Un kilo de arroz por un salario m¨ªnimo: la hiperinflaci¨®n se dispara de nuevo en Venezuela
El alza de los precios, contenida durante la pandemia, se acelera por la reapertura comercial y los gastos del Gobierno en las ayudas de fin de a?o
En Venezuela se necesita m¨¢s de un mill¨®n de bol¨ªvares para comprar un d¨®lar. Y es la segunda vez en los ¨²ltimos dos a?os que se dan estas cifras. La hiperinflaci¨®n termin¨® de devorar a la divisa local y el incendio en la precaria econom¨ªa venezolana sigue activo. El preocupante indicador sit¨²a a la venezolana entre las crisis inflacionarias m¨¢s duraderas de la historia econ¨®mica moderna, solo superada en la regi¨®n por la que...
En Venezuela se necesita m¨¢s de un mill¨®n de bol¨ªvares para comprar un d¨®lar. Y es la segunda vez en los ¨²ltimos dos a?os que se dan estas cifras. La hiperinflaci¨®n termin¨® de devorar a la divisa local y el incendio en la precaria econom¨ªa venezolana sigue activo. El preocupante indicador sit¨²a a la venezolana entre las crisis inflacionarias m¨¢s duraderas de la historia econ¨®mica moderna, solo superada en la regi¨®n por la que vivi¨® Nicaragua entre 1986 y 1991. En noviembre se cumplieron tres a?os desde que el pa¨ªs petrolero comenz¨® a registrar, mes a mes, tasas de m¨¢s del 50% de inflaci¨®n que han tra¨ªdo un catastr¨®fico aumento de la pobreza.
Despu¨¦s de algunos meses de aparente desaceleraci¨®n del alza de precios por la reducci¨®n del consumo, durante el confinamiento decretado por la pandemia de coronavirus, la inflaci¨®n vuelve a tomar fuerza por la presi¨®n del gasto para el pago de bonificaciones especiales que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro suele ingresar a finales de a?o y de la campa?a electoral para las cuestionadas elecciones parlamentarias de este domingo, en las que el chavismo se dispone a recuperar el control de la Asamblea Nacional. El indicador volvi¨® a desbocarse en noviembre.
¡°El Gobierno se qued¨® sin ingresos, porque la industria petrolera est¨¢ destruida, porque no est¨¢ recaudando impuestos y no tiene acceso a los mercados internacionales. Cualquier iniciativa que tenga, tendr¨¢ que financiarla con dinero del Banco Central de Venezuela. No tiene fuentes leg¨ªtimas de financiamiento y lo que le queda es emitir esa cantidad de dinero¡±, explica el economista Omar Zambrano, del think tank Anova.
Ese rebote del alza de los precios se siente en la calle, donde la flexibilizaci¨®n de la cuarentena que orden¨® Maduro por las fiestas navide?as no ha generado un aumento significativo del consumo. Pero en la ¨²ltima semana de noviembre, el precio de los alimentos subi¨® casi un 40%, seg¨²n las mediciones de Comisi¨®n de Finanzas de la Asamblea Nacional. Con un salario m¨ªnimo mensual ¡ªque se aument¨® al triple el mes pasado, hasta poco m¨¢s de un d¨®lar¡ª solo se compra un kilo de arroz.
La subida vertiginosa del d¨®lar, moneda corriente en el pa¨ªs, es un quebradero de cabeza diario de los venezolanos, sobre todo de aquellos ¡ªuna enorme mayor¨ªa¡ª que percibe el salario en bol¨ªvares y tiene dificultad para acceder a la divisa estadounidense, cuya circulaci¨®n no es oficial y no est¨¢ pactada con Washington. ?lvaro Mu?oz es ingeniero inform¨¢tico y profesor universitario. A diario registra la depreciaci¨®n de sus ingresos como docente con doctorados en el escalaf¨®n m¨¢s alto de una universidad p¨²blica. Tiene claros los inmanejables ceros que lleva detr¨¢s el bol¨ªvar, con dos reconversiones en veinte a?os: la de Hugo Ch¨¢vez en 2008, que quit¨® tres ceros a la moneda, y la de Maduro en agosto de 2018, en la que se restaron otros cinco. En las conversaciones cotidianas este diciembre se escucha a muchos decir que, en realidad, un d¨®lar equivale a 100 billones de bol¨ªvares, con sus 14 ceros, si se le suman los ocho que se le han quitado en esas dos grandes devaluaciones. La abismal expresi¨®n num¨¦rica evidencia cu¨¢nto se ha empobrecido un pa¨ªs que a finales de los setenta fue una de las naciones m¨¢s ricas de Am¨¦rica Latina.
¡°Un profesor titular de dedicaci¨®n exclusiva, del m¨¢s alto nivel, gana 7,5 d¨®lares mensuales. El sueldo de un docente que reci¨¦n inicia su carrera es de cuatro d¨®lares. De ayer para hoy el sueldo se me devalu¨® un 14% por el salto del d¨®lar¡±, contaba hace unos d¨ªas Mu?oz. En tres a?os, la hiperinflaci¨®n no solo ha rebanado su salario, tambi¨¦n le hizo abandonar un segundo doctorado en Espa?a porque no pod¨ªa seguir pagando la matr¨ªcula. El profesor, de 54 a?os, sobrevive junto a su madre en Barquisimeto, en el este del pa¨ªs, gracias a las ayudas de una hermana que env¨ªa remesas desde Chile y a la cosecha que comparte con ¨¦l otro hermano agricultor. ¡°El sueldo no me alcanza para pagar el servicio de Internet. La ¨²ltima vez que compr¨¦ zapatos fue hace cuatro a?os¡±. En noviembre de 2017, su remuneraci¨®n mensual equival¨ªa a 62 d¨®lares. En 2018 se redujo a 46 d¨®lares, el a?o pasado eran solo 20 y este 2020 no llega a 10.
La ca¨ªda del poder adquisitivo de la moneda implica otra p¨¦rdida a¨²n m¨¢s dram¨¢tica: la del valor del trabajo y de la profesi¨®n. En t¨¦rminos pr¨¢cticos, Mu?oz lo explica as¨ª: una persona que hace delivery en bicicleta gana tres d¨®lares por entrega, que es lo que un profesor puede conseguir en un mes. Para Zambrano el pa¨ªs inici¨® una transici¨®n econ¨®mica sin cambio pol¨ªtico. ¡°Se tom¨® la decisi¨®n pol¨ªtica de dejar que la econom¨ªa se reduzca a su m¨ªnima expresi¨®n, sin motores de producci¨®n, donde se ven ciertos movimientos y transacciones para vender productos finales que se importan directamente de un Costco [una gran superficie] hasta Caracas. Esa es una econom¨ªa que deja muy poco al pa¨ªs y es solo la fracci¨®n de lo que fue¡±.
El economista se?ala que de ser un pa¨ªs petrolero el tama?o de la econom¨ªa venezolana se parece m¨¢s al de una isla del Caribe o un pa¨ªs centroamericano como Honduras. ¡°Esto va a seguir sometiendo a gran parte de la poblaci¨®n a condiciones socioecon¨®micas adversas y va seguir expulsando a la gente, porque no hay cama para tanta gente, no hay capacidad de absorber la masa laboral del pa¨ªs¡±.
Al cierre de 2020, Venezuela tendr¨¢ una econom¨ªa un 67,6% menor a la de 1999, seg¨²n c¨¢lculos de la firma Ecoanal¨ªtica, una inflaci¨®n del 6.500% y una tasa de desempleo del 54%, de acuerdo con las proyecciones de octubre del Fondo Monetario Internacional. Las ganancias del boom petrolero que hubo entre 2006 y 2012 se disolvieron totalmente a partir de la recesi¨®n que se vive desde 2013, cuando Maduro lleg¨® al poder tras la muerte de Ch¨¢vez y las crisis pol¨ªtica y econ¨®mica pisaron el acelerador.
?Dolarizaci¨®n?
Hace unas semanas, la agencia Bloomberg revel¨® que el Gobierno estaba evaluando con un grupo de bancos privados la posibilidad de formalizar la dolarizaci¨®n que existe de facto, impulsada por la hiperinflaci¨®n que lleva a la gente a deshacerse del bol¨ªvar. Hoy, los billetes de bol¨ªvares solo circulan en los autobuses del transporte p¨²blico. El d¨®lar es la moneda corriente en la Venezuela de 2020, luego de pasar 15 a?os con un f¨¦rreo control cambiario durante el cual estaba prohibido comprar divisas. ¡°La dolarizaci¨®n que hay ahora es incipiente y est¨¢ limitada a ciertos c¨ªrculos. Pero no hay un sistema financiero en d¨®lares, ni contratos en d¨®lares. Eso limita la capacidad que pudiera tener de hacer crecer la econom¨ªa y frenar la hiperinflaci¨®n del bol¨ªvar¡±, apunta Zambrano.
Cuando el episodio de hiperinflaci¨®n comenz¨®, los economistas estaban divididos sobre la dolarizaci¨®n como una v¨ªa de escape. Ahora, despu¨¦s de no haber hecho nada para contener la depreciaci¨®n de la moneda venezolana, parece no haber muchas m¨¢s opciones. ¡°El repudio al bol¨ªvar es total¡±, dice Zambrano. Implementarla, sin embargo, es un proceso cuesta arriba para un Gobierno pr¨¢cticamente quebrado, sin fuente de ingresos en d¨®lares y que tiene una enorme carga de empleados p¨²blicos y jubilados ¡ªuna abultada n¨®mina que a¨²n con la migraci¨®n forzada podr¨ªa rondar los cinco millones de personas¡ª a los que habr¨ªa que pagar en la moneda estadounidense.
Esto permitir¨ªa reducir la brecha social que se ha creado entre quienes perciben ingresos en d¨®lares y quienes no, lo que han exigido diversos gremios en protestas durante los ¨²ltimos meses, pero que luce inviable para la econom¨ªa de Maduro. Como parte del dram¨¢tico sistema de distorsiones y controles que han llevado al foso al pa¨ªs, en los ¨²ltimos d¨ªas el Gobierno tambi¨¦n ha dado se?ales contradictorias sobre el avance hacia una dolarizaci¨®n y un viraje hacia m¨¢s libertades econ¨®micas, anunciando un nuevo impuesto a las transacciones en divisas, en un intento desesperado de resucitar el bol¨ªvar.