La CDU elegir¨¢ al sucesor de Merkel en un congreso digital a mediados de enero
Los tres candidatos que compiten por liderar el centro-derecha alem¨¢n debaten ante los militantes del partido
Finalmente habr¨¢ congreso digital del centro-derecha alem¨¢n para elegir a su nuevo l¨ªder y ser¨¢ a mediados de enero. Tras varios retrasos por la pandemia, la Uni¨®n Democr¨¢tica Cristiana (CDU) ha optado por celebrar en la Red un congreso clave para la historia del partido y de Alemania. En ¨¦l se elegir¨¢ al hombre -no hay candidatas- que dirigir¨¢ el partido despu¨¦s de Angela Merkel haya ocupado la Canciller¨ªa alemana durante m¨¢s de tres lustros. La carrera por la sucesi¨®n est¨¢ a abierta a estas alturas sin que ninguno de los aspirantes acabe de despuntar. El lunes por la noche, los tres candidat...
Finalmente habr¨¢ congreso digital del centro-derecha alem¨¢n para elegir a su nuevo l¨ªder y ser¨¢ a mediados de enero. Tras varios retrasos por la pandemia, la Uni¨®n Democr¨¢tica Cristiana (CDU) ha optado por celebrar en la Red un congreso clave para la historia del partido y de Alemania. En ¨¦l se elegir¨¢ al hombre -no hay candidatas- que dirigir¨¢ el partido despu¨¦s de Angela Merkel haya ocupado la Canciller¨ªa alemana durante m¨¢s de tres lustros. La carrera por la sucesi¨®n est¨¢ a abierta a estas alturas sin que ninguno de los aspirantes acabe de despuntar. El lunes por la noche, los tres candidatos, -Norbert R?ttgen, Friedrich Merz y Armin Laschet- celebraron un debate digital, en el que rein¨® la armon¨ªa y despej¨® pocas inc¨®gnitas sobre el futuro del partido.
La CDU, que gobierna en gran coalici¨®n con los socialdem¨®cratas, es con diferencia el partido que atesora una mayor intenci¨®n de voto, seg¨²n las encuestas. Los electores han apoyado hasta ahora la gesti¨®n de la pandemia por parte de sus dirigentes y en especial de la canciller, Angela Merkel. Pero en septiembre del a?o que viene, Merkel se retira y se celebrar¨¢n elecciones en las que el partido aspira a contar con un candidato a canciller capaz de mantener ese apoyo. De momento, no lo hay. Quien gane en el congreso de enero cuenta adem¨¢s con muchas papeletas para ser candidato a la canciller¨ªa. Antes debe recabar el visto bueno de la CSU, el partido-hermano b¨¢varo, cuyo l¨ªder, Markus S?der, ha ido creciendo pol¨ªticamente en esta pandemia hasta ser el preferido por muchos electores como futuro canciller alem¨¢n.
El lunes por la noche los tres candidatos respondieron desde un plat¨® instalado en la sede del partido en Berl¨ªn a las preguntas que enviaban los militantes. Los tres parec¨ªan competir por ser los m¨¢s ecol¨®gicos, los m¨¢s j¨®venes, los m¨¢s feministas y los m¨¢s digitales. M¨¢s que un debate pareci¨® una sesi¨®n introspectiva en la que los aspirantes se preguntaban una y otra vez qu¨¦ es la CDU y c¨®mo quieren perfilar el partido para dotarlo de una nueva identidad, que adivinan desdibujada. Fueron 90 minutos en los que rein¨® la cordialidad y qued¨® claro que la consigna es exhibir unidad de partido. A ratos, parec¨ªan intercambiables. Los pol¨ªticos son conscientes de que ventilar rivalidades pol¨ªticas podr¨ªa resultar contraproducente y percibido como trivial en un momento de ansiedad colectiva ante el avance de la segunda ola pand¨¦mica en el pa¨ªs.
La de enero ser¨¢ una cita puramente digital y descentralizada, con un voto final por correo. ¡°Por clara mayor¨ªa, la ejecutiva de la CDU vot¨® a favor de mantener un congreso digital¡±, indicaban este lunes fuentes del partido. Llegar a un acuerdo sobre el procedimiento t¨¦cnico de la convocatoria ha sido complicado en parte por los temores a un posible ciberataque. ¡°Todos los hackers del mundo y las agencias de espionaje se har¨ªan con su m¨¢s preciado tesoro en 2021 si lograran manipular el congreso de la CDU y la elecci¨®n de su presidente¡±, estimaba recientemente Merz en un encuentro con corresponsales extranjeros.
A primera vista y salvo sorpresas de ¨²ltima hora, se trata de elegir entre una paleta de candidatos monocolor: todos son hombres, todos del oeste de Alemania, en concreto de Renania del Norte-Westfalia, todos son heterosexuales y con tres hijos. Las diferencias no obstante, son notables y determinantes. Porque en el congreso est¨¢ en juego el liderazgo de la CDU, pero est¨¢ sobre la mesa la identidad de un partido que con Merkel ha virado sin complejos hacia el centro. Si salen elegidos R?ttgen o Laschet, en principio la continuidad ideol¨®gica estar¨ªa garantizada. Si triunfa Merz, en las ant¨ªpodas de Merkel, se espera un giro a la derecha y una operaci¨®n seducci¨®n a los votantes migrados a la ultraderecha (AfD).
Pol¨ªtico del pasado
R?ttgen es un veterano pol¨ªtico, exministro y actual presidente de la Comisi¨®n de Exteriores del Bundestag. Laschet gobierna en Renania del norte-Westfalia, el Land m¨¢s poblado de Alemania y es en principio el favorito del aparato, aunque sin embargo no acaba de convencer a los votantes. Merz es sin duda el outsider; un asesor financiero millonario que en 2009 abandon¨® la pol¨ªtica y dio el salto al sector privado. Es un pol¨ªtico del pasado con hambre de futuro. ¡°Hay algunos que anhelan un regreso a la vieja CDU, la de hace 20 a?os. Esa es una ruptura pero hacia atr¨¢s¡±, sosten¨ªa con sorna Laschet durante un encuentro con periodistas extranjeros este lunes en una clara alusi¨®n a la promesa de Merz de devolver la Uni¨®n a sus esencias.
La noticia de que el congreso ya tiene fecha son buenas sobre todo para Merz. El candidato no oculta su impaciencia y hace meses que pide que la elecci¨®n se celebre cuanto antes. Merz es consciente de que el viento sopla a su favor. De que las encuestas le sit¨²an como el favorito y quiere materializar ese apoyo antes de que se desvanezca. A esas encuestas, les ha restado valor este lunes Laschet, porque en ellas se pregunta a los votantes. Pero la decisi¨®n en el congreso corresponde a los denominados ¡°delegados¡±. Son 1.001 miembros del partido cuyo parecer no tiene por qu¨¦ coincidir con el de los encuestados. De ellos se dice a menudo que su voto es m¨¢s conservador en el sentido literal de la palabra. Muchos tienen puestos en Parlamentos u oficinas que perder¨ªan si su partido se desploma. Estar¨ªan en principio poco dispuestos a arriesgar.