El presidente de Bielorrusia acusa a Mosc¨² de impulsar una operaci¨®n para desestabilizar el pa¨ªs
Alexandr Lukashenko carga contra Mosc¨² y occidente y se presenta como garante de la estabilidad de cara a las presidenciales del domingo
Contra todos. Aleksandr Lukashenko, que ha gobernado Bielorrusia con pu?o de hierro durante m¨¢s de un cuarto de siglo, ha acusado a Rusia y a Occidente de maniobrar y entrometerse en la pol¨ªtica interna del pa¨ªs. Lukashenko, que se enfrenta este domingo a unas elecciones presidenciales que por primera vez en a?os le suponen un serio desaf¨ªo, ha asegurado que se dejar¨¢ la piel para ¡°proteger¡± a la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica de la oposici¨®n a quien describi¨® como ¡°maestros titirit...
Contra todos. Aleksandr Lukashenko, que ha gobernado Bielorrusia con pu?o de hierro durante m¨¢s de un cuarto de siglo, ha acusado a Rusia y a Occidente de maniobrar y entrometerse en la pol¨ªtica interna del pa¨ªs. Lukashenko, que se enfrenta este domingo a unas elecciones presidenciales que por primera vez en a?os le suponen un serio desaf¨ªo, ha asegurado que se dejar¨¢ la piel para ¡°proteger¡± a la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica de la oposici¨®n a quien describi¨® como ¡°maestros titiriteros¡± que quieren destruir el pa¨ªs y que est¨¢n controlados desde el exterior. ¡°Sab¨¦is que vuestra vida para m¨ª es algo sagrado. Olvidaos de lo dem¨¢s¡±, ha dicho vehemente el l¨ªder autoritario en un discurso sobre el estado de la naci¨®n televisado, que este martes ha transformado en un enorme acto de campa?a.
El l¨ªder bielorruso trat¨® de alertar contra una ¡°revoluci¨®n de color¡± (como se ha denominado a levantamientos en Georgia, Ucrania o Kirguist¨¢n) respaldada por Mosc¨². En un discurso de una hora y media, p¨¢lido y sudoroso, Lukashenko acus¨® a Rusia, sin mencionarlo directamente, de haber enviado mercenarios para desestabilizar el pa¨ªs. ¡°Han decidido probar nuevas formas de revoluci¨®n contra nosotros, pero no funcionar¨¢¡±, remarc¨®.
La semana pasada el KGB bielorruso detuvo a 33 ciudadanos rusos que aseguro que eran contratistas militares de la oscura compa?¨ªa Wagner y les ha acusado de planear ¡°actos terroristas¡± para tratar de desestabilizar el pa¨ªs de cara a las elecciones de este domingo. ¡°Hasta ahora no ha habido guerra abierta ni tiroteos¡ pero un intento de organizar una masacre en el centro de Minsk ya es obvio¡±, ha asegurado sin aludir a ninguna prueba.
Lukashenko, que tambi¨¦n carg¨® contra Estados Unidos y la Uni¨®n Europea ¡°que quieren ser los amos del mundo¡±, advirti¨® a Mosc¨² que esas tensiones pueden extenderse a trav¨¦s de la frontera y engullir a Rusia. ¡°Explotar¨¢ de tal manera que reverberaba hasta en Vladivostok¡±, ha dicho Lukashenko. Una referencia con doble sentido ya que ahora bullen las protestas en el lejano Oriente ruso, muy cerca de esa ciudad portuaria, que tambi¨¦n ha acogido peque?as manifestaciones.
El l¨ªder bielorruso, de 65 a?os, y que la semana pasada asegur¨® que hab¨ªa tenido coronavirus pero ¡°un caso asintom¨¢tico¡±, se mostr¨® p¨¢lido y en ocasiones sudoroso durante el discurso. Algo que suscit¨® los comentarios de la oposici¨®n y en las redes sociales, donde se especul¨® sobre la enfermedad de Lukahsenko. No ser¨ªa su ¨²nica vulnerabilidad. El hombre a quien a menudo se conoce como ¡°el ¨²ltimo dictador de Europa¡±, que ha explotado la posici¨®n geogr¨¢fica de ¡®amortiguador¡¯ de Bielorrusia entre Rusia y Occidente y que ha vivido una larga etapa de estabilidad y una cierta prosperidad, sobre todo gracias a los acuerdos ventajosos para comprar petr¨®leo a buen precio y venderlo a Occidente con un margen de beneficio, enfrenta ahora un momento muy complicado.
En Bielorrusia est¨¢n prohibidas las encuestas de opini¨®n y sondeos electorales, pero el descontento ciudadano por la crisis econ¨®mica y por su gesti¨®n del coronavirus es palpable. Y eso ha sabido capitalizarlo la oposici¨®n, encabezada por Svetlana Tijan¨®vskaya, una ex profesora que se convirti¨® en candidata cuando las autoridades arrestaron a su esposo, un popular bloguero, y le impidieron concurrir a las presidenciales, y a la que se han sumado los equipos de los otros dos opositores ¡®fuertes¡¯, tambi¨¦n vetados. Tijan¨®vskaya propone en su programa electoral celebrar unas elecciones ¡°libres¡± en seis meses y liberar a todos los presos pol¨ªticos.
¡°Pobres chicas¡±, ha dicho Lukashenko en referencia a Tijan¨®vskaya y las otras dos mujeres que representan a la oposici¨®n y que forman un trio vistoso y poderoso. ¡°No saben lo que dicen ni lo que hacen pero nosotros sabemos qui¨¦nes est¨¢n detr¨¢s de ellas¡±, ha recalcado.
Rotos los acuerdos energ¨¦ticos y comerciales con Mosc¨², Minsk, que se ha convertido en extremadamente dependiente de los beneficios de esos pactos, est¨¢ en un momento econ¨®mico delicado. Rusia lo sabe. Y Lukashenko lo tiene claro, as¨ª que en su discurso ha intentado combinar la cr¨ªtica sobre supuestos complots ¡ªsobre todo para consumo interno¡ª con la mano tendida al aliado con el que ahora los v¨ªnculos est¨¢n bastante tensos. ¡°Rusia siempre ha sido y seguir¨¢ siendo nuestro aliado cercano, independientemente de qui¨¦n est¨¦ en el poder en Bielorrusia o en Rusia¡±, ha dicho el presidente bielorruso.
Reservistas, convocados
Lukashenko, en su discurso a la naci¨®n, asegur¨® que duplicar¨ªa los salarios en los pr¨®ximos cinco a?os y proteger¨ªa las pensiones. Poco despu¨¦s, el Ministerio de Defensa lanz¨® una convocatoria para los reservistas para dos d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, el 11 de agosto, para unas maniobras en la regi¨®n de Vitebsk (frontera con Rusia). Minsk ha asegurado que la programaci¨®n de los ejercicios no son esenciales sino de ¡°naturaleza regular¡±. Maniobras que han provocado las sospechas y han encendido las alertas de la oposici¨®n.
En estas presidenciales no estar¨¢ presente el personal de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa, que no han reconocido como justa y libre ninguna de las elecciones en la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica de 9,4 millones de habitantes desde 1995. La OSCE ha informado de que no enviar¨¢ a observadores porque Minsk no curs¨® una invitaci¨®n a tiempo.