Iv¨¢n Duque militariza la pol¨ªtica ambiental de Colombia
Mientras el mandatario exhibe la biodiversidad del pa¨ªs ante la ONU, Fuerzas Militares tienen 22.000 hombres dedicados a tareas de conservaci¨®n
El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, aprovech¨® esta semana su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para postularse como un l¨ªder en asuntos ambientales. En su intervenci¨®n del martes, reconoci¨® la p¨¦rdida acelerada de biodiversidad como una de las grandes problem¨¢ticas mundiales para destacar a ...
El presidente de Colombia, Iv¨¢n Duque, aprovech¨® esta semana su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para postularse como un l¨ªder en asuntos ambientales. En su intervenci¨®n del martes, reconoci¨® la p¨¦rdida acelerada de biodiversidad como una de las grandes problem¨¢ticas mundiales para destacar a Colombia como una potencia que cuenta con la mitad de los p¨¢ramos del planeta y un 30% de su territorio cubierto por selva amaz¨®nica. ¡°Hemos dado una lucha contra la deforestaci¨®n como en ning¨²n otro momento de la historia de nuestro pa¨ªs, por lo que incluimos la defensa del medio ambiente como un prop¨®sito de seguridad nacional¡±, proclam¨®.
¡°Es as¨ª como hemos reducido la deforestaci¨®n en un 19% en los ¨²ltimos dos a?os y, por medio de la campa?a Artemisa, ejecutado nuestra decisi¨®n de hacer de la diversidad un activo estrat¨¦gico¡±, enfatiz¨® como parte de su llamado a mejorar la cooperaci¨®n ambiental y construir un mundo m¨¢s sostenible. En un a?o marcado a fuego por la pandemia, Colombia ya hab¨ªa sido elegida en junio como ¡°anfitri¨®n¡± del D¨ªa Mundial del Medio Ambiente, promovido tambi¨¦n por Naciones Unidas.
En ese horizonte id¨ªlico que dibuj¨® el mandatario, sin embargo, se presentan oscuros nubarrones. Abundan los motivos de preocupaci¨®n. Colombia lidera por mucho la lista negra de asesinatos de l¨ªderes ambientales en la regi¨®n m¨¢s peligrosa del mundo para los defensores de la tierra, de acuerdo con el m¨¢s reciente informe de la organizaci¨®n ecologista Global Witness presentado el pasado julio. En 2019 fueron asesinados 64 ecologistas, la mayor cifra reportada para el pa¨ªs y m¨¢s del doble con respecto a la del 2018. En un rango m¨¢s amplio, sigue siendo el pa¨ªs de Am¨¦rica Latina donde se asesinan a m¨¢s defensores de derechos humanos, como advert¨ªa en marzo la propia ONU.
Los bosques y selvas tropicales que revisten la mitad del territorio colombiano siguen bajo asedio. Aunque en 2018 la deforestaci¨®n se redujo en un 10% y en 2019 en un 19%, como destaca el mandatario colombiano, con 158.894 hect¨¢reas de bosque destruidas el a?o pasado las cifras siguen siendo alarmantes. Y a pesar de los casi cinco meses con medidas de confinamiento en vigor por cuenta de la emergencia sanitaria, las mafias y los acaparadores de tierras no se sumaron a la cuarentena. Los ambientalistas han advertido que la deforestaci¨®n ¨Cla principal causa de cambio clim¨¢tico en el pa¨ªs¨C este a?o ha estado desbocada, y los incendios forestales se han disparado afectando importantes enclaves de biodiversidad. El Gobierno se ha comprometido a mantenerla en l¨ªmites de hasta 100.000 hect¨¢reas o menos para el 2025, y 155.000 hect¨¢reas o menos para el 2022.
Colombia atraviesa una transici¨®n hist¨®rica cuatro a?os despu¨¦s de sellar un acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC. Las expectativas sobre los dividendos ambientales del pacto eran altas. Sin embargo, el desarme de los rebeldes y la implementaci¨®n no han tra¨ªdo, hasta ahora, buenas noticias para el ambiente, advert¨ªa un reciente informe de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz (FIP). ¡°En distintas regiones del pa¨ªs aument¨® la deforestaci¨®n y se intensificaron econom¨ªas ilegales como los cultivos il¨ªcitos, la miner¨ªa y el tr¨¢fico de madera¡±, apunta el centro de pensamiento en su informe Fuerzas militares y la protecci¨®n del ambiente. ¡°Grupos armados ilegales y facciones del crimen organizado han consolidado su influencia sobre las ¨¢reas de especial importancia ecol¨®gica¡±, alerta. ¡°Adem¨¢s, los homicidios y las amenazas contra las autoridades ambientales (en especial los funcionarios de Parques Nacionales Naturales) y otros l¨ªderes ambientales se han incrementado, lo que genera gran preocupaci¨®n¡±.
El peso de la guerra
La herencia de la guerra todav¨ªa pesa. En medio del reacomodo de los grupos armados ilegales en territorios remotos, las disidencias de las FARC que se apartaron del proceso de paz han distribuido panfletos amenazantes en los que rechazan los proyectos de cooperaci¨®n ambiental y expulsaron a comienzos de este a?o de al menos cinco ¨¢reas protegidas en la regi¨®n amaz¨®nica a los guardaparques.
En ese contexto, las Fuerzas Militares han cobrado protagonismo en la protecci¨®n del ambiente, con 22.000 de sus integrantes dedicados a esa tarea. El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo ¨Cbajo crecientes cr¨ªticas por los cotidianos excesos de los uniformados¨C, incluso anunci¨® la creaci¨®n de una Fuerza de Tarea Ambiental. Bajo la campa?a Artemisa a la que se refiri¨® el presidente Duque ante la ONU se ha visto c¨®mo las tropas incursionan en Parques Nacionales Naturales como Picachos, Chiribiquete, La Macarena y La Paya, se?ala la FIP, al detenerse en los roles, riesgos y oportunidades que se presentan cuando los militares participan tan activamente en la protecci¨®n de la biodiversidad.
Colombia, a pesar de sus particularidades, no es una excepci¨®n. En distintos pa¨ªses se presenta una tendencia creciente a la ¡°militarizaci¨®n verde¡±, como se conoce el papel de los uniformados en labores de conservaci¨®n y preservaci¨®n. Pero aunque los efectos son prometedores en algunos lugares, se?ala el an¨¢lisis de la FIP, en otros han sido contraproducentes.
Puede aumentar el riesgo sobre los guardaparques, quienes en medio de la confrontaci¨®n y el fuego cruzado ¡°pueden ser vistos como informantes o ¡®aliados¡¯ de las Fuerzas Militares¡±. Por eso, entre sus recomendaciones incluye mejorar el relacionamiento entre las autoridades ambientales y las militares, fortalecer la capacidad de esas autoridades ambientales y avanzar en la implementaci¨®n de los mecanismos y estrategias incluidas en el acuerdo de paz.
A ese complejo panorama se suma que el Gobierno, a trav¨¦s tambi¨¦n del ministerio de Defensa, se propone regresar a las controvertidas fumigaciones a¨¦reas con glifosato para errradicar los cultivos il¨ªcitos, un paso rechazado, entre muchos otros grupos, por los ecologistas. ¡°En t¨¦rminos ambientales, la aspersi¨®n a¨¦rea puede impulsar la expansi¨®n de la deforestaci¨®n en puntos cr¨ªticos de biodiversidad¡±, advert¨ªa este mes un comunicado conjunto de WWF y otra decena de organizaciones. ¡°Puede tener efectos en fuentes h¨ªdricas y bosques nativos, debido a que este herbicida no es selectivo¡±.