Alexandria Ocasio-Cortez, la revoluci¨®n se somete a la rev¨¢lida
Las primarias de Nueva York, en las que la joven congresista ya no es la rebelde, son la primera prueba de la izquierda dem¨®crata tras Bernie Sanders
El tiempo vuela en el fren¨¦tico momento pol¨ªtico que vive Estados Unidos. De repente, la joven congresista Alexandria Ocasio-Cortez, la insobornable guardiana de las esencias de la izquierda, la que arrebat¨® la nominaci¨®n al establishment dem¨®crata pate¨¢ndose las calles y hablando el idioma de los barrios populares del Bronx y de Queens, est¨¢ en la pantalla recibiendo ataques de una rival que la acusa de estar obsesionada con la fama y de ignorar las necesidades reales de sus votantes, mientras ella...
El tiempo vuela en el fren¨¦tico momento pol¨ªtico que vive Estados Unidos. De repente, la joven congresista Alexandria Ocasio-Cortez, la insobornable guardiana de las esencias de la izquierda, la que arrebat¨® la nominaci¨®n al establishment dem¨®crata pate¨¢ndose las calles y hablando el idioma de los barrios populares del Bronx y de Queens, est¨¢ en la pantalla recibiendo ataques de una rival que la acusa de estar obsesionada con la fama y de ignorar las necesidades reales de sus votantes, mientras ella defiende su trabajo en Washington y su alianza con el centrista Joe Biden.
Alexandria Ocasio-Cortez, AOC para sus casi siete millones de seguidores en Twitter, sacudi¨® al Partido Dem¨®crata hace dos a?os al ganar la nominaci¨®n para la candidatura al Congreso por el distrito 14 de la ciudad de Nueva York. En una circunscripci¨®n eminentemente dem¨®crata, ganar la nominaci¨®n del partido pr¨¢cticamente equivale a obtener el esca?o en la C¨¢mara de Representantes, cosa que Ocasio-Cortez logr¨® en noviembre de 2018 con tan solo 29 a?os. Se convirti¨® en el paradigma de candidata rebelde, de c¨®mo una campa?a de base puede imponerse a las maquinarias de los partidos. Pero ahora es ella la que se enfrenta a una rebelde y defiende el statu quo.
El statu quo, claro, es diferente al que ella desafi¨®. Pero no es todo lo diferente que ella hubiera deseado: la ola azul de aquellas legislativas en la mitad del mandato de Trump, protagonizada por una movilizaci¨®n joven, femenina y progresista que llev¨® a Ocasio-Cortez y a otras hoy famosas congresistas de izquierdas al Capitolio, no ha llegado a transformar radicalmente el partido. La revoluci¨®n de Bernie Sanders, mentor pol¨ªtico de Ocasio-Cortez, volvi¨® a pinchar. Y hoy el candidato a enfrentarse a Trump en noviembre es un Joe Biden que b¨¢sicamente ofrece una vuelta al pasado.
La revoluci¨®n socialista no est¨¢, pues, ni se la espera. Pero el sanderismo defiende con raz¨®n que su movimiento, aunque el veterano senador no sea candidato a presidente, ha logrado cambiar el centro de gravedad del partido, como demuestra el hecho de que Biden, en colaboraci¨®n con Sanders, ha montado una serie de plataformas para definir el programa dem¨®crata, una de las cuales, la de cambio clim¨¢tico, copreside la propia Ocasio-Cortez.
Si no es prueba suficiente del poder que a¨²n ostenta el ala izquierdista del partido, n¨®tese el fervor con el que Wall Street se ha lanzado a financiar la campa?a de Michelle Caruso-Cabrera, experiodista de la CNBC de 53 a?os, y principal rival de Ocasio-Cortez en las primarias de este martes. Decenas de banqueros, inversores y consejeros delegados de empresas han realizado las contribuciones m¨¢ximas que permite la ley, 2.800 d¨®lares por persona, y la candidata ha recaudado algo m¨¢s de dos millones. Una cifra nada desde?able para una reci¨¦n llegada, pero modesta en comparaci¨®n con los m¨¢s de 10 millones que ha recaudado Ocasio-Cortez, seg¨²n el Financial Times, a base de peque?as donaciones de una media de 10 d¨®lares. El resultado de las primarias neoyorquinas de este martes, que se prev¨¦ que tarde en conocerse por el aumento del voto por correo debido a la pandemia del coronavirus, ser¨¢ una prueba de la influencia que mantiene en el partido y en la Gran Manzana la industria m¨¢s prominente de la ciudad, la de Wall Street.
No ser¨¢ la ¨²nica prueba. Tres de las cuatro congresistas a las que se conoce como ¡°the squad¡± (el escuadr¨®n) se enfrentan a primarias antes de las elecciones de noviembre, en las que los dem¨®cratas tambi¨¦n se juegan la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes que consiguieron hace dos a?os. J¨®venes, progresistas y de color, llegadas a la C¨¢mara baja en 2018, las legisladoras Rashida Tlaib e Ilham Omar tienen primarias en agosto en Michigan y en Minnesota. Pero el primer examen es el de Ocasio-Cortez. La prueba de fuego del squad, y del vigor del ala izquierdista del partido una vez despojada de su icono Bernie Sanders.
Alexandria se llama Jamaal
Muchas de las miradas est¨¢n puestas este martes en el distrito justo al norte del de Alexandria Ocasio-Cortez, donde se vive una batalla que recuerda a la que protagoniz¨® la hoy congresista hace dos a?os. Eliot Engel, el congresista que m¨¢s tiempo lleva representando a Nueva York, presidente del Comit¨¦ de Asuntos Exteriores de la C¨¢mara baja, se enfrentaba al joven Jamaal Bowman, exdirector de una escuela que nunca ha ocupado un cargo p¨²blico. Se trata de una nueva primaria que ha divido a los dem¨®cratas: pesos pesados del partido, como Nancy Pelosi o Hillary Clinton, han apoyado a Engel; figuras de la izquierda, como Elizabeth Warren o la propia Ocasio-Cortez, han respaldado a Bowman. El resultado medir¨¢ la capacidad del establishment del partido, en esta nueva etapa, de defenderse de los desaf¨ªos de la rebelde ala izquierda.