Ume?, un faro verde en el norte de Europa

En el periodo de entreguerras, la localidad de Ume?, situada 600 kil¨®metros al norte de Estocolmo, rondaba los 10.000 ciudadanos. Un siglo despu¨¦s, su clara apuesta por unas pol¨ªticas verdes y con perspectiva de g¨¦nero la ha convertido en un referente europeo. El principal municipio de la mitad norte de Suecia aspira a superar los 200.000 habitantes en 2050, y para mucho antes ¡ªen 2030¡ª conf¨ªa en haber alcanzado la neutralidad de carbono (emitir el mismo volumen de di¨®xido de carbono que el que se retira de la atm¨®sfera).

Los habitantes de la peque?a Ume? (90.000 habitantes) ¡ª hay casi ...

En el periodo de entreguerras, la localidad de Ume?, situada 600 kil¨®metros al norte de Estocolmo, rondaba los 10.000 ciudadanos. Un siglo despu¨¦s, su clara apuesta por unas pol¨ªticas verdes y con perspectiva de g¨¦nero la ha convertido en un referente europeo. El principal municipio de la mitad norte de Suecia aspira a superar los 200.000 habitantes en 2050, y para mucho antes ¡ªen 2030¡ª conf¨ªa en haber alcanzado la neutralidad de carbono (emitir el mismo volumen de di¨®xido de carbono que el que se retira de la atm¨®sfera).

Los habitantes de la peque?a Ume? (90.000 habitantes) ¡ª hay casi 500 ciudades m¨¢s pobladas en la UE, aunque, de ellas, solo Oulu (Finlandia) es m¨¢s septentrional¡ª presumen del aire m¨¢s limpio de todo el continente. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona, que analiz¨® casi 1.000 ciudades europeas, se?ala que la localidad a orillas del golfo de Botnia, en el mar B¨¢ltico, es la que tiene menor mortalidad asociada a la contaminaci¨®n.

¡°Son muchas d¨¦cadas de trabajo para llegar a este punto¡±, destaca Philip N?slund, responsable municipal de Desarrollo Urbano Estrat¨¦gico. ¡°Pero todav¨ªa queda much¨ªsimo trabajo¡±, agrega sonriente, mientras se?ala a un coche que desciende la rampa de entrada a un gran aparcamiento en pleno centro de la ciudad. ¡°Espero que de aqu¨ª a unos a?os hayamos reconvertido este parking en algo m¨¢s ¨²til¡±, sentencia N?slund, uno de los m¨¢s de 10.000 empleados del Ayuntamiento de Ume?, cuyo municipio abarca una extensi¨®n similar a la de Cantabria, con una veintena m¨¢s de localidades que no suman 40.000 habitantes.

El crecimiento exponencial de los ¨²ltimos a?os se debe, en parte, a la llegada de extranjeros ¡ªhay habitantes de m¨¢s de 100 nacionalidades distintas¡ª, pero principalmente a los miles de suecos que se han mudado desde el sur atra¨ªdos por las m¨²ltiples ofertas de empleo verde y alquileres asequibles. Una de ellas es Lisa Redin, que lleg¨® desde Karlstad hace m¨¢s de una d¨¦cada y hoy es coordinadora en Ume? de Ruggedised, una iniciativa de la UE para poner en marcha estrategias que puedan replicar otras localidades en su transformaci¨®n a smart cities (ciudades inteligentes).

La mayor¨ªa de proyectos que se llevan a cabo en Ume? tienen lugar en torno a la Universidad, que es, con m¨¢s de 30.000 estudiantes, otro de los factores clave de la expansi¨®n urban¨ªstica. Redin explica, durante un viaje financiado por el Parlamento Europeo, que ¡°el objetivo es optimizar al m¨¢ximo la energ¨ªa utilizada¡±. En los ¨²ltimos cinco a?os se han instalado cientos de sensores en las aulas, despachos y salas de estudio para controlar y regular al detalle los tiempos de ocupaci¨®n, la temperatura y los niveles de di¨®xido de carbono. Adem¨¢s, se han instalado decenas de paneles solares y se han mejorado los sistemas de aislamiento, calefacci¨®n y ventilaci¨®n. En algunos edificios se ha reducido el consumo energ¨¦tico hasta un 85%.

En el subsuelo del distrito universitario se halla una planta de almacenamiento de energ¨ªa renovable, una de las 30 mayores del mundo, que acumula energ¨ªa fotovoltaica durante los meses de calor y distribuye la que necesita cada inmueble cuando se dispara la demanda, sobre todo cuando la temperatura se desploma varios d¨ªas al a?o por debajo de los -15? cent¨ªgrados.

Los sensores no son algo exclusivo de la zona universitaria, est¨¢n por toda la ciudad, la primera de toda Europa en tener cobertura 5G. Un claro ejemplo es el barrio de ?lidhem, en el que un incendio originado en una cocina destruy¨®, en 2008, m¨¢s de 70 apartamentos y dej¨® a 200 ciudadanos sin hogar en esta zona urbanizada en los a?os sesenta y habitada principalmente por estudiantes e inmigrantes. El drama se convirti¨® en una oportunidad. El Ayuntamiento quiso convertir la barriada, de unos 6.000 habitantes y a tres kil¨®metros del centro, en el ideal de eficiencia energ¨¦tica.

El eurodiputado del partido holand¨¦s GroenLinks (Izquierda Verde), una de las figuras m¨¢s destacadas de los ecologistas en Bruselas, argumenta al tel¨¦fono que la pobreza energ¨¦tica de muchos europeos se debe ¡°en gran medida¡± precisamente al consumo poco eficiente que requieren esos hogares, tanto en verano como en invierno. No es el caso de Ume?. ¡°Los fondos del coronavirus [el plan de recuperaci¨®n econ¨®mica de la UE, dotado con 750.000 millones de euros] nos ofrecen una oportunidad ¨²nica; si se destina una parte importante a reformar edificios, se podr¨¢ mejorar la calidad de vida en sectores desfavorecidos, a la vez que se genera empleo y se combate el cambio clim¨¢tico¡±, alega.

Tras la reconstrucci¨®n y rehabilitaci¨®n de las viviendas ¡ªventanas aislantes, sistemas de ventilaci¨®n con recuperaci¨®n de calor y la instalaci¨®n de herramientas para el control detallado del consumo en cada hogar¡ª la energ¨ªa utilizada anualmente en ?lidhem se ha reducido a menos de la mitad, y, como en casi toda la ciudad, es totalmente renovable ¡ªhidr¨¢ulica, solar, e¨®lica y biomasa¡ª.

El barrio es tambi¨¦n una clara muestra del modelo de producci¨®n y consumo alternativo que florece por toda Ume?. En ¨¦l hay restaurantes que sirven ¨²nicamente platos elaborados con productos locales y un espacio p¨²blico en el que los vecinos pueden depositar el material deportivo que ya no utilizan (esqu¨ªs, tiendas de campa?a, raquetas¡­) para que otros puedan utilizarlo gratuitamente durante dos semanas. El pasado agosto, el Ayuntamiento a?adi¨® un puesto m¨¢s a su organigrama: responsable de Econom¨ªa Circular. Lo ocupa Liv ?berg, quien en estos meses se ha centrado en la alimentaci¨®n y en la reutilizaci¨®n de electrodom¨¦sticos y mobiliario, y cuyo primer objetivo es ¡°que la mitad de la comida que se consuma sea de producci¨®n regional¡±. ?berg recalca el apoyo p¨²blico que se ofrece a las decenas de iniciativas privadas que se suman cada a?o al impulso de un desarrollo sostenible.

Movilidad

Otra de las obsesiones del Ayuntamiento de Ume? es transformar la movilidad. Seg¨²n sus c¨¢lculos, los desplazamientos causan la mitad (48%) de las emisiones anuales de CO? de sus habitantes, y las estad¨ªsticas se?alan que el coche se usa mucho m¨¢s que en algunas ciudades holandesas o danesas. Las iniciativas para desterrar los autom¨®viles ¡ªsobre todo si no son el¨¦ctricos¡ª son incontables. La neutralidad de carbono a la que aspira Ume? a finales de esta d¨¦cada no es un objetivo alcanzable para la gran mayor¨ªa de ciudades europeas; mucho menos para urbes como Madrid, Roma o Atenas, en las que pesan demasiado las d¨¦cadas de planificaci¨®n urban¨ªstica con el coche particular como elemento clave. Bas Eickhout, vicepresidente de la Comisi¨®n de Medioambiente del Parlamento Europeo, cree que, adem¨¢s de ¡°reverdecer las ciudades, en especial las mediterr¨¢neas¡±, son dos los ejes en los que debe basarse la transformaci¨®n de las grandes ciudades: movilidad sostenible y rehabilitaci¨®n de viviendas antiguas.

Para mitigar el impacto ambiental del coche en esta regi¨®n sueca, se est¨¢ construyendo incluso un puente sobre una de las carreteras de acceso a la ciudad con la finalidad exclusiva de facilitar el trayecto de ida y vuelta que hacen miles de renos cada a?o entre las monta?as de Laponia y los abundantes l¨ªquenes del delta del r¨ªo Ume.

N?slund, responsable municipal de Desarrollo Urbano Estrat¨¦gico, se mueve en bici los doce meses del a?o. No cree que el clima sub¨¢rtico sea un impedimento. ¡°Somos muy eficientes limpiando la nieve de los carriles y casi todos los trayectos son de menos de cinco kil¨®metros¡±, aclara junto a una estaci¨®n del flamante sistema de bicicletas el¨¦ctricas compartidas. A diferencia de los que abundan por Europa, este no tiene un modelo ¨²nico de veloc¨ªpedo, sino m¨¢s de una decena, en los que sobre todo var¨ªan los accesorios de carga. ¡°Para dejar a los ni?os en el colegio antes de ir a trabajar, para ir a hacer la compra semanal. Cada vez quedan menos excusas¡±, sostiene N?slund. Tambi¨¦n se han habilitado estacionamientos cerrados para bicicletas y puestos con las herramientas de reparaci¨®n b¨¢sicas.

La flota municipal de autobuses se ha ampliado y modernizado recientemente; ya no queda ninguno que no sea el¨¦ctrico. El objetivo ahora es lograr que su uso resulte atractivo para los j¨®venes. A trav¨¦s de una aplicaci¨®n de internet, los habitantes pueden reclamar billetes gratis si cumplen con los objetivos de consumo de agua y electricidad en sus hogares. A finales de 2019 se inaugur¨® una parada con unas tablas semicil¨ªndricas de madera que cuelgan del techo dise?adas para que los usuarios se protejan del viento mientras se apoyan en ellas. Unas luces de colores en el techo avisan de la llegada del autob¨²s y su respectiva l¨ªnea.

Un trabajo de la Universidad T¨¦cnica de Viena sit¨²a la poblaci¨®n de Ume? como ¡°la m¨¢s concienciada con el medioambiente¡± de toda Europa. Johanna Cory, responsable de comunicaci¨®n de la empresa p¨²blica de tratamiento de aguas y residuos urbanos, detalla que la colaboraci¨®n ciudadana es esencial para el buen funcionamiento de las plantas incineradoras, que queman los desechos que resultan esenciales para la red urbana de calefacci¨®n. Cory, que da charlas sobre reciclaje a alumnos de educaci¨®n primaria, describe: ¡°Hay veces que ya saben tanto que no tengo pr¨¢cticamente nada que ense?arles¡±. Recientemente se han habilitado varios puestos en los se puede depositar a cualquier hora productos m¨¢s delicados, como metales, pinturas, bater¨ªas o bombillas.

Adrien Fournier, un inform¨¢tico franc¨¦s que reside en Ume? desde hace cuatro a?os y espera su primer hijo, tiene claro que de momento va a seguir soportando los duros d¨ªas de invierno con noches de 20 horas y term¨®metros que rozan los -30? cent¨ªgrados. ¡°A diferencia de muchas partes de Europa, los ni?os aqu¨ª crecen aprendiendo a cuidar y a amar la naturaleza¡±, subraya.