El abogado del pueblo se queda sin cliente
El jurista Giuseppe Conte ha gobernado durante dos a?os y medio con casi todas las fuerzas pol¨ªticas. Ahora tiene en su mano facilitar la formaci¨®n del nuevo Ejecutivo de Mario Draghi
Giuiseppe Conte (Volturara Appula, 56 a?os) sali¨® de su apartamento del centro de Roma pasada la una del mediod¨ªa de este mi¨¦rcoles. Despu¨¦s de una ma?ana pegado al tel¨¦fono, acababa de ver en el televisor la intervenci¨®n de Mario Draghi en el Palacio del Quirinal despu¨¦s de recibir el encargo de manos del jefe del Estado para formar un Gobierno. Un Ejecutivo, en realidad, que deber¨ªa sepultar al que el propio Conte hab¨ªa presidido en el ¨²ltimo a?o y que hab¨ªa descarrilado dos d¨ªas antes tras la maquiav¨¦lica operaci¨®n del...
Giuiseppe Conte (Volturara Appula, 56 a?os) sali¨® de su apartamento del centro de Roma pasada la una del mediod¨ªa de este mi¨¦rcoles. Despu¨¦s de una ma?ana pegado al tel¨¦fono, acababa de ver en el televisor la intervenci¨®n de Mario Draghi en el Palacio del Quirinal despu¨¦s de recibir el encargo de manos del jefe del Estado para formar un Gobierno. Un Ejecutivo, en realidad, que deber¨ªa sepultar al que el propio Conte hab¨ªa presidido en el ¨²ltimo a?o y que hab¨ªa descarrilado dos d¨ªas antes tras la maquiav¨¦lica operaci¨®n del l¨ªder de Italia Viva, Matteo Renzi. Cabizbajo, impecablemente vestido, se march¨® hasta el coche que iba a llevarlo hasta el Palacio Chigi, qui¨¦n sabe si por ¨²ltima vez. Ah¨ª se reuni¨® con su equipo, todav¨ªa muy tocado por la situaci¨®n. A las cuatro de la tarde, recibi¨® tambi¨¦n una palmada y palabras cari?osas del hombre llamado a sucederle, que decidi¨® ir a visitarle antes de comenzar el di¨¢logo con los partidos. Ahora Conte, que se autoproclam¨® a su llegada al Palacio Chigi como ¡°abogado del pueblo¡±, se acaba de quedar sin su ¨²nico cliente. Pero deber¨¢ decidir qu¨¦ tipo de transici¨®n est¨¢ dispuesto a facilitar.
El principal escollo para el nuevo Ejecutivo ser¨¢ la disposici¨®n del Movimiento 5 Estrellas a aceptarlo. Los grillinos auparon a Conte al poder en 2018 -no estaba afiliado al partido, pero fue candidato a uno de los ministerios- y han vivido estos tres a?os bajo su manto protector. Hu¨¦rfanos de un l¨ªder, el primer ministro es una de las pocas autoridades morales que tienen los grillinos hoy. La postura que mantenga respecto a su sucesor, que este mi¨¦rcoles ha ido a visitarlo al Palacio Chigi despu¨¦s de encontrarse con los presidentes de las dos c¨¢maras, podr¨ªa ser determinante para la decisi¨®n que tome el M5S. Su entorno directo quiere que el primer ministro dimisionario le d¨¦ la espalda al nuevo Gobierno. Pero Conte, un hombre tranquilo y poco rencoroso, tiene otro talante. ¡°Est¨¢ tocado, pero no ha decidido todav¨ªa nada¡±, se?ala una persona que trata con ¨¦l a diario.
Conte es el s¨ªntoma m¨¢s claro de la decadencia de un sistema pol¨ªtico en Italia en el que los partidos ni siquiera est¨¢n ya interesados en tener a uno de los suyos como primer ministro, sino a alguien a quien controlar. El hombre que ha tenido que gestionar la peor crisis del pa¨ªs despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial aterriz¨® en la pol¨ªtica casi de forma accidental en 2018. El Movimiento 5 Estrellas lo present¨® como candidato al Ministerio de Administraciones P¨²blicas. Formaba parte de ese grupo de hombres y mujeres que han hecho carrera entre las bambalinas del Estado. Era serio, ten¨ªa buena presencia y conoc¨ªa el sistema. De modo que cuando la Liga y el M5S formaron un Ejecutivo de corte extremadamente populista, decidieron que ser¨ªa la persona ideal para ir poniendo una cruz en los puntos del programa de Gobierno que hab¨ªan suscrito a medida que se fueran cumpliendo.
El primer Ejecutivo de Conte, un laboratorio que mezclaba populismo con soberanismo y pol¨ªticas de ultraderecha con tics antisistema, descarril¨® en pleno verano. Salvini no se conformaba con ser vicepresidente de aquel Gobierno e intent¨® reemplazarle a la fuerza con un volantazo. Pero el l¨ªder de la Liga tuvo la mala suerte de encontrarse de golpe en medio de de una de las estrategias de Matteo Renzi, entonces todav¨ªa en el Partido Democr¨¢tico. El florentino le hizo creer que apoyar¨ªa su intento de derrocar al Ejecutivo desde la playa, pero no fue as¨ª. Salvini pas¨® a la oposici¨®n. Pero Conte sigui¨® flotando en la tormenta.
La segunda aventura de abogado del pueblo en el Palacio Chigi fue la ant¨ªtesis de la primera. Conte decidi¨® gobernar como si fuera Groucho Marx: ten¨ªa unos principios, pero si no gustaban, pod¨ªa tener otros distintos. Pas¨® de gobernar con la ultraderecha a hacerlo con los socialdem¨®cratas. Dijo e hizo todo lo contrario que hab¨ªa hecho y dicho. Aboli¨® los decretos antiinmigraci¨®n que ¨¦l mismo hab¨ªa firmado y se convirti¨® en el m¨¢s europe¨ªsta de quienes hab¨ªan sostenido en el pasado un Ejecutivo antieuropeo.
Conte desafi¨® a mediados de diciembre a Matteo Renzi. Como Salvini hace un a?o, pensaba que podr¨ªa doblegarle y encabezar un tercer Ejecutivo. Pero el florentino se emple¨® a fondo en descabalgarlo del poder. Conte solo tiene ahora en su mano contribuir a que no descarrile el ¨²ltimo intento desesperado de Italia para formar un Ejecutivo que le permita navegar en la tormenta de la pandemia y la crisis econ¨®mica que generar¨¢.