El conflicto por el agua en la sierra de Oaxaca se agrava por la pandemia
En 2017, un grupo armado destruy¨® el sistema de agua corriente de Ayutla. En plena crisis por el coronavirus, el Gobierno estatal dice que los jueces le impiden reconstruirlo
En la sierra de Oaxaca, en el sur de M¨¦xico, el pueblo de Ayutla vive la pandemia sin agua corriente. Resisten a cubetazos, con lo que recogen de las lluvias, todav¨ªa escasas en esta ¨¦poca del a?o. Si hay dinero, contratan camiones cisterna, si no, se acercan al viejo manantial, pese al riesgo de encontrarse a los otros, los agresores. Hasta hace tres a?os, Ayutla bajaba agua del manantial al pueblo con un sistema de tanques y tuber¨ªas. Pero los otros lo destruyeron. Ante la crisis del cor...
En la sierra de Oaxaca, en el sur de M¨¦xico, el pueblo de Ayutla vive la pandemia sin agua corriente. Resisten a cubetazos, con lo que recogen de las lluvias, todav¨ªa escasas en esta ¨¦poca del a?o. Si hay dinero, contratan camiones cisterna, si no, se acercan al viejo manantial, pese al riesgo de encontrarse a los otros, los agresores. Hasta hace tres a?os, Ayutla bajaba agua del manantial al pueblo con un sistema de tanques y tuber¨ªas. Pero los otros lo destruyeron. Ante la crisis del coronavirus, el Gobierno del Estado ha dicho que la reconstrucci¨®n no depende de ellos.
Los otros son un grupo de composici¨®n abstracta, fantasmag¨®rica. Son pobladores del pueblo vecino de Tamazul¨¢pam. O esbirros asalariados de Tamazul¨¢pam. O mercenarios con intereses en la regi¨®n, que se han aliado con vecinos de Tamazul¨¢pam. O una mezcla de las tres. En cualquier caso, Ayutla sabe que son agresivos y que no arreglan las cosas como se han arrelgado siempre en la regi¨®n: hablando.
Todo empez¨® en 2017. En mayo, los otros ocuparon a la fuerza las parcelas de m¨¢s de una veintena de vecinos de Ayutla, sumando unas 150 hect¨¢reas. A la fuerza: entraron con maquinaria pesada y les destruyeron sus cultivos. En junio, los otros atacaron a balazos a decenas de vecinos de Ayutla en la carretera. Los pobladores acompa?aban a investigadores de la fiscal¨ªa, que hab¨ªan acudido a la regi¨®n para investigar el despojo del mes anterior. Un hombre muri¨® y seis m¨¢s resultaron heridos. Hay un v¨ªdeo de aquel d¨ªa, donde se escuchan los disparos y la huida de los vecinos. En agosto, los otros secuestraron el manantial que surte al municipio y destruyeron sus tanques de agua y tuber¨ªas.
Ese mismo agosto, m¨¢s de medio centenar de vecinos de Ayutla acudieron al juzgado y promovieron un amparo para proteger su derecho a usar el agua del manantial. En primera instancia, el juez les dio la raz¨®n, pero los otros -esa vez, los otros parece que eran vecinos pac¨ªficos de Tamazul¨¢pam- recurrieron y un tribunal superior orden¨® al juez que reiniciara el proceso tomando en cuenta m¨¢s pruebas. El juez deb¨ªa resolver a finales de marzo, pero la pandemia ha retrasado todo. Mientras tanto, Ayutla sigue sin agua.
Desde 2017, el pueblo ha buscado al Gobierno estatal para que medie con los otros. Se han reunido decenas de veces estos a?os, a veces todos juntos, otras por separado, pero no han llegado a acuerdo alguno. Ni siquiera en mayo de 2019, cuando el gobernador, Alejandro Murat, del PRI, se present¨® ante la prensa anunciando, delante de vecinos de Ayutla y de Tamazul¨¢pam, que el conflicto estaba resuelto. No lo estaba. Nunca lo estuvo.
Han habido acercamientos. Ayutla acept¨® que el manantial, que hasta entonces solo les hab¨ªa surtido a ellos, surtiera tambi¨¦n a Tamazul¨¢pam. No es que los segundos no tuvieran derecho, lo tienen, pero nunca les hizo falta porque manejan otras fuentes de abastecimiento. Los ¨²nicos que dependen exclusivamente del manantial son los vecinos de Ayutla. Acordado lo anterior, el Gobierno inici¨® los trabajos, pero la forma disgust¨® al pueblo de Ayutla. En vez de empezar por reconstruir lo que los otros hab¨ªan destruido, lo hicieron al rev¨¦s. Iniciaron con la conexi¨®n del manantial a Tamazul¨¢pam. Y lo hicieron en terrenos de Ayutla. Indignados, los vecinos fueron de nuevo al juzgado y el juez orden¨® suspender las obras.
A finales del a?o pasado, tres vecinos de Tamazul¨¢pam fueron igualmente al juzgado y pidieron un amparo para que las futuras obras -en caso de que alg¨²n d¨ªa se alcance de verdad un acuerdo- no pasen por sus propios terrenos. El juez les dio la raz¨®n tambi¨¦n.
¡°Nos hacen ver como una pelea de indios¡±
Estas tres decisiones judiciales son la cueva ret¨®rica donde se refugia el Gobierno estatal. Despu¨¦s de las quejas de vecinos de Ayutla por la falta de agua en plena crisis por el virus, el Ejecutivo divulg¨® un comunicado la semana pasada en que defend¨ªa su incapacidad para cambiar las cosas. ¡°Para el Gobierno del Estado es de suma importancia acelerar la soluci¨®n del conflicto (...) Sin embargo, integrantes de ambos pueblos presentaron juicios de amparo con el fin de que el Gobierno del Estado no lleve a cabo los trabajos de conexi¨®n del agua a la otra comunidad¡±.
Adem¨¢s de ser discutible, lo anterior obvia algo esencial: Tamazul¨¢pam cuenta con otras fuentes de abastecimiento de agua, Ayutla no. El comunicado plantea que devolverle el agua a Ayutla es imposible porque as¨ª lo dice un juez, pero lo ¨²nico que hizo el juez es detener las obras que hab¨ªa iniciado el propio Gobierno. Cualquier otro plan de conexi¨®n que no afecte los intereses de los vecinos de ambos pueblos es realizable. Por ejemplo, rehacer el sistema de Ayutla, el sistema de tanques y tuber¨ªas que los otros destruyeron en 2017.
Francisco Vallejo, vocero del Gobierno estatal, dice: ¡°No es un tema de voluntad. Nosotros hemos intentado actuar, pero lo que decide el juez no permite que el estado siga con la reconexi¨®n del agua. El intervenir en un conflicto que se est¨¢ desarrollando en tribunales tiene implicaciones para quien toma la decisi¨®n. Parece que es un tema f¨¢cil, pero la realidad es que los servidores p¨²blicos podr¨ªan incurrir en violaciones de ley y empeorar el problema¡±.
El comunicado del Gobierno de Alejandro Murat presentaba adem¨¢s un equilibrio entre los actores que no existe fuera del papel. Dice que Ayutla y Tamazul¨¢pam ¡°est¨¢n en permanente conflicto por un territorio (...) que ha derivado incluso en conflictos armados¡±. Tambi¨¦n dice que ¡°desde hace algunos a?os, las comunidades disputan la propiedad de un manantial que abastece de agua a los dos pueblos¡±. Como si Ayutla y Tamazul¨¢pam partieran del mismo punto y no hubiera existido el despojo de tierras de mayo de 2017, ni la agresi¨®n a balazos de junio, ni el ataque contra el sistema hidr¨¢ulico en agosto.
Dice Vallejo: ¡°Oaxaca es un estado que tiene 570 municipios y m¨¢s de 300 se rigen de acuerdo a usos y costumbres. Son procesos internos de las comunidades y la actuaci¨®n del estado ah¨ª es de vigilante, acompa?amiento y orden legal. Este conflicto ha derivado en pleitos violentos y el estado debe garantizar la seguridad de ambas comunidades. Y de terceros¡±.
Para Sara M¨¦ndez, dirigente de Gobixha, una organizaci¨®n que ha seguido de cerca el conflicto estos a?os, el asunto es muy claro: ¡°Aqu¨ª tenemos una comunidad sometiendo a la otra por el agua¡±. M¨¦ndez particip¨® en una misi¨®n de observaci¨®n en la regi¨®n el a?o pasado y conoce la forma de actuar del Gobierno de Murat. ¡°Lo que hemos visto es que el Gobierno del estado resuelve as¨ª los conflictos: mesas de di¨¢logo donde no se dialoga, firmando acuerdos que no se cumplen¡±, critica.
Y¨¢snaya Aguilar, vecina de Ayutla, ling¨¹ista y columnista de esta casa, se ha implicado a profundidad en este proceso desde los eventos de 2017. Aguilar explica: ¡°Despu¨¦s del intento fallido de reconexi¨®n, nosotros seguimos presionando y mientras, el Gobierno del Estado ha tratado de hacer ver ante los medios que nosotros nos oponemos a nuestra reconexi¨®n¡±. Y matiza: ¡°No entendemos por qu¨¦ no hablan de todo lo que pas¨®, de que nos dinamitaron los tanques, por ejemplo. Nos hacen ver como que hay una pelea entre indios¡±.
Artemio Ort¨ªz, presidente municipal de Tamazul¨¢pam, prefiere no hablar a la distancia, porque siente que lo que ¨¦l diga no necesariamente recoge las opiniones de su pueblo. Invita a que se haga una visita a Tamazul¨¢pam y solo dice: ¡°La gente de aqu¨ª es pac¨ªfica, no es todo como lo pintan¡±.
Sequ¨ªa de justicia
En junio de 2017, cuando los otros atacaron a balazos a los vecinos de Ayutla, todos corrieron para ponerse a salvo. Decenas de personas huyeron por la carretera entre el plomo. En la confusi¨®n, los otros consiguieron retener a cuatro mujeres. A tres las mantuvieron secuestradas durante 36 horas y solo a una la liberaron algo antes, cuando ya hab¨ªan pasado 24.
En ese tiempo, los otros las agredieron, abusaron sexualmente de ellas. La fiscal¨ªa abri¨® una investigaci¨®n por la ¡°privaci¨®n ilegal de la libertad¡± de las mujeres y por agresiones que sufrieron. En entrevista telef¨®nica, el vicefiscal regional Alejandro Ram¨ªrez explica que de momento no hay detenidos, pero que ¡°ya se han judicializado algunas carpetas de investigaci¨®n¡±. Esto significa que ¡°la fiscal¨ªa ya reuni¨® pruebas para probar uno o varios hechos y presentar la investigaci¨®n ante el juez¡±.
Tampoco hay detenidos en el marco de las investigaciones que se iniciaron por el despojo de tierras, ni por la destrucci¨®n de las tuber¨ªas y los tanques de Ayutla. El vicefiscal Ram¨ªrez dice: ¡°Es un conflicto social de a?os. Principalmente por el manejo de las aguas en este pol¨ªgono. Tenemos varias carpetas por diferentes temas. La misma autoridad de Ayutla design¨® representantes de la comunidad. Y hay comunicaci¨®n con ellos. Hay algunas carpetas que ya se han judicializado¡±.