦n les advirti¨® de que publicaba mensajes violentos en las redes sociales. Este ser¨ªa el segundo aviso sobre el joven asesino que recibi¨® el FBI, pues ayer se supo que en septiembre un usuario de Internet puso a la agencia sobre la pista de un video en el que dec¨ªa que alg¨²n d¨ªa se convertir¨ªa en "un tirador profesional en un colegio". En el comunicado de hoy no se hace ninguna menci¨®n a ese otro aviso. El gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, ha exigido la dimisi¨®n del director del FBI por el "error inaceptable" de no investigar a Cruz.
El FBI ha reconocido que recibi¨® un aviso en el que le alertaban de un comentario en YouTube realizado por un usuario llamado Nikolas Cruz en el que se dec¨ªa "Voy a ser un tirador profesional en un colegio", pero que no llevaron a cabo las conexiones pertinentes.?
La tormenta pol¨ªtica desatada por el clamoroso fallo del FBI sube a¨²n m¨¢s la temperatura del debate sobre la necesidad de regular el acceso a las armas en Estados Unidos, una cuesti¨®n que el presidente Donald Trump intenta eludir. El mandatario viaj¨® este viernes por la tarde a la zona de la masacre y visit¨® un hospital donde tratan a heridos. Parkland se encuentra cerca de West Palm Beach, donde Trump tiene su mansi¨®n de retiro de fin de semana.
"Presidente Trump, ?por favor hagal algo! Acabo de pasar las ¨²ltimas dos horas preparando el funeral de mi hija. ?Cu¨¢ntos ni?os tienen que morir antes de que hagamos un cambio?". Lori Alhadeff perdi¨® a su hija Alyssa, de 15 a?os, en la matanza del instituto de Parkland, y clam¨® ante las c¨¢maras por que la Casa Blanca tomase medidas. En el discurso de seis minutos de Trump tras la tragedia provocada por un muchacho depresivo armado con un fusil, sin embargo, no se mencionaron ni una vez las armas.
A pesar de que la opini¨®n p¨²blica americana apuesta cada vez m¨¢s por un mayor control de las arma (51% lo ped¨ªa en una encuesta de Gallup en 2017, cinco puntos m¨¢s que en 2012) y de que la acumulaci¨®n de masacres evidencia el problema, el presidente esquiva el debate. En sus palabras a la naci¨®n sobre la sangr¨ªa provocada por el joven perturbado Nikolas Cruz, Trump prometi¨® "abordar el complejo asunto de la salud mental" y aumentar la seguridad en las escuelas. En noviembre, tras la matanza en una iglesia de Texas de otro hombre armado con fusil de asalto, dijo que no se trataba de "un problema de armas".
En un mensaje en Twitter, el presidente afirm¨® que trabajar¨¢ sobre el asunto con el Congreso "en muchos frentes" pero no precis¨® ninguno. Seg¨²n fuentes presidenciales citadas por el portal Axios, Trump ha dicho a sus asesores: "Debemos hacer algo" y les orden¨® que valorasen opciones. El mandatario es muy sensible al revuelo medi¨¢tico y siente la necesidad de actuar, pero no se espera que vaya m¨¢s all¨¢ de tomar medidas que refuercen los controles del historial de los compradores de armas y la vigilancia escolar.
A?os atr¨¢s Trump se mostr¨® partidario de regular el acceso a las armas de asalto. En 2012 incluso suscribi¨® las palabras de Obama despu¨¦s de la matanza de Newtown. Pero, siempre listo para orientar sus principios a la orilla que m¨¢s le conviene, durante la campa?a de 2016 pas¨® a defender que cuanta m¨¢s gente armada hubiera m¨¢s probable ser¨ªa frenar a los asesinos y se envolvi¨® en la Segunda Enmienda, que garantiza el derecho de armarse y es sagrada para el votante republicano. Durante su carrera electoral la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA en sus siglas en ingl¨¦s) lo apoy¨® con 30 millones de d¨®lares.
El miedo a perder el apoyo de su base, la otra mitad de americanos que se aferra al rifle, y las influencias de la poderosa industria de las armas mantienen a Trump y a los republicanos limitados en su reacci¨®n a las masacres, m¨¢s all¨¢ de lo que pueda dictarles en sus adentros el sentido com¨²n ¨Centre ellos Rick Scott: el gobernador que pide la renuncia del director del FBI es tambi¨¦n un hombre del c¨ªrculo de la NRA¨C. Otra estrella del partido, Marco Rubio, senador por Florida y financiado con m¨¢s de tres millones por la NRA, sostuvo despu¨¦s de la escabechina del instituto que leyes m¨¢s estrictas "no la habr¨ªan prevenido". Paul Ryan, l¨ªder de los republicanos en el Congreso, solo dijo que las regulaciones pueden tener "huecos". Ni la matanza de Texas en noviembre ni la de Las Vegas en octubre (58 muertos, la mayor registrada) han movido a los republicanos a cambiar el paso en cuanto a las armas. Mayor¨ªa en el Congreso, su medida m¨¢s rese?able ha sido favorecer que los due?os de armas puedan llevarlas consigo de Estado en Estado, algo que reclamaba con fuerza la NRA. Trump, por su parte, ha revocado una regulaci¨®n de Obama que obligaba a la Seguridad Social a dar datos de pacientes con problemas mentales al sistema nacional de registro de atecedentes criminales, empleado por el FBI para evitar que compren armas delincuentes.
Los dem¨®cratas, partidarios de la regulaci¨®n, llaman a reaccionar de una vez ante las masacres. El senador dem¨®crata por Florida Bill Nelson declar¨®: "Ya basta. ?Cu¨¢ndo va a ser el momento adecuado? ?Cu¨¢nta gente m¨¢s tiene que morir? Hay que ir a la raiz del problema y sacar los fusiles de asalto de nuestras calles". El expresidente Barack Obama, que durante su presidencia no logr¨® aunar el apoyo bipartito en el Congreso para poner coto a las armas, pidi¨® normas de control "con sentido com¨²n".
Nikolas Park, un exalumno del instituto expulsado el a?o pasado, hu¨¦rfano, con problemas mentales y en depresi¨®n sin tratamiento m¨¦dico, pudo comprar su fusil semiautom¨¢tico AR-15 sin ning¨²n problema gracias a la facilidad para comprar armas poderosas que hay en Florida. Pese a su car¨¢cter problem¨¢tico y la exhibici¨®n que hac¨ªa en las redes sociales de su obsesi¨®n por las armas y la violencia ning¨²n mecanismo se activ¨® para prevenir su estallido de sangre.
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