Estados Unidos afronta la mayor ola de protestas raciales desde el asesinato de Martin Luther King
Donald Trump arremete contra los gobernadores tras una noche de furia a las puertas de la Casa Blanca: ¡°Ten¨¦is que dominar la situaci¨®n, vais a quedar como unos imb¨¦ciles¡±
Una primavera negra de consecuencias imposibles de predecir se ha apoderado de Estados Unidos. Al menos 25 grandes ciudades del pa¨ªs afrontaron la noche del domingo bajo toque de queda ante el aumento en virulencia y extensi¨®n de las protestas contra el racismo en las fuerzas de seguridad tras la muerte de George Floyd. Im¨¢genes como las de una iglesia hist¨®rica en llamas frente a la Casa Blanca o el Ej¨¦rcito patrullando las calles de S...
Una primavera negra de consecuencias imposibles de predecir se ha apoderado de Estados Unidos. Al menos 25 grandes ciudades del pa¨ªs afrontaron la noche del domingo bajo toque de queda ante el aumento en virulencia y extensi¨®n de las protestas contra el racismo en las fuerzas de seguridad tras la muerte de George Floyd. Im¨¢genes como las de una iglesia hist¨®rica en llamas frente a la Casa Blanca o el Ej¨¦rcito patrullando las calles de Santa M¨®nica (California) marcaron la sexta jornada consecutiva de movilizaciones. Al menos una persona muri¨® en Louisville (Kentucky) y otras dos, en Los ?ngeles y en Nueva York, recibieron disparos. Se trata de la ola de protestas m¨¢s amplia, en extensi¨®n e intensidad, que recuerda este pa¨ªs desde el asesinato del hist¨®rico ativista Martin Luther King, en 1968. Este lunes, Donald Trump acus¨® a los gobernadores de ¡°d¨¦biles¡± y les pidi¨® m¨¢s dureza.
Ha habido m¨¢s de 4.000 detenidos a lo largo del fin de semana, seg¨²n el recuento de Associated Press, y una lista interminable de saqueos, fuegos y escaramuzas, con m¨²ltiples heridos. Hasta 5.000 efectivos de la Guardia Nacional (el Ej¨¦rcito de reservistas bajo el mando de los gobernadores de cada Estado) patrullan por las calles de una docena de territorios. Fueron m¨¢s violentos los disturbios de 1992 en Los ?ngeles, por Rodney King, cuando murieron m¨¢s de 60 personas, pero no se extendieron por el resto del pa¨ªs, no salieron de esa ciudad. Tambi¨¦n ha habido crisis de violencia racial en 2014 en Ferguson, Missouri, y en 2015 en Baltimore, Maryland, pero nunca por todo el territorio estadounidense a la vez, durante tantos d¨ªas, y en aumento.
La ola de indignaci¨®n comenz¨® con la muerte del afroamericano George Floyd en una detenci¨®n brutal grabada en v¨ªdeo, pero se ha convertido en una protesta nacional contra el racismo sist¨¦mico de Estados Unidos, las fuerzas de seguridad y hasta Donald Trump, un presidente que no ha hecho nada por calmar las aguas. Este lunes por la ma?ana carg¨® contra los gobernadores en una reuni¨®n por videoconferencia: "Ten¨¦is que dominar la situaci¨®n, si no domin¨¢is, est¨¢is perdiendo el tiempo. Os van a arrollar, vais a quedar como una banda de gilipollas¡±, espet¨®, seg¨²n una grabaci¨®n a la que tuvo acceso la cadena CBS, citada por Reuters.
La ciudad de Washington acababa de vivir su noche m¨¢s violenta hasta ahora en esta crisis. La alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, decret¨® el toque de queda entre las 23.00 y las 6.00 (hora local) de este lunes. Tras entrar en vigor, la capital estadounidense estaba sumida en el caos. Los bomberos pudieron controlar un incendio en los s¨®tanos de la hist¨®rica iglesia de Saint John, frente a la Casa Blanca, conocida como ¡°la iglesia de los presidentes¡±, a la que Abraham Lincoln, el mandatario que aboli¨® la esclavitud, acud¨ªa a rezar.
Miles de manifestantes lograron llegar a las afueras de la Casa Blanca, pese al esfuerzo policial por bloquear las calles de acceso despu¨¦s de una tensa jornada. Los agentes lanzaron gases lacrim¨®genos durante horas para dispersar a la gente. ¡°Vinimos a mostrar nuestro apoyo a George Floyd por el abuso policial que sufri¨® y la polic¨ªa responde utilizando exceso de violencia¡±, se quejaba Maicy, afroamericana de 40 a?os, que viaj¨® desde Maryland a la capital estadounidense para protestar por segunda noche consecutiva. Hubo saqueos y destrozos en numerosos edificios de Washington. Y seg¨²n inform¨® la prensa estadounidense, el domingo, el presidente Donald Trump ya hab¨ªa pasado al menos una hora en un b¨²nker subterr¨¢neo durante los enfrentamientos, construido para usarlo en casos de emergencia como ataques terroristas.
M¨¢s protestas
En Minneapolis, Minnesota, miles de personas cortaban la autopista interestatal 35 cuando un cami¨®n cisterna avanz¨® contra la multitud a gran velocidad y desat¨® el p¨¢nico. El conductor fue sacado de la cabina del veh¨ªculo y golpeado, seg¨²n testigos citados por Reuters. Hubo hasta 150 arrestados en esa concentraci¨®n.
Los ?ngeles comenz¨® el domingo con un despliegue t¨¢ctico como no se hab¨ªa visto desde los disturbios por Rodney King. Fuerzas de todas las polic¨ªas de los municipios cercanos, las que dependen del sheriff, y la Guardia Nacional patrullaban las calles de la ciudad californiana. A mediod¨ªa, el alcalde de Los ?ngeles, Eric Garcetti; el jefe de polic¨ªa, Michel Moore; y el jefe de bomberos, Ralph Terrazas, dieron una rueda de prensa conjunta para advertir de que no se repetir¨ªan las escenas de violencia y saqueos del d¨ªa anterior. Las autoridades trataron de trasladar al mismo tiempo solidaridad con las protestas y la advertencia de que los grup¨²sculos violentos no ten¨ªan nada que ver con la reivindicaci¨®n de la mayor¨ªa de manifestantes y se actuar¨ªa contra ellos con la m¨¢xima contundencia.
Poco despu¨¦s, en la localidad de Santa M¨®nica ocurr¨ªa exactamente lo que se hab¨ªa anunciado que no se iba a permitir. Mientras unos centenares de personas protestaban pac¨ªficamente junto al conocido paseo de la playa, un grupo comenz¨® a asaltar tiendas del Santa M¨®nica Place, un centro comercial cercano, ante la pasividad de los agentes. Las im¨¢genes a¨¦reas de las televisiones locales mostraban con claridad que se trataba de grupos organizados que se mov¨ªan en coche. Bajaban, romp¨ªan cristales, sal¨ªan con la mercanc¨ªa que les cab¨ªa en las manos y se ocultaban de nuevo en el coche.
Situaciones como estas se repitieron por todo el pa¨ªs. En Birmingham, Alabama, los manifestantes derribaron una estatua confederada. En Nueva York, una gran manifestaci¨®n recorri¨® el puente de Brooklyn. Surgieron enfrentamientos que obligaron a cortar moment¨¢neamente los puentes con Manhattan y un peque?o incendio callejero. La polic¨ªa de la ciudad de los rascacielos detuvo a la hija del alcalde, Bill de Blasio, que tambi¨¦n participaba en las protestas. Los enfrentamientos continuaron de madrugada con saqueos en las tiendas del barrio del Soho. Una persona fue trasladada al hospital tras recibir un disparo.
En Atlanta, donde hace dos d¨ªas los manifestantes destrozaron la entrada de la sede de la cadena CNN, se volvieron a vivir escenas de tensi¨®n con el lanzamiento de gases lacrim¨®genos por parte de las fuerzas de seguridad. Dos agentes fueron despedidos por uso excesivo de la fuerza. En Louisville (Kentucky) las autoridades confirmaron que durante la madrugada del lunes muri¨® un hombre por disparos de la polic¨ªa despu¨¦s de que este abriera fuego primero, cuando trataban de dispersar una concentraci¨®n.
Esta crisis se desata a cinco meses de las elecciones presidenciales, en plena frustraci¨®n por las ¨®rdenes de cuarentena para frenar la pandemia del coronavirus y con un desempleo que ya alcanza la incre¨ªble cifra de 40 millones de personas.