La UE relega la lucha contra el cambio clim¨¢tico en sus acuerdos con Mercosur
Greenpeace denuncia que el pacto pol¨ªtico, mantenido en secreto desde hace dos a?os, no incluye cl¨¢usulas vinculantes sobre protecci¨®n medioambiental
El acuerdo de Asociaci¨®n entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) potenciar¨¢ previsiblemente las relaciones comerciales y pol¨ªticas entre ambos bloques pero dif¨ªcilmente contribuir¨¢ a salvar la Amazonia u otros ecosistemas amenazados en los pa¨ªses firmantes. El texto negociado, mantenido en secreto desde hace dos a?os, deja la protecci¨®n del medioambiente fuera de los ¡°elementos esenciales¡± cuya violaci¨®n conllevar¨ªa a la suspensi¨®n del acuerdo. El Tratado solo reserva el control m¨¢s estricto al respeto de los principios democr¨¢ticos, los derechos humanos, las libertades ...
El acuerdo de Asociaci¨®n entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) potenciar¨¢ previsiblemente las relaciones comerciales y pol¨ªticas entre ambos bloques pero dif¨ªcilmente contribuir¨¢ a salvar la Amazonia u otros ecosistemas amenazados en los pa¨ªses firmantes. El texto negociado, mantenido en secreto desde hace dos a?os, deja la protecci¨®n del medioambiente fuera de los ¡°elementos esenciales¡± cuya violaci¨®n conllevar¨ªa a la suspensi¨®n del acuerdo. El Tratado solo reserva el control m¨¢s estricto al respeto de los principios democr¨¢ticos, los derechos humanos, las libertades fundamentales o la proliferaci¨®n de armas de destrucci¨®n masivas.
La organizaci¨®n Greenpeace tiene previsto difundir este viernes un borrador del Acuerdo de Asociaci¨®n, que se anunci¨® en junio de 2019 tras 20 a?os de negociaciones, en el que no aparece ninguna cl¨¢usula que garantice el car¨¢cter vinculante del respeto a los compromisos internacionales en el ¨¢rea de medioambiente. El documento, de 58 p¨¢ginas, menciona el Acuerdo de Par¨ªs y recoge la importancia de un desarrollo econ¨®mico sostenible. Pero no prev¨¦ ninguna medida de presi¨®n en caso de que alguno de los Estados perteneciente al ¨¢rea de libre comercio se aleje de los criterios sobre protecci¨®n de la naturaleza o de la reducci¨®n de emisiones de di¨®xido de carbono.
La filtraci¨®n del texto llega en un momento muy delicado porque el Acuerdo de Asociaci¨®n se encuentra en proceso de ratificaci¨®n y varios socios de la UE se resisten a su entrada en vigor definitiva. El descarrilamiento del Acuerdo podr¨ªa frustrar uno de los mayores ejercicios de liberalizaci¨®n comercial acometidos por Bruselas, cuya negociaci¨®n se prolong¨® durante 20 a?os (1999-2019). La entrada en vigor del Acuerdo es una prioridad para la mayor¨ªa de los socios europeos, sobre todo, para aquellos que, como Espa?a, impulsaron su puesta en marcha y contribuyeron decididamente al pacto final.
Ambas partes conf¨ªan en multiplicar un comercio bilateral que supera los 80.000 millones de euros al a?o, pero que est¨¢ lastrado por barreras tarifarias. La parte comercial del Acuerdo suprimir¨ªa el 91% de los aranceles que gravan las exportaciones de bienes de un bloque a otro.
El pacto levanta sin embargo inquietud en algunos sectores europeos, como el agr¨ªcola y el ganadero. Y preocupa a las organizaciones medioambientales, por su presunta falta de rigor en esa materia.
Los pa¨ªses reacios a ratificar el acuerdo, como Francia, tambi¨¦n se aferran a esa laxitud en materia medioambiental como posible argumento para intentar evitar la ratificaci¨®n. Francia considera que el acuerdo no ofrece a la UE las medidas de presi¨®n necesarias ante Gobiernos como el del presidente brasile?o Jair Bolsonaro, a quien Par¨ªs acusa de no haber respetado sus compromisos internacionales sobre lucha contra el cambio clim¨¢tico y protecci¨®n de la biodiversidad. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y Bolsonaro mantuvieron un duro rifirrafe diplom¨¢tico en el verano de 2019 a cuenta de los incendios de esa ¨¦poca en la selva amaz¨®nica.
Bruselas insiste desde hace dos a?os en que el Acuerdo de Asociaci¨®n recoge los compromisos de ambas partes con el Protocolo de Par¨ªs (que fija los objetivos de lucha contra el cambio clim¨¢tico) y que Brasil, como parte firmante, asume esos compromisos y la lucha contra la deforestaci¨®n. Pero la Comisi¨®n Europea solo ha publicado la parte comercial del acuerdo y mantiene la confidencialidad de la parte pol¨ªtica donde, presuntamente, aparecer¨ªan los compromisos de Brasil y el resto de firmantes.
El borrador facilitado por Greenpeace se?ala que el Acuerdo podr¨¢ suspenderse si alguna de las partes incumple sus obligaciones en cuanto a los puntos considerados ¡°elementos esenciales¡±. Pero el Tratado solo coloca en esa categor¨ªa de m¨¢xima protecci¨®n a los puntos relacionados con derechos fundamentales o con la proliferaci¨®n del armamento m¨¢s mort¨ªfero. Las posibles violaciones en otras ¨¢reas, incluida la medioambiental, se someter¨ªan a un proceso de conciliaci¨®n y arbitraje. Y solo en casos extremos se podr¨ªa llegar a la suspensi¨®n de ciertas partes del Acuerdo pero no de todo el conjunto como en el caso de los elementos esenciales.
J¨¹rgen Knirsch, experto en Comercio de Greenpeace, considera que ¡°el acuerdo acelerar¨ªa la destrucci¨®n del Amazonas, desencadenando un caos clim¨¢tico y la aniquilaci¨®n de un gran n¨²mero de especies¡±. Knirsch cree que ¡°en pleno siglo XXI, los acuerdos internacionales deben incluir como parte esencial la protecci¨®n de la naturaleza y de los pueblos y no como algo simplemente deseable¡±.
El Acuerdo de Asociaci¨®n establece el marco de di¨¢logo y cooperaci¨®n pol¨ªtica entre la UE y los cuatro socios de Mercosur. El texto, en su parte pol¨ªtica, fue pactado en junio de 2018. Y un a?o despu¨¦s se logr¨® tambi¨¦n cerrar el cap¨ªtulo comercial, base de la mayor ¨¢rea de liberalizaci¨®n comercial creada por la UE en el ¨¢mbito internacional. Los dos bloques se encuentran en proceso de ratificaci¨®n de los acuerdos, un proceso imprescindible para su entrada en vigor definitiva.