La polic¨ªa y el Vaticano investigan a un arzobispo brasile?o acusado de abuso sexual
Cuatro exalumnos del Seminario San P¨ªo X narran c¨®mo a trav¨¦s de una supuesta terapia para ¡°curar¡± la homosexualidad, el arzobispo Alberto Taveira Corr¨ºa los abus¨® sexualmente
Un esc¨¢ndalo silencioso ronda las misas de las numerosas y siempre llenas iglesias de Bel¨¦m, en el norte de Brasil, una capital cat¨®lica. Seg¨²n el ¨²ltimo censo del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica, en 2010, 860.000 de los 1,39 millones de habitantes de la ciudad se declararon cat¨®licos y todos los a?os en esa ciudad tiene lugar el Cirio de Nazar¨¦, una procesi¨®n religiosa considerada una de las mayores manifestaciones de la fe cristiana en el mundo, que cuenta con la participaci¨®n de millones de personas de todo Brasil. El pasado agosto, cuatro exalumnos del tradicional Seminario ...
Un esc¨¢ndalo silencioso ronda las misas de las numerosas y siempre llenas iglesias de Bel¨¦m, en el norte de Brasil, una capital cat¨®lica. Seg¨²n el ¨²ltimo censo del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica, en 2010, 860.000 de los 1,39 millones de habitantes de la ciudad se declararon cat¨®licos y todos los a?os en esa ciudad tiene lugar el Cirio de Nazar¨¦, una procesi¨®n religiosa considerada una de las mayores manifestaciones de la fe cristiana en el mundo, que cuenta con la participaci¨®n de millones de personas de todo Brasil. El pasado agosto, cuatro exalumnos del tradicional Seminario San P¨ªo X de Ananindeua, un municipio de la regi¨®n metropolitana de la capital del Estado de Par¨¢, formalizaron en la Fiscal¨ªa una denuncia por acoso y abuso sexual contra el arzobispo metropolitano, el monse?or Alberto Taveira Corr¨ºa.
Los hechos narrados a los fiscales, que pidieron a la Polic¨ªa Civil que abriera una investigaci¨®n que transcurre bajo el secreto de sumario, ocurrieron supuestamente hace al menos seis a?os, en 2014 ¡ªy tambi¨¦n en a?os anteriores¡ª, mientras los j¨®venes estudiaban para convertirse en sacerdotes o estaban a punto de salir del seminario. Todos ten¨ªan entre 15 y 20 a?os. La denuncia tambi¨¦n se envi¨® internamente a la Iglesia cat¨®lica. El Vaticano envi¨® una misi¨®n apost¨®lica. Una especie de comisi¨®n de investigaci¨®n prevista en el Derecho Can¨®nico, estuvo en Bel¨¦m este semestre y escuch¨® a todos los implicados, pero hasta ahora no se ha hecho p¨²blica ninguna conclusi¨®n.
EL PA?S entrevist¨® a dos de los cuatro denunciantes en la capital, Bel¨¦m. Uno de ellos, que no quiso identificarse y que llamaremos A., tiene ahora 26 a?os. Dice que el arzobispo empez¨® a acosarlo a los 15, incluso antes de entrar en el seminario, y que abus¨® sexualmente de ¨¦l cuando ten¨ªa 18, en pleno proceso de expulsi¨®n. Seg¨²n cuenta, la m¨¢xima autoridad del seminario le amenaz¨® con ¡°cont¨¢rselo todo¡± a su familia. El otro, al que llamaremos B., dice que el cl¨¦rigo empez¨® a acosarlo cuando ten¨ªa 20 a?os, pero que logr¨® alejarse antes de sufrir abusos f¨ªsicos.
EL PA?S tambi¨¦n tuvo acceso al contenido de la denuncia de los otros dos j¨®venes. Uno de ellos, al que llamaremos C., que ten¨ªa 16 a?os cuando supuestamente ocurrieron los hechos, es supuestamente quien sufri¨® los peores abusos de los cuatro, qued¨® traumatizado e incluso intent¨® quitarse la vida despu¨¦s de dejar el seminario. Las historias que cuentan los cuatro denunciantes describen un comportamiento met¨®dico del arzobispo, que identificaba a los j¨®venes que consideraba homosexuales (con o sin raz¨®n), se ganaba su confianza como figura paterna, los atra¨ªa a su casa con el pretexto de ayudarlos a deshacerse de su homosexualidad, los acosaba y finalmente comet¨ªa los abusos.
Monse?or Alberto Taveira Corr¨ºa ha preferido no conceder ninguna entrevista a EL PA?S sobre el caso. Como ¨²nica respuesta, la arquidi¨®cesis ha referido a un v¨ªdeo y una nota que el arzobispo emiti¨® a principios de mes, antes de que las investigaciones contra ¨¦l fueran de dominio p¨²blico. Durante una misa en la bas¨ªlica a principios de diciembre, monse?or Corr¨ºa sorprendi¨® a los fieles presentes tomando la palabra y hablando del caso, aunque de manera velada. ¡°Dios me ha dado la valent¨ªa para avanzarme al ojo del esc¨¢ndalo, el esc¨¢ndalo que se estaba montando y Dios nos dio la gracia de adelantarnos¡±, dijo en aquella ocasi¨®n. ¡°Si alguien, por casualidad, por la acci¨®n del diablo, pens¨® que iba a acabar con la Iglesia cat¨®lica y la Iglesia de Bel¨¦m, se equivocaba de lleno¡±, dijo entre aplausos.
En las redes sociales hay un hashtag en su apoyo. D¨ªas antes, el arzobispo hab¨ªa publicado un v¨ªdeo en los canales oficiales de la Iglesia donde dec¨ªa que era objeto de ¡°acusaciones de inmoralidad¡±. ¡°Les digo que hace unos d¨ªas recib¨ª con tristeza la informaci¨®n de que exist¨ªan procedimientos de investigaci¨®n con acusaciones graves en mi contra, sin haber sido previamente interrogado, escuchado o haber tenido la oportunidad de aclarar estos supuestos hechos mencionados en las acusaciones¡±, dice en el comunicado. ¡°Refuerzo que estoy totalmente disponible para las autoridades, tanto eclesi¨¢sticas como civiles. (...) Adelanto que la Santa Sede est¨¢ siguiendo todo el proceso¡±.
El mismo d¨ªa, 5 de diciembre, el arzobispo envi¨® una carta firmada a los sacerdotes y di¨¢conos. ¡°He sido acusado de cr¨ªmenes morales, sin haber tenido la oportunidad de que me escuchen. Las denuncias se enviaron a la Santa Sede, lo que provoc¨® una visita apost¨®lica, que ha terminado esta semana; ahora se ha iniciado un proceso con las autoridades civiles¡±, dice en la carta con el membrete de la arquidi¨®cesis. ¡°La inminente divulgaci¨®n en los medios de comunicaci¨®n nacionales, al parecer, me causar¨¢ un da?o irreparable y sacudir¨¢ profundamente a la Iglesia¡±, dijo.
Parece que tem¨ªa que la informaci¨®n sobre la investigaci¨®n saliera en un reportaje de la cadena Globo, pero no fue as¨ª. ¡°Soy claramente consciente de que las acusaciones formuladas contra m¨ª son improcedentes y, de momento, estoy obligado a esperar los procedimientos de la investigaci¨®n que llevan a cabo las autoridades civiles bajo secreto de sumario. Como no pod¨ªa dejar de hacer, hemos nombrado abogados para que acompa?en el proceso¡±, dice en la carta. ¡°Les aseguro que estoy tranquilo, estoy en manos de Dios, como todos debemos estar siempre. Estoy seguro de que en ?l est¨¢ la soluci¨®n a esta situaci¨®n, que nunca hubiera imaginado que vivir¨ªa¡±, dice en otro pasaje, justo antes de despedirse ¡°con un coraz¨®n lleno de dolor y esperanza¡±.
Gu¨ªa espiritual
Los cuatro denunciantes afirman que aceptaron participar en sesiones privadas de orientaci¨®n espiritual en casa de Corr¨ºa en diferentes momentos y por diferentes razones, pero que eso era muy com¨²n entre los seminaristas. Dicen que desde que lleg¨® a Bel¨¦m, en 2010, monse?or Corr¨ºa asist¨ªa al seminario con regularidad y era muy atento y abierto con los estudiantes. ¡°Algunos s¨¢bados por la ma?ana, llegaba a su casa y hab¨ªa una cola de chicos que esperaban que los atendiera¡±, declar¨® B. a EL PA?S. ¡°Se consideraba algo normal. All¨ª creo que sent¨ªa que pod¨ªa, iba viendo hasta d¨®nde pod¨ªa llegar, nos pon¨ªa a prueba...¡±, dice el joven a quien el arzobispo supuestamente empez¨® a acosar a principios de 2013, despu¨¦s de que la direcci¨®n del seminario descubriera que manten¨ªa una relaci¨®n amorosa con un colega y lo expulsaran, a los 20. ¡°Ya me hab¨ªa orientado antes, pero todo hab¨ªa sido muy superficial, yo no di pie a nada. Cuando me expulsaron, fui a hablar con monse?or Corr¨ºa y le pregunt¨¦ si todav¨ªa hab¨ªa esperanza para m¨ª. Me dijo que hab¨ªa un camino, pero que ten¨ªa que abrirme a su m¨¦todo de curaci¨®n espiritual¡±, dice B.
Con ese fin, los exseminaristas relatan que el arzobispo utilizaba el libro La batalla por la normalidad: una gu¨ªa para la (auto)terapia de la homosexualidad, del psic¨®logo holand¨¦s Gerard Aardweg, que regalaba a los estudiantes. Seg¨²n dec¨ªa, el objetivo de esta orientaci¨®n espiritual era ayudar a los j¨®venes a deshacerse de la homosexualidad y de las tentaciones sexuales de toda ¨ªndole, pero en la pr¨¢ctica no fue as¨ª. ¡°Fui a la primera sesi¨®n y empez¨®: quer¨ªa saber si me masturbaba, si era activo o pasivo, si me gustaba el intercambio, si ve¨ªa pornograf¨ªa, en qu¨¦ pensaba cuando me masturbaba... me parec¨ªa extra?o, pero pensaba que era su m¨¦todo¡±, dice B., de 28 a?os.
Despu¨¦s de algunas sesiones parecidas, unas cinco, en 2013 el exseminarista cuenta que se encontr¨® en misa a un amigo que todav¨ªa estaba en el seminario y descubri¨® que estaba pasando por lo mismo: ¡°Pas¨® por una situaci¨®n similar que culmin¨® en una amenaza de expulsi¨®n, y el arzobispo se aprovech¨® para hacer con ¨¦l lo mismo que hac¨ªa conmigo, solo que ya hab¨ªa avanzado m¨¢s. Me confes¨® que le obligaba a desnudarse, a tocarle el cuerpo, a dejarse tocar¡±, dice.
Tras esa conversaci¨®n, y asustado por el rumbo que tomaba el ¡°tratamiento¡±, dej¨® de ir a las reuniones y se alej¨® del arzobispo. B. ya no ten¨ªa esperanzas ni estaba seguro de querer volver al seminario. Empez¨® a pensar en estudiar una carrera. Poco despu¨¦s, el amigo que encontr¨® en la misa tambi¨¦n dej¨® el seminario P¨ªo X. Era la primera piedra de la denuncia que har¨ªan a?os m¨¢s tarde, en 2020, despu¨¦s de que otros dos exseminaristas se les unieran el a?o pasado.
Con A. fue peor. Despu¨¦s de que tambi¨¦n lo amenazaran con expulsarlo del seminario por mantener una relaci¨®n amorosa con un colega y de haber pasado por varias sesiones de acoso con el arzobispo, como las descritas anteriormente, Corr¨ºa lo habr¨ªa chantajeado cuando quiso resistirse. ¡°Dijo que le contar¨ªa a mi familia que ten¨ªa una relaci¨®n con un colega¡±, dice. Corr¨ºa le habr¨ªa prometido que, si aceptaba continuar con las sesiones, impedir¨ªa la expulsi¨®n. Eso, seg¨²n el joven A., ocurri¨® despu¨¦s de ceder a los embates de la autoridad religiosa. Se reun¨ªa a solas con el arzobispo en su oficina y en su habitaci¨®n, y relata que uno de los m¨¦todos que utilizaba el arzobispo durante las sesiones de orientaci¨®n espiritual era el de obligarle a estar desnudos juntos, mirando el cuerpo del otro como una forma de ¡°resistir las tentaciones¡±.
¡°Otra cosa com¨²n era rezar junto al cuerpo. Se te acercaba, te rozaba y rezaba en alg¨²n lugar de tu cuerpo desnudo... una vez fue en la cara y cre¨ª que iba a besarme¡±, dice A. ¡°Ten¨ªa que masturbarlo, ¨¦l me cog¨ªa el pene e intentaba que tuviera una erecci¨®n... Se pon¨ªa nervioso cuando no pod¨ªas, te echaba la bronca, pero siempre con esta historia del tratamiento, de que estamos intentando salvarte... En cada sesi¨®n se pon¨ªa m¨¢s agresivo y violento, dec¨ªa cosas horribles, recordaba hechos pasados para humillarte, dec¨ªa que no progresabas, te dec¨ªa cosas horribles, que eras una persona horrible, era aterrador¡±.
Seg¨²n A., despu¨¦s de m¨¢s de una docena de encuentros con el arzobispo a lo largo de tres meses, lo envi¨® siete meses a una parroquia de ayudante, ¡°d¨¢ndome un respiro¡±. Despu¨¦s de eso, pudo volver al seminario, de donde lo expulsar¨ªan para siempre un a?o y medio despu¨¦s. ¡°Estaba enfadado, me met¨ªa en muchas peleas y l¨ªos, ya no era para m¨ª¡±, afirma.
El cuarto exseminarista que participa en la denuncia ten¨ªa 16 a?os cuando afirma que Corr¨ºa abus¨® de ¨¦l. Seg¨²n su relato, el arzobispo enviaba a su ch¨®fer a buscarlo al seminario, a menudo por la noche, para que participara en las sesiones de orientaci¨®n espiritual. Habr¨ªan sido varias sesiones durante algunos meses, en 2014. Cuenta, por ejemplo, que el arzobispo se tumbaba desnudo con las piernas levantadas y le ped¨ªa al adolescente que lo penetrara. Como no pod¨ªa mantener una erecci¨®n, Corr¨ºa se pon¨ªa nervioso, gritaba y lo maltrataba mucho.
¡°Confiamos en el Papa¡±
Al preguntarles por qu¨¦ hab¨ªan decidido denunciar el acoso y el abuso sexual en la instituci¨®n solo ahora, despu¨¦s de tantos a?os, los dos entrevistados cuentan que, hac¨ªa algunos a?os hab¨ªan formado un grupo informal de v¨ªctimas con la ayuda de otros religiosos y que, desde mediados de 2017, espor¨¢dicamente debat¨ªan la posibilidad de tomar medidas, pero que ten¨ªan miedo. ¡°Fue precisamente el 9 de mayo del a?o pasado cuando el Papa Francisco public¨® esto¡±, dice el joven de 26 a?os, mostrando la Carta Apost¨®lica ¡°Vos Estis Lux Mundi¡± (T¨² Eres la luz del mundo, en traducci¨®n libre del lat¨ªn) en sus manos. ¡°Esto de aqu¨ª lo cambi¨® todo. Lo vimos tan pronto como sali¨® y dijimos: aqu¨ª hay un camino, ahora lo hay¡±.
El documento al que se refiere el exseminarista es una directriz lanzada el a?o pasado que establece una especie de ley dentro del Derecho Can¨®nico con mecanismos y normas claras para que las denuncias o sospechas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia cat¨®lica se investiguen internamente, se denuncien a las autoridades civiles y se castiguen. El reglamento tiene 19 art¨ªculos y trata de delitos sexuales cometidos por miembros del clero, que no tienen la opci¨®n de no someterse a ¨¦l.
La denuncia se present¨® primero a las autoridades eclesi¨¢sticas en la segunda mitad del a?o pasado y, solo este a?o, a las autoridades civiles. ¡°Cre¨ªamos que no iban a hacer nada, fuimos a las autoridades civiles y fue entonces cuando tuvo lugar esta visita apost¨®lica¡±, dice el actual estudiante universitario. ¡°Confiamos en el papa Francisco y en el esfuerzo que hace para cambiar las cosas que est¨¢n mal en la Iglesia¡±.
EL PA?S entr¨® en contacto con la Fiscal¨ªa del Estado de Par¨¢, que inform¨®, mediante un comunicado de prensa, que ha recibido ¡°denuncias de posibles situaciones de abuso en relaci¨®n con el caso citado¡±. ¡°Las acusaciones se enviaron a los fiscales con atribuciones en la materia, quienes solicitaron que se abriera una investigaci¨®n policial, que la Fiscal¨ªa sigue de cerca. La instituci¨®n espera que concluyan estos procedimientos para adoptar las medidas legales adecuadas en la esfera penal y civil. Los procedimientos policiales se llevan a cabo en secreto¡±.
Monse?or Alberto Taveira Corr¨ºa tiene 70 a?os. Lleg¨® a Bel¨¦m en 2010 como arzobispo, la m¨¢xima autoridad de la Iglesia cat¨®lica en la ciudad. Antes hab¨ªa sido el primer arzobispo metropolitano de Palmas, en el Estado de Tocantins, cargo que ocup¨® durante 14 a?os a partir de 1996. Tambi¨¦n fue obispo auxiliar de Brasilia y rector del seminario de Belo Horizonte, donde comenz¨® su sacerdocio en 1973. ¡°Buenos d¨ªas Aiuri, paz¡±, dice la respuesta a la solicitud de entrevistar a monse?or Corr¨ºa que se envi¨® a la asesor¨ªa de prensa de la Arquidi¨®cesis Metropolitana de Bel¨¦m. ¡°En este momento no podemos organizar una entrevista con el arzobispo. Como la investigaci¨®n est¨¢ bajo secreto de sumario, por orientaci¨®n judicial no podemos atender su petici¨®n. De momento, toda la informaci¨®n que podemos dar es la que est¨¢ en nuestra p¨¢gina¡±.
A pesar de todo lo que dicen que han pasado dentro de la Iglesia cat¨®lica, ninguno de los dos exseminaristas ha perdido la fe. ¡°Voy a misa. Elijo una iglesia donde nadie me conozca, llevo mi Biblia y participo en la misa. Pienso en la vida, rezo, me bendigo y me voy en silencio¡±, dice B.