Una jueza ordena que la brigada de EE UU desplegada en Colombia suspenda sus actividades

El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, debi¨® haber pedido autorizaci¨®n al Congreso para la llegada de una brigada estadounidense que se encuentra desde el mes pasado en el pa¨ªs brindando asesor¨ªa el Ej¨¦rcito en operaciones antinarc¨®ticos. As¨ª por lo menos lo determin¨® una jueza del departamento de Cundinamarca, en el centro del pa¨ªs, al ordenar que los militares extranjeros suspendan sus actividades y el mandatario remita al Senado de la Rep¨²blica, en un plazo de 48 horas, ¡°toda la informaci¨®n y antecedentes relacionad...

El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, debi¨® haber pedido autorizaci¨®n al Congreso para la llegada de una brigada estadounidense que se encuentra desde el mes pasado en el pa¨ªs brindando asesor¨ªa el Ej¨¦rcito en operaciones antinarc¨®ticos. As¨ª por lo menos lo determin¨® una jueza del departamento de Cundinamarca, en el centro del pa¨ªs, al ordenar que los militares extranjeros suspendan sus actividades y el mandatario remita al Senado de la Rep¨²blica, en un plazo de 48 horas, ¡°toda la informaci¨®n y antecedentes relacionados con el ingreso, llegada y permanencia¡± de la brigada en cuesti¨®n.

El Senado podr¨¢ ejercer as¨ª su funci¨®n de control pol¨ªtico, se?ala el fallo de la magistrada Bertha Lucy Ceballos, del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, ante una acci¨®n interpuesta por un grupo de congresistas de diversos partidos. Los demandantes, que consideraban vulnerado su derecho a la participaci¨®n pol¨ªtica, incluyen a Iv¨¢n Cepeda, del Polo Democr¨¢tico; Antonio Sanguino, de la Alianza Verde; el izquierdista Gustavo Petro, rival de Duque en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, o varios miembros del partido FARC, con representaci¨®n en el legislativo por cuenta del acuerdo de paz. ¡°Me complace enormemente que la justicia en Colombia restaure nuestros derechos y nuestra soberan¨ªa¡±, celebr¨® Cepeda. ¡°Esperamos que el Congreso est¨¦ a la altura, y que niegue esa presencia invasora y hostil en nuestro territorio¡±, a?adi¨®.

En un escueto pronunciamiento, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, manifest¨® que el Gobierno es respetuoso de los fallos judiciales y de la independencia de poderes, y ¡°en consecuencia se dar¨¢ cumplimiento a la orden judicial¡±. Anunci¨®, sin embargo, que impugnar¨¢n la decisi¨®n, ya que consideran que la presencia estadounidense en actividades de asesor¨ªa, capacitaci¨®n y entrenamiento ¡°no requiere el permiso del Senado de la Rep¨²blica¡±.

A finales de mayo, la embajada de Estados Unidos y el Ministerio de Defensa informaron de la llegada a Colombia de una brigada norteamericana de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB, por sus siglas en ingl¨¦s), ¡°para ayudar a Colombia en su lucha contra narc¨®ticos¡±. De acuerdo con la embajada, el despliegue de esa unidad especializada, que comenz¨® a principios de junio, se extender¨ªa por varios meses. ¡°La misi¨®n de SFAB en Colombia es una oportunidad de mostrar nuestro compromiso mutuo contra el narcotr¨¢fico y el apoyo a la paz regional, el respeto de la soberan¨ªa y a la promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos¡±, declar¨® en su momento el almirante Craig Faller, comandante en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos.

Desde el anuncio, la llegada de las uniformados activ¨® recelos y suspicacias. Acrecentadas adem¨¢s por la estrategia de la Casa Blanca de intensificar la presi¨®n contra el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro en la vecina Venezuela. Varios congresistas se quejaron de no haber sido informados, y el presidente del Consejo de Estado, ?lvaro Namen, record¨® que el tr¨¢nsito de tropas extranjeras por el territorio nacional, de acuerdo con la Constituci¨®n, exige la intervenci¨®n de diversas autoridades. El Ejecutivo defendi¨® que el papel de los militares estadounidenses se enmarcaba en la cooperaci¨®n en la lucha contra el narcotr¨¢fico, y por tanto no equival¨ªa al tr¨¢nsito de tropas ni a una brigada de combate.

Colombia es el principal productor de coca¨ªna en el mundo. Despu¨¦s de haber alcanzado m¨¢ximos hist¨®ricos de 171.000 hect¨¢reas, los narcocultivos comienzan a mostrar una tendencia a la baja en el Gobierno Duque, marcado por un regreso al prohibicionismo. La superficie total destinada a la hoja de coca, materia prima de la coca¨ªna, pas¨® de 169.000 a 154.000 hect¨¢reas al cierre del a?o pasado, de acuerdo con el informe anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de Naciones Unidas (SIMCI).