Italia recibe fuertes presiones para acabar con sus barcos cuarentena para migrantes
Las autoridades italianas obligan a los rescatados en el mar a pasar el aislamiento preventivo en una nave lejos del puerto
Italia concedi¨® el lunes un puerto seguro para el desembarco de los 265 migrantes rescatados por la nave espa?ola Open Arms, pero salvo los menores que viajaban no acompa?ados, el resto de n¨¢ufragos todav¨ªa no ha llegado a tocar tierra firme. Se encuentran en otra embarcaci¨®n fletada por el Gobierno donde deber¨¢n superar un periodo de cuarentena de al menos dos semanas. El traslado de un buque a otro, cerca del puerto siciliano de Porto Empedocle, pero realizada en medio del mar, dur¨® toda la noche y se complet¨® en...
Italia concedi¨® el lunes un puerto seguro para el desembarco de los 265 migrantes rescatados por la nave espa?ola Open Arms, pero salvo los menores que viajaban no acompa?ados, el resto de n¨¢ufragos todav¨ªa no ha llegado a tocar tierra firme. Se encuentran en otra embarcaci¨®n fletada por el Gobierno donde deber¨¢n superar un periodo de cuarentena de al menos dos semanas. El traslado de un buque a otro, cerca del puerto siciliano de Porto Empedocle, pero realizada en medio del mar, dur¨® toda la noche y se complet¨® en plena oscuridad. La operaci¨®n fue larga y peligrosa, a causa del mal tiempo y la escasa visibilidad.
Este controvertido sistema por el que deben pasar las personas que lleguen al pa¨ªs transalpino a trav¨¦s del mar y que el Ejecutivo adopt¨® el pasado abril como una soluci¨®n temporal, cada vez est¨¢ siendo m¨¢s criticado, sobre todo despu¨¦s de que el a?o pasado se produjeran varias muertes. Como la de Abdou Dakite, de 15 a?os, que enferm¨® a bordo de una nave cuarentena y muri¨® en un hospital de Palermo; o la de Abdallah Said, tambi¨¦n menor y enfermo de tuberculosis, que tras una estancia en otro barco cuarentena falleci¨® en un centro m¨¦dico de Catania; o la del joven tunecino Bilal Ben Masoud, de 22 a?os, que falleci¨® despu¨¦s de lanzarse por la borda para tratar de alcanzar la costa a nado.
El mes pasado, m¨¢s de 150 organizaciones humanitarias nacionales e internacionales que cuestionan la legalidad de esta pr¨¢ctica enviaron una carta abierta al Gobierno italiano para reclamar el fin de este sistema improvisado de acogida. La ministra del Interior, Luciana Lamorgese, ha insistido en numerosas ocasiones en que se trata de un ¡°remedio temporal¡± que entre otras cosas busca tambi¨¦n ¡°aumentar la seguridad¡± en las comunidades locales. ¡°No es la mejor soluci¨®n, pero no tenemos alternativas¡±, ha dicho.
Dentro de las naves, los migrantes son asistidos por personal sanitario voluntario de la Cruz Roja, que en ocasiones resulta insuficiente para atender todas las necesidades. Seg¨²n esta organizaci¨®n, hasta el momento han pasado por los seis barcos que conforman el sistema alrededor de 10.000 personas. Al inicio todos los migrantes que llegaban por mar eran trasladados a estas embarcaciones indistintamente e incluso en dos ocasiones algunos migrantes que ya se encontraban en centros de acogida en Roma y dieron positivo en las pruebas de coronavirus tambi¨¦n fueron llevados a los barcos. Ante las protestas reiteradas de varias asociaciones locales esto no se ha repetido y desde la muerte de Abdou Dakite los menores no acompa?ados son trasladados a un centro de acogida en tierra firme, como dicta la ley.
¡°Este sistema merma los derechos que tienen por ley todos los migrantes, tanto los que pueden presentar una solicitud de asilo, como a los que les espera una orden de expulsi¨®n. Son lugares de detenci¨®n administrativa y las personas que est¨¢n a bordo no tienen un estado jur¨ªdico bien definido¡±, explica Fulvio Vassallo Paleologo, abogado y miembro de la Asociaci¨®n Derechos y Fronteras, una de las organizaciones firmantes de la carta. Y a?ade: ¡°Adem¨¢s suponen un gasto excesivo¡±. Calculan que mientras el coste de la asistencia en tierra ronda los 30 euros diarios por migrante, en el mar alcanza los 200 euros.
Desmantelamiento del sistema de acogida
Paleologo tambi¨¦n explica que este m¨¦todo es, en parte, una consecuencia del desmantelamiento del sistema de acogida que propiciaron las leyes antinmigraci¨®n de Matteo Salvini durante su etapa como ministro del Interior entre 2018 y 2019. ¡°En ese momento se cerraron muchos centros de acogida, la situaci¨®n antes de la pandemia ya era cr¨ªtica, cuando este a?o aumentaron las llegadas, aunque mucho menos que en el periodo de 2014 a 2017, el sistema no estaba en absoluto preparado¡±, apunta el letrado.
Desde la pol¨ªtica, el rechazo tambi¨¦n es extenso. Erasmo Palazzotto, diputado del partido de izquierda Libres e Iguales, inici¨® un requerimiento parlamentario sobre el uso de los barcos de cuarentena por parte del Gobierno. ¡°Aunque este sistema pod¨ªa considerarse como una respuesta inicial ante la emergencia sanitaria, ahora se ha convertido en un principio absolutamente insostenible que discrimina a las personas y que genera un racismo institucional¡±, se?ala a EL PA?S Palazzotto. Y agrega: ¡°Estos lugares, como se ha demostrado, no son adecuados para la cuarentena ni para retener a personas que vienen de situaciones dram¨¢ticas, despu¨¦s de un viaje extenuante, que a menudo han sufrido abusos y violencias infames y que necesitan recibir asistencia no solo m¨¦dica, sino tambi¨¦n psicol¨®gica, adecuada en tierra firme para poner fin a ese periplo que pondr¨ªa a prueba a cualquiera¡±.
Desde la otra parte del espectro pol¨ªtico tambi¨¦n han llegado quejas sobre este procedimiento. La mayor¨ªa de formaciones de derecha alega que estos barcos no deber¨ªan utilizarse y piden que directamente se cierren los puertos a la inmigraci¨®n.