Un Kennedy nunca perd¨ªa en casa... hasta ahora

Era el ¨²nico Kennedy de la cuarta generaci¨®n que estaba en pol¨ªtica desde que accedi¨® al Congreso de Estados Unidos como representante en las elecciones de 2012. Desde el martes por la noche, tiene el triste honor de ser el primer miembro de la dinast¨ªa pol¨ªtica en perder unas elecciones en el Estado de Massachusetts desde 1947. Con m¨¢s del 54% de los votos escrutados, Joseph Joe Kennedy III, de 39 a?os, tir¨® la toalla en las primarias al Senado y llam¨® a su contrincante, Edward Markey, de 74, para darle la victoria en una de las ...

Era el ¨²nico Kennedy de la cuarta generaci¨®n que estaba en pol¨ªtica desde que accedi¨® al Congreso de Estados Unidos como representante en las elecciones de 2012. Desde el martes por la noche, tiene el triste honor de ser el primer miembro de la dinast¨ªa pol¨ªtica en perder unas elecciones en el Estado de Massachusetts desde 1947. Con m¨¢s del 54% de los votos escrutados, Joseph Joe Kennedy III, de 39 a?os, tir¨® la toalla en las primarias al Senado y llam¨® a su contrincante, Edward Markey, de 74, para darle la victoria en una de las contiendas m¨¢s tard¨ªas de la naci¨®n.

Quiz¨¢ no deber¨ªa de haber dado el paso de lanzarse ahora a por el ansiado Senado que su t¨ªo abuelo Ted Kennedy ocup¨® por casi cinco d¨¦cadas y que solo abandon¨® cuando perdi¨® la batalla contra el c¨¢ncer en 2009. Pero un sondeo de principios de agosto del a?o pasado mostraba que, en unas hipot¨¦ticas primarias, Kennedy lideraba la designaci¨®n por 17 puntos frente al veterano Markey. Antes de que acabase agosto, Joe Kennedy III proclamaba su candidatura.

Dicen que un Kennedy de Massachusetts que quiere ser senador es tan obvio como la sempiterna sopa de almejas que luce en todos los men¨²s de Nueva Inglaterra. Y sin embargo, en esta ocasi¨®n, al deseo le ha podido la realidad. De poco le ha valido la juventud, que ha sido un pasaporte para otros contendientes en otras carreras electorales en las que, reci¨¦n llegados, han desbancado al pol¨ªtico acomodado en el cargo. Y ahora se puede garantizar que el apoyo del establishment del Partido Dem¨®crata al fotog¨¦nico Kennedy, educado en Harvard, Stanford y un largo etc¨¦tera de prestigiosos centros, ha jugado en su contra.

ADN familiar

Markey cont¨® desde el primer momento con la fuerza de la naturaleza pol¨ªtica que es para el ala m¨¢s izquierdista del Partido Dem¨®crata la joven congresista Alexandra Ocasio-Cortez. Junto a ella, Markey -siempre calzando sus deportivas Nike blancas y rojas, en un gui?o a los Red Sox de b¨¦isbol- anunci¨® su apoyo al plan del New Green Deal. Puede que aquel fuera el momento en el que la derrota de Kennedy qued¨® sellada. ¡°La victoria de esta noche es un tributo para todos los j¨®venes¡±, dec¨ªa el martes por la noche el septuagenario tras ganar.

Incluso su apellido ha lastrado su campa?a. Lo que deber¨ªa haber jugado a favor como una marca registrada de buen pol¨ªtico, con un presidente y varios senadores en el ADN familiar, le ha merecido la cr¨ªtica de que daba la victoria por hecha, como si se tratara de una herencia vitalicia. En las redes sociales se le calificaba como ¡°el pr¨ªncipe privilegiado¡±.

Repudiar el alcohol

Joe, apodado el lechero en su etapa universitaria por adorar la leche y repudiar el alcohol, es un Kennedy at¨ªpico. Este hombre alto de pelo rojo ensortijado asegura que puede contar todas las cervezas que se ha bebido en su vida: dos. ¡°Beb¨ª una para celebrar mi cumplea?os n¨²mero 21 y otra cuando me gradu¨¦ en la universidad¡±. Tambi¨¦n vive, hasta el momento, una vida libre de drama. Quienes le han seguido en la campa?a electoral afirman que las cabezas se giran a su paso cuando entra en una habitaci¨®n. Quiz¨¢ porque la gente intuye que parte de una leyenda viva ha entrado en escena. Quiz¨¢ por su alta estatura y su andar seguro. Sin ning¨²n quiz¨¢: porque es un Kennedy.

Abogado, felizmente casado con Lauren Anne Birchfield y padre de dos hijos, en su id¨ªlica vida no hay lugar para el whisky irland¨¦s que marc¨® la carrera a la Casa Blanca de su t¨ªo abuelo Ted Kennedy tras un tr¨¢gico accidente en Chappaquiddick. La noche del 18 de julio de 1969 siempre pes¨® como una losa para el conocido como el le¨®n del Senado. Ted Kennedy abandon¨® una fiesta junto a la joven Mary Jo Kopechne. El coche en el que ambos viajaban volc¨® al cruzar un puente y el joven senador abandon¨® el veh¨ªculo y tard¨® m¨¢s de 10 horas en contactar con la polic¨ªa. La joven muri¨® ahogada atrapada en el autom¨®vil.

El ¨²nico drama, la ¨²nica tragedia, el esc¨¢ndalo que ha sufrido Joe Kennedy III es haber dado un fat¨ªdico titular: un Kennedy pierde por primera vez desde 1947 unas elecciones en Massachusetts. Y de eso se puede recuperar.

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