Putin niega las acusaciones de Navalni sobre su supuesto palacio multimillonario en el mar Negro
El Kremlin minimiza las masivas protestas en apoyo al destacado opositor mientras enfrenta un descontento ciudadano creciente
Al Kremlin ya le resulta imposible esconder la cabeza bajo la arena. El peso de las multitudinarias protestas el pasado s¨¢bado para exigir la libertad del opositor Alex¨¦i Navalni le han hecho sacudirse despu¨¦s de tratar de ignorarlo durante a?os. Las autoridades rusas han intentado restar importancia a las manifestaciones, alimentadas por la ¨²ltima investigaci¨®n del activista, que apunt¨® directamente al presidente ru...
Al Kremlin ya le resulta imposible esconder la cabeza bajo la arena. El peso de las multitudinarias protestas el pasado s¨¢bado para exigir la libertad del opositor Alex¨¦i Navalni le han hecho sacudirse despu¨¦s de tratar de ignorarlo durante a?os. Las autoridades rusas han intentado restar importancia a las manifestaciones, alimentadas por la ¨²ltima investigaci¨®n del activista, que apunt¨® directamente al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, y a su supuesto palacio multimillonario en el mar Negro. Este lunes, el l¨ªder ruso ha criticado las movilizaciones ¡°ilegales¡± y ¡°peligrosas¡± y ha tildado las informaciones sobre su supuesta mansi¨®n de ¡°montaje¡± para ¡°lavar el cerebro a la ciudadan¨ªa¡±. Un paso m¨¢s que muestra que la situaci¨®n se ha desbordado.
¡°Nada de lo que se indica [en la investigaci¨®n] como propiedad m¨ªa me pertenece, tampoco a mis parientes cercanos¡±, ha dicho Putin en respuesta a la pregunta de un joven de la ciudad de Uf¨¢ en una conferencia digital por el D¨ªa del estudiante. Las palabras del l¨ªder ruso, sin embargo, h¨¢bilmente no contradicen la investigaci¨®n. Los informes publicados el pasado martes por el equipo de Navalni, con el opositor ya entre rejas cumpliendo un mes de prisi¨®n preventiva, indican que el edificio est¨¢ situado en la ciudad sure?a de Gelendzhik, que habr¨ªa costado m¨¢s de 1.200 millones de euros y que supuestamente se financi¨® de forma fraudulenta y a trav¨¦s de testaferros de su confianza y oligarcas. Quienes, seg¨²n los informes, ostentan en realidad la propiedad de la finca, con una extensi¨®n de cerca de 7.800 hect¨¢reas, como 39 veces M¨®naco y que cuenta con vi?edos, pistas privadas de hockey y tenis.
La pregunta del estudiante es muy simb¨®lica. Llega desde uno de los grupos en los que el apoyo al opositor est¨¢ creciendo m¨¢s r¨¢pido ¨Cprecisamente gracias a las redes sociales¡ª y pregunta, adem¨¢s, por el v¨ªdeo sobre el caso, publicado en el canal de YouTube del l¨ªder opositor y que acumula ya casi 90 millones de visionados. Putin asegur¨® que no hab¨ªa visto ¡°la pel¨ªcula¡± porque tiene ¡°demasiado trabajo¡± aunque s¨ª ha analizado el material ¡°aburrido¡± que le han pasado sus colaboradores. ¡°De todo lo que vi, solo me interes¨® una cosa, no como negocio sino como un tipo de actividad: la vinificaci¨®n¡±, ha comentado el l¨ªder ruso, que asegur¨® que desea ser empresario y que ¡°cuando termine¡± se ve m¨¢s bien como asesor; tambi¨¦n en el mundo de los vi?edos.
Aunque se mostr¨® informal, con chaqueta y camisa azul y sin corbata, el hecho de que el presidente ruso hablase sobre las protestas y comentase la investigaci¨®n y el v¨ªdeo de Navalni ¨Csobre un caso, adem¨¢s, que lleva en el aire m¨¢s de una d¨¦cada¡ª es llamativo. ¡°Es un reconocimiento directo de la ira del pueblo¡±, cree la analista Tatiana Stanovaya.
El panorama pol¨ªtico de Rusia (145 millones de habitantes) ha cambiado despu¨¦s de ver las decenas de miles de personas que salieron a la calle en m¨¢s de un centenar de ciudades ¨Cy muy variadas- para apoyar al opositor, arrestado nada m¨¢s regresar a Mosc¨² desde Alemania, donde se recuper¨® del envenenamiento el pasado verano en Siberia tras el que ve la mano del Kremlin. Navalni, un pol¨ªtico populista y abiertamente nacionalista pero tambi¨¦n un hombre a quien muchos rusos ven ahora con admiraci¨®n despu¨¦s de su atrevida vuelta a Mosc¨² pese a las amenazas de arresto, podr¨ªa encarnar la figura de liderazgo que la oposici¨®n rusa, diversa y desunida, no tiene si logra aglutinarles en torno a los temas comunes: el descontento ciudadano y el hartazgo hacia las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas y la corrupci¨®n. Ese fue el tono com¨²n en las manifestaciones en toda Rusia el s¨¢bado.
Las autoridades est¨¢n ¡°totalmente desorientadas¡± tras las movilizaciones del s¨¢bado, analiza el polit¨®logo Konstantin Kalachyov, que cree que han reaccionado de ¡°manera hist¨¦rica¡±. Hubo m¨¢s de 3.700 detenidos, seg¨²n la organizaci¨®n especializada OVD-Info. El equipo de Navalni ha convocado nuevas marchas para el fin de semana. El destacado opositor, que est¨¢ acusado de infringir los t¨¦rminos de una sentencia antigua que le impon¨ªa una condena de c¨¢rcel suspendida y libertad provisional, se enfrenta a una vista judicial sobre este caso el 2 de febrero. A este caso suma otro reciente: la acusaci¨®n de fraude a gran escala. Con ambos, podr¨ªa ser condenado a m¨¢s de una d¨¦cada en prisi¨®n.
Cuando el enfrentamiento entre el Kremlin y sus cr¨ªticos parece estar a punto de intensificarse, las autoridades rusas han elevado el tono contra Occidente. Adem¨¢s, el Ministerio de Exteriores ruso carg¨® contra los gigantes de Internet y redes sociales como Facebook a quienes acus¨® de no bloquear informaciones falsas sobre las marchas en favor de Navalni y supuestos llamamientos a participar dirigidos a menores.
Las penas por ¡°atraer menores a eventos ilegales¡± son a¨²n m¨¢s duras. Y el mensaje sobre la ¡°incitaci¨®n¡± a los m¨¢s j¨®venes llega coordinado. El domingo por la noche, en un programa de m¨¢xima audiencia en la televisi¨®n estatal, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, acus¨® a Estados Unidos de interferir en la pol¨ªtica rusa y naveg¨® para minimizar las protestas. ¡°Muchos dir¨¢n que mucha gente asisti¨® a esta manifestaci¨®n ilegal. No, sali¨® poca gente pero mucha vota por Putin¡±, dijo. ¡°Si compara los n¨²meros ver¨¢ la poca gente que hab¨ªa¡±, remarc¨®.
El Kremlin afronta ahora al dilema de c¨®mo responder a las movilizaciones y el caso Navalni. Una represi¨®n dura y una condena severa pueden desatar una oleada de indignaci¨®n ciudadana m¨¢s intensa. Pero sacar de prisi¨®n al opositor tambi¨¦n puede hacer m¨¢s visibles las grietas del sistema en un a?o pol¨ªtico clave, con las elecciones legislativas previstas para septiembre.
Mientras, la Uni¨®n Europea ha aparcado por ahora el debate sobre nuevas sanciones a Rusia por el caso Navalni y el alto representante para Pol¨ªtica Exterior de la UE, Josep Borrell, prepara un pr¨®ximo viaje a Mosc¨² a principios del mes que viene.