Una reforma que explica 30 a?os de historia pol¨ªtica en Italia
El Ejecutivo de Draghi se propone agilizar la justicia, algo que jam¨¢s ha logrado poner de acuerdo a los partidos del pa¨ªs
La pol¨ªtica italiana ha convertido la justicia en el principal caballo de batalla de los ¨²ltimos 30 a?os. El debate sobre el poder que entra?a, la velocidad de los procesos, la dureza de las penas y el control que ejerce sobre la clase pol¨ªtica y la corrupci¨®n han dado a luz los principales fen¨®menos surgidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Desde La Liga Norte a Silvio Berlusconi, pasando por el Movimiento 5 Estrellas. Italia se divide desde entonces en dos categor¨ªas algo absurdas: los justicialistas y los garantistas. Y nadie ha logrado jam¨¢s poner de acuerdo a todos los partidos sobre c¨®mo afrontar...
La pol¨ªtica italiana ha convertido la justicia en el principal caballo de batalla de los ¨²ltimos 30 a?os. El debate sobre el poder que entra?a, la velocidad de los procesos, la dureza de las penas y el control que ejerce sobre la clase pol¨ªtica y la corrupci¨®n han dado a luz los principales fen¨®menos surgidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Desde La Liga Norte a Silvio Berlusconi, pasando por el Movimiento 5 Estrellas. Italia se divide desde entonces en dos categor¨ªas algo absurdas: los justicialistas y los garantistas. Y nadie ha logrado jam¨¢s poner de acuerdo a todos los partidos sobre c¨®mo afrontar la cuesti¨®n. El Ejecutivo de Mario Draghi, sin embargo, se dispone a comenzar una gran reforma que tocar¨¢ temas cruciales como la prescripci¨®n de los delitos, la radical disminuci¨®n de las penas de c¨¢rcel o el poder desmedido del Consejo Superior de la Magistratura (CSM).
La reforma es una exigencia peri¨®dica de la Uni¨®n Europea en la ¨²ltima d¨¦cada y que ahora se ha hecho inevitable como condici¨®n a la entrega de los fondos del Plan de Recuperaci¨®n. En Bruselas preocupan especialmente los tiempos de la justicia. Los recursos en segundo grado se demoran de media 851 d¨ªas (la media europea es de 155) y los expedientes atrasados, seg¨²n los datos de 2019, eran 260.946. Para el recurso en segundo grado, seg¨²n los datos del presidente del Tribunal Supremo italiano (tercer grado), Pietro Curzio, los tiempos se alargan a 1.038 d¨ªas. Todo ello pretende la ministra de Justicia, Marta Cartabia, deber¨ªa agilizarse con m¨¢s medios y procesos m¨¢s simples. Pero, sobre todo, con el elemento clave que explica la pol¨ªtica de los ¨²ltimos 30 a?os: el debate sobre la prescripci¨®n.
La reforma prev¨¦ ahora que los tiempos en los que un imputado ser¨¢ ¡°improcesable¡± sean m¨¢s cortos. Esa es la bandera de los llamados garantistas y lo que siempre pidieron de forma interesada pol¨ªticos como Berlusconi, que logr¨® escabullirse de sus imputaciones dilatando los tiempos de los juicios. Los llamados justicialistas, representados por el M5S, pero tambi¨¦n por un nutrido grupo de magistrados antimafia, desear¨ªan que la mayor¨ªa de delitos no llegasen nunca a esa prescripci¨®n y prometen dar guerra en el Parlamento para modificar ese punto. La batalla, sin embargo, comenz¨® mucho antes.
El 17 de febrero de 1992 el magistrado Antonio Di Pietro pidi¨® una orden de detenci¨®n para Mario Chiesa, importante empresario y miembros del Partido Socialista Italiano. Comenz¨® as¨ª un enorme proceso judicial contra la corrupci¨®n de la clase pol¨ªtica que se conoci¨® como Mani pulite y que desmont¨® todo el sistema de poder de la vieja Democracia Cristiana y abri¨® la caja de los truenos para todos los fen¨®menos pol¨ªticos que vendr¨ªan luego. El problema es que la magistratura certific¨® su enorme poder e independencia y se convirti¨® en el eje sobre el que se articularon todas las batallas pol¨ªticas de las siguientes d¨¦cadas. Gherardo Colombo fue el magistrado que instruy¨® aquel caso. ¡°La reforma ser¨¢ positiva si se puede ejecutar todo lo que prev¨¦. Si es as¨ª, los procesos penales ser¨¢n m¨¢s veloces y eso es un aspecto t¨¦cnico que tiene tambi¨¦n consecuencias pol¨ªticas¡±, se?ala.
Italia es un pa¨ªs fundado sobre la primac¨ªa de la justicia. A diferencia de otros estados como Francia o Espa?a, la pol¨ªtica siempre ha debido hacer cuentas con ese hecho. Tiene que ver con la vieja inercia de la Guerra Fr¨ªa de dar poco poder al parlamento, y mucho a los partidos y a la administraci¨®n p¨²blica. Pero el peso de la magistratura sigue siendo enorme y se ha mantenido tambi¨¦n gracias a la dignidad ganada despu¨¦s de a?os de lucha contra el terrorismo o la mafia. Un periodo en el que fueron asesinados 21 magistrados y la credibilidad de la pol¨ªtica fue cayendo en picado. De hecho, pocos presidentes del Consejo de Ministros se han librado de imputaciones: Prodi, Renzi, Bettino Craxi, Berlusconi o Giulio Andreotti.
Colombo cree que la parte m¨¢s importante de la reforma, sin embargo, es la que tiene que ver con la reducci¨®n del uso de la c¨¢rcel como instrumento punitivo. ¡°La pena debe ser reeducaci¨®n y no venganza. La reforma va en esta l¨ªnea. Reduce notablemente el recurso de la c¨¢rcel. Y si se efect¨²a verdaderamente, la c¨¢rcel ser¨¢ m¨¢s residual¡±. Una idea que comparte el ex magistrado y profesor Luciano Violante. ¡°Lo m¨¢s importante es que cambia la relaci¨®n entre el ciudadano y el Estado. Hasta ahora el estado en el proceso penal fijaba cu¨¢nto tiempo deb¨ªa estar en la c¨¢rcel y separado de la sociedad. Aqu¨ª se modifica la visi¨®n: la c¨¢rcel es la ¨²ltima opci¨®n. Y la actividad del juez est¨¢ destinada a reconstruir la relaci¨®n entre condenado y sociedad. Este proceso es el mismo que se aplica a los menores y ahora se har¨¢ en la justicia penal para adultos¡±, apunta.
Muchos magistrados, sin embargo, creen que la velocidad con la que prescribir¨¢n ahora algunos delitos, especialmente los financieros y de corrupci¨®n, ser¨¢ un coladero para delincuentes. Roberto Scarpinato, hist¨®rico juez de procesos antimafia como el de Piersanti Mattarella (presidente de Sicilia asesinado por la Cosa Nostra en 1980), el del general Carlo Alberto Dalla Chiesa (prefecto de Palermo asesinado tambi¨¦n por Cosa Nostra en 1982) o el de la supuesta negociaci¨®n del estado con la mafia, insiste en que ¡°el problema de la reforma del proceso penal en Italia est¨¢ en el centro de un desencuentro pol¨ªtico que dura 30 a?os¡±. ¡°Es un debate tan encendido que en algunos momentos casi ha provocado una crisis de Gobierno. Y eso no pasa en ning¨²n otro pa¨ªs. Para entenderlo hay que recordar que en Italia la Fiscal¨ªa es independiente del poder pol¨ªtico. Y eso ha permitido a la magistratura italiana celebrar procesos contra muchos exponentes del establishment italiano: senadores, jefes de servicios secretos, primeros ministros... De ah¨ª la reacci¨®n violenta de una parte de la clase dirigente contra la magistratura y las reformas que han introducido y que dificultan el proceso penal. Lo han alargado y, al mismo tiempo, han reducido el tiempo de prescripci¨®n de los delitos. Y por eso tantos delitos en Italia se extinguen, especialmente los de corrupci¨®n y econom¨ªa¡±, critica.
?La soluci¨®n? Scarpinato no tiene dudas. Eliminar todas las reformas que han hecho m¨¢s farragoso el proceso penal, hacerlo m¨¢s veloz, reservar el rito acusatorio para delitos graves. ¡°Mire, esto no es un problema t¨¦cnico jur¨ªdico, sino un problema pol¨ªtico¡±. Un problema que explica 30 a?os de historia.