La fuerte abstenci¨®n en Argelia traba la era post Buteflika
Tan solo un 30,2% de los votantes participan en las primeras elecciones legislativas tras la ca¨ªda del antiguo presidente argelino
Las cifras son sin duda llamativas. Son las dos de la tarde en Argelia del d¨ªa de las primeras elecciones legislativas tras la ca¨ªda de Abdelaziz Buteflika. El colegio electoral se sit¨²a en Staoueli, en la franja costera occidental de Argel, la capital del pa¨ªs. Desde la apertura del centro han votado 217 personas, seg¨²n tiene anotado a bol¨ªgrafo, en un cuaderno de cuadritos y anillas, una de las responsables de que all¨ª la jornada fluya. No hay mucho trabajo a decir...
Las cifras son sin duda llamativas. Son las dos de la tarde en Argelia del d¨ªa de las primeras elecciones legislativas tras la ca¨ªda de Abdelaziz Buteflika. El colegio electoral se sit¨²a en Staoueli, en la franja costera occidental de Argel, la capital del pa¨ªs. Desde la apertura del centro han votado 217 personas, seg¨²n tiene anotado a bol¨ªgrafo, en un cuaderno de cuadritos y anillas, una de las responsables de que all¨ª la jornada fluya. No hay mucho trabajo a decir verdad. Eso s¨ª, la participaci¨®n en ese colegio, junto al conocido balneario Club des Pins, va en aumento a cada hora. En la primera fueron 13 votantes; en la ¨²ltima, 46 ¡ªa un par de manzanas, en otra escuela, no se ve un alma¡ª. Argel es la grande ville y la abstenci¨®n es mayor aqu¨ª que en el interior del pa¨ªs, pero este peque?o colegio no es mala muestra. Poco antes de la medianoche de este s¨¢bado, el presidente de la Autoridad Nacional Independiente de las Elecciones (ANIE), Mohamed Charfi, inform¨® de que el 30,2% de los electores hab¨ªan acudido a las urnas, una cifra muy baja que traba la transici¨®n argelina dirigida por el presidente Abdelmajid Teb¨²n.
Y todo pese a que algo s¨ª han cambiado las cosas en los ¨²ltimos dos a?os. Herzallah Selsabil tiene 28 a?os. Chapurrea algo del espa?ol que aprendi¨® en el Instituto Cervantes, situado en el centro de Argel. Camina muy despacio por los pasillos del Colegio 5 de julio de Staoueli. Deja atr¨¢s el mural de Alicia y el conejo del pa¨ªs de las maravillas, y comienza el voto. Comienza porque no es sencillo: se cogen las papeletas, se esconde uno en la cabina, tacha los candidatos en uno de los folios y lo entrega; se sella el carn¨¦ de votante, se firma con el dedo tras meterlo en un botecito, tambi¨¦n con el boli... Dicen que es sencillo.
Herzallah sale de nuevo a paso tranquilo, que d¨¦ tiempo a limpiar el dedo: ¡°No vot¨¦ en las presidenciales, tampoco en el refer¨¦ndum constitucional¡±, dice con una voz muy bajita, ¡°pero ahora s¨ª¡±. Su explicaci¨®n: ¡°La diferencia es que ahora votamos por gente como nosotros, decidimos qui¨¦n va estar en el Parlamento [407 diputados]¡±. Alrededor de 24 millones de electores estaban llamados a elegir entre cerca de 1.300 listas, esto es, m¨¢s de 22.000 candidatos. Herzallah ha votado esta vez, s¨ª, pero, ?Ahora qu¨¦? ¡°No espero gran cosa tras las elecciones¡±, responde.
Como esta joven, dedicada a la comunicaci¨®n institucional, muchos argelinos han dado la espalda a las urnas en las citas electorales celebradas desde que dimiti¨® Buteflika, en abril de 2019. La abstenci¨®n en los comicios a los que Herzallah no acudi¨® fue elevad¨ªsima, un 60% en la elecci¨®n de Teb¨²n y un 76% en la consulta sobre la reforma constitucional del pasado noviembre. El clima va por barrios, pero muchos a¨²n miran con distancia la hoja de ruta del nuevo presidente argelino, que seguir¨¢ hacia delante. ¡°Para m¨ª, la participaci¨®n no importa¡±, dijo Teb¨²n tras depositar su papeleta en un colegio al este de Argel. ¡°Lo que me importa es que aquellos por quienes vota la gente tengan suficiente legitimidad¡±.
Tres partidos de la oposici¨®n al gobierno y el movimiento de protesta Hirak, que impuls¨® desde las calles la marcha de Buteflika tras 30 a?os en el poder, han rechazado de forma tajante la validez de estas elecciones. Pero Argelias hay muchas dentro del pa¨ªs m¨¢s grande del continente africano y muchos, sobre todo los j¨®venes ¡ªun 50% de los argelinos tiene menos de 30 a?os¡ª han agarrado la oportunidad de estas legislativas para dar un paso hacia delante. As¨ª que m¨¢s de la mitad de candidatos son independientes, como Soltani Mohamed Ikbal, de 35 a?os. ¡°Hola, soy candidato de la lista 37¡±, se presenta. ?Independiente? ¡°S¨ª, independiente¡±.
Se mete dentro de una de las aulas de votaci¨®n del Colegio 5 de julio, frente al patio, y toma una de las hojas, encabezada en efecto por el n¨²mero 37. All¨ª est¨¢n su foto y nombre junto a un recuadro y junto al resto de aspirantes de su lista. ¡°Antes¡±, explica con la papeleta sujeta sobre una columna y se?alando de forma figurada algunas de las casillas, ¡°eleg¨ªas a este candidato porque era gente conocida, el ministro de no s¨¦ qu¨¦, el embajador de no s¨¦ qu¨¦... Iban a salir¡±. Un sistema de cuotas que llaman los partidos cr¨ªticos con el periodo anterior.
La nueva ley electoral argelina ha abierto el camino a muchos candidatos no ligados a partidos como Soltani, dedicado al comercio internacional y, claro, a la pol¨ªtica. Con condiciones, como que en las listas, el 50% tenga menos de 40 a?os, que haya transparencia en las donaciones, no llegue dinero del extranjero, que haya paridad entre hombres y mujeres ¡ªcon excepciones en estas elecciones¡ª... ¡°A¨²n es dif¨ªcil que en Argelia, un hombre vaya a votar a una mujer¡±, apostilla este candidato. ?l tiene ilusi¨®n, lo explica con entusiasmo: ¡°Esta ma?ana me he dicho¡±, relata Soltani, ¡°que los j¨®venes iban a votar¡±. Pero las cifras caen por su peso. ¡°Aunque no creo que pasemos del 35%¡±.
La ANIE podr¨ªa tardar varios d¨ªas en tener los resultados definitivos del voto, seg¨²n admiti¨® este s¨¢bado su responsable, Mohamed Charfi.