El alcalde de Buenos Aires desobedece un decreto del presidente Fern¨¢ndez y asume el liderazgo de la oposici¨®n argentina
Horacio Rodr¨ªguez Larreta mantiene las escuelas abiertas pese a la orden de cierre emitida por el gobierno para combatir la pandemia
La oposici¨®n argentina parece tener ya un l¨ªder. Desde su puesto como jefe de gobierno de la Ciudad Aut¨®noma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodr¨ªguez Larreta desaf¨ªa de forma abierta al presidente Alberto Fern¨¢ndez. Su negativa a cerrar las escuelas de la capital, contraviniendo el decreto de Fern¨¢ndez y el fallo de un juez federal,...
La oposici¨®n argentina parece tener ya un l¨ªder. Desde su puesto como jefe de gobierno de la Ciudad Aut¨®noma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodr¨ªguez Larreta desaf¨ªa de forma abierta al presidente Alberto Fern¨¢ndez. Su negativa a cerrar las escuelas de la capital, contraviniendo el decreto de Fern¨¢ndez y el fallo de un juez federal, ha generado una batalla en los tribunales y ha convertido a Larreta, al menos temporalmente, en el principal rival del peronismo.
¡°Larreta es listo y est¨¢ aprovechando los errores de Alberto Fern¨¢ndez¡±, dice un conspicuo dirigente peronista, cercano tanto al presidente como a la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Existe una cierta unanimidad en que Alberto Fern¨¢ndez se precipit¨® al anunciar, el pasado d¨ªa 14, un toque de queda nocturno y el cierre de escuelas en la ciudad de Buenos Aires y su ¨¢rea metropolitana, la zona m¨¢s densamente poblada del pa¨ªs y donde el sistema hospitalario est¨¢ m¨¢s exigido por el vertiginoso repunte de la pandemia.
El presidente desautoriz¨® a su ministro de Educaci¨®n, Nicol¨¢s Trotta, quien hasta minutos antes hab¨ªa asegurado que las escuelas permanecer¨ªan abiertas; otorg¨® al Ej¨¦rcito unas tareas de apoyo a la polic¨ªa que la legislaci¨®n argentina proh¨ªbe; y utiliz¨® un tono amenazante que resultaba inapropiado. Por otra parte, no se molest¨® en avisar a Larreta, el principal afectado por el decreto. ¡°A veces, Alberto es su principal enemigo¡±, dijo la misma fuente peronista.
Horacio Rodr¨ªguez Larreta aprovech¨® la oportunidad para enarbolar la bandera de la educaci¨®n y orden¨® que el decreto presidencial no se cumpliera en la ciudad. Con todo un curso, el de 2020, sin clases presenciales, y con apenas dos meses de reapertura de las aulas en 2021, para muchas familias la cuesti¨®n escolar era prioritaria.
Larreta obtuvo respaldo de la Sala Cuarta de la C¨¢mara de Apelaciones de la Ciudad de Buenos Aires, seg¨²n la cual las escuelas pod¨ªan permanecer abiertas hasta que la Corte Suprema dictaminara si es el gobierno nacional o el de CABA quien puede decidir sobre el sistema educativo en Buenos Aires. Un juez federal fall¨® el lunes que no, que las escuelas hab¨ªan de cerrar hasta la decisi¨®n de la Corte. Larreta opt¨® por deso¨ªr ese fallo.
La batalla judicial ha sumido las escuelas de la capital argentina en una situaci¨®n bastante ca¨®tica. Mientras los centros privados funcionan con normalidad, una huelga de docentes (favorables al retorno a las clases virtuales para evitar contagios) hace que muchos centros p¨²blicos tengan las puertas te¨®ricamente abiertas pero sin apenas alumnos, mientras miles de escolares permanecen en sus casas sin lecciones telem¨¢ticas.
Pero, en t¨¦rminos pol¨ªticos, es Larreta quien ha desafiado a un pulso al gobierno nacional. Y es ¨¦l quien representa ahora a ese importante sector de la poblaci¨®n que siente una animadversi¨®n frontal hacia la coalici¨®n peronista-kirchnerista encabezada por Alberto Fern¨¢ndez, y tambi¨¦n a muchos de quienes votaron por el actual presidente y se sienten decepcionados: pandemia al margen, el repunte inflacionario, las malas perspectivas econ¨®micas, la aparente falta de cohesi¨®n gubernamental (a veces el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, act¨²a como si fuera copresidente, amparado por la poderosa vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner) y el enfrentamiento con un sector de la judicatura considerado ¡°enemigo¡± han hecho caer la popularidad del Gobierno.
La oposici¨®n, etiquetada en general como ¡°macrismo¡±, ha tenido tres figuras de referencia desde que Alberto Fern¨¢ndez accedi¨® a la Casa Rosada. La referencia principal es evidentemente el expresidente Mauricio Macri. Pero sobre Macri pesa una maldici¨®n parecida a la de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner: suscita el rechazo visceral de gran parte del electorado. Casi la mitad en el caso de Macri, m¨¢s de la mitad en el caso de Kirchner. Otra figura es Patricia Bullrich, actual presidenta de Propuesta Republicana (PRO), el partido que fund¨® Mauricio Macri. Bullrich es carism¨¢tica e hiperactiva, pero carece de poder institucional. Y luego est¨¢ Larreta, cofundador del PRO hace 20 a?os, mano derecha de Macri durante m¨¢s de una d¨¦cada y su sucesor como jefe de gobierno de Buenos Aires, el lugar desde donde el hoy expresidente salt¨® a la Casa Rosada.
¡°Larreta se siente c¨®modo y, a diferencia de Alberto Fern¨¢ndez, est¨¢ siempre abierto a la negociaci¨®n; lo que no va a permitir es que le avasallen¡±, dijo una persona muy cercana al jefe de gobierno bonaerense. ¡°Falta mucho para las elecciones presidenciales de 2023, nadie es candidato. Pero Larreta podr¨ªa ser en su momento un candidato fuerte y capaz de crear una mayor¨ªa electoral¡±, a?adi¨® la misma persona. Horacio Rodr¨ªguez Larreta cuenta con una ventaja: seg¨²n un sondeo reciente, solo el 25% de los encuestados dice tener una opini¨®n ¡°muy mala¡± sobre ¨¦l. En el caso de Bullrich, el rechazo sube al 38%. Y al 46% en el caso de Macri.
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