Cubanos en Espa?a: preocupaci¨®n y esperanza ante las protestas en la isla
La comunidad afronta dividida las manifestaciones, en las que algunos ven la oportunidad de echar al Gobierno y otros perciben la mano de EE UU
Mientras Cuba viv¨ªa diversas protestas entre los d¨ªas 11 y 12 de julio, muchos de los 64.634 cubanos que viven oficialmente en Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, segu¨ªan con inter¨¦s los acontecimientos de la isla. D¨ªas despu¨¦s de las manifestaciones, que estallaron en el municipio de San Antonio de los Ba?os y se extendieron hasta La Habana, partidarios y detractores del Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel se manifestaron tambi¨¦n ante ...
Mientras Cuba viv¨ªa diversas protestas entre los d¨ªas 11 y 12 de julio, muchos de los 64.634 cubanos que viven oficialmente en Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, segu¨ªan con inter¨¦s los acontecimientos de la isla. D¨ªas despu¨¦s de las manifestaciones, que estallaron en el municipio de San Antonio de los Ba?os y se extendieron hasta La Habana, partidarios y detractores del Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel se manifestaron tambi¨¦n ante la Embajada de Cuba en Madrid.
Saimy Olivero Scull tiene 38 a?os, hace 15 dej¨® Cuba para venir a Espa?a y ha seguido las manifestaciones desde su pueblo en Cuenca. ¡°Las protestas se ve¨ªan venir. Era cuesti¨®n de tiempo que ocurrieran, por la crisis econ¨®mica¡±. Scull recuerda que con la pandemia el turismo, principal fuente de ingresos en Cuba, se vio gravemente afectado y las medidas de reordenamiento de la econom¨ªa no sirvieron a superar las p¨¦rdidas. ¡°Subieron los sueldos, pero tambi¨¦n los precios de la cesta b¨¢sica¡±. Las remesas enviadas por los cubanos que viven en el exterior a sus compatriotas tambi¨¦n se vieron afectadas por el cierre de las operaciones de Western Union en la isla a finales de 2020, una de las m¨¢s de 230 sanciones dictadas por el Gobierno de Donald Trump en sus ¨²ltimos d¨ªas en la Casa Blanca. ¡°La situaci¨®n de ahora es una repetici¨®n much¨ªsimo m¨¢s cruel que la que vivimos en los a?os ochenta. No van a poder detener a los cubanos. Ellos ya perdieron el miedo¡±, afirma con esperanza Luis Antonio Mac-Beath Jim¨¦nez, un cubano de 66 a?os que vive en Alicante desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas.
La escasez es definitivamente lo que m¨¢s castiga el pa¨ªs. Alex Cardoso, de 53 a?os, lleva en Espa?a desde los a?os noventa, y es tajante: ¡°No hay medicinas, no hay alimento suficiente, ya no se encuentran siquiera productos de aseo, las casas, los edificios se caen a pedazos, muchas veces arrastrando en ese mar de escombros la vida de las personas, y ello afecta sobre todo a esos colectivos m¨¢s vulnerables como ni?os y ancianos¡±, lamenta. Scull corrobora la opini¨®n y afirma que le preocupa la situaci¨®n de su abuela, que a los 91 a?os, aunque sana, padece de artrosis y sufre con la falta de analg¨¦sicos, que no se encuentran para comprar. Ante todos estos problemas, las manifestaciones les parecen leg¨ªtimas y m¨¢s que esperadas. ¡°Si bien no es en el cien por cien de la poblaci¨®n, s¨ª es evidente que en la mayor¨ªa subyace una insatisfacci¨®n galopante¡±, afirma Cardoso.
El rol de las sanciones
Sin embargo, para otros cubanos que viven en Espa?a, las manifestaciones en la isla son resultado de un movimiento que tiene como objetivo desestabilizar Cuba internamente. Para Miguel Bravo, de 56 a?os y desde hace 25 radicado en Madrid, todo ha sido ¡°orquestado y planificado desde el exterior¡± para presionar el pa¨ªs en un momento de crisis por la pandemia y por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos. ¡°Muchas de las personas que salieron a protestar yo creo que estaban en su derecho y salieron para que el Gobierno y las instituciones le dieran una respuesta [sobre la crisis econ¨®mica]. Dentro de esta poblaci¨®n enfadada y necesitada se introducen elementos que son parte del plan desestabilizador [de EE UU] y que son pagados para crear el caos y el desorden¡±, afirma Bravo. Cardoso no est¨¢ de acuerdo. ¡°Un estallido social de la magnitud de este ¨²ltimo no est¨¢ ni pagado ni subvencionado por nadie salvo por una necesidad urgente de dejar atr¨¢s tanta penuria acumulada¡±, razona. Y a?ade: ¡°El Gobierno de Cuba deber¨ªa tomar buena nota de ello y ofrecer un verdadero di¨¢logo ante cualquier clamor popular, y el di¨¢logo es todo lo contrario al palo y al encarcelamiento¡±.
Es casi imposible hablar de Cuba y las dificultades a las que se enfrenta el pa¨ªs sin que se toque el tema de las sanciones impuestas por Estados Unidos. Seg¨²n el Gobierno cubano, entre abril de 2019 y diciembre de 2020, el bloqueo ha costado al pa¨ªs p¨¦rdidas por 9.157 millones de d¨®lares (unos 7.683 millones de euros). El embargo, que incluye seis leyes y diversas regulaciones que proh¨ªben o restringen las relaciones econ¨®micas con Cuba, es para unos el principal verdugo de la isla y para otros, la excusa perfecta para que el Gobierno cubano no reconozca sus errores. ¡°No se puede negar que existe el bloqueo, pero tambi¨¦n hay complicaciones internas muy fuertes¡±, apunta Scull, en referencia a la pol¨ªtica econ¨®mica oficial. Cardoso est¨¢ de acuerdo y pide el fin de las sanciones: ¡°La Ley Helms-Burton jam¨¢s ha podido perjudicar al r¨¦gimen cubano como pretend¨ªa y s¨ª ha servido para encarecer las comunicaciones de los cubanos que estamos fuera con nuestros seres queridos en la isla¡±.
Para Bravo el embargo est¨¢ en la ra¨ªz de los problemas de Cuba: ¡°El bloqueo, endurecido bajo la Administraci¨®n del expresidente Donald Trump, afecta a 11 millones de cubanos y dificulta el acceso a recursos b¨¢sicos, tecnolog¨ªa y materias primas para fortalecer los servicios p¨²blicos. Entre otras agresivas medidas del Gobierno de EE UU dirigidas a asfixiar la econom¨ªa cubana, destacan particularmente sus esfuerzos por obstaculizar el arribo de combustible, con sanciones a empresas navieras y a aseguradoras¡±. ¡°Su objetivo principal [del bloqueo] es rendir por hambre a un pueblo, y eso no es justo¡±, apunta Bravo, mientras recuerda que este a?o la ONU se ha pronunciado en contra del bloqueo estadounidense y ya van 29.
?Dictadura o democracia?
El debate se ha calentado en Espa?a despu¨¦s de que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, se?alase que Cuba ¡°no es una democracia¡±, mientras la oposici¨®n le ped¨ªa que declarase el pa¨ªs como una dictadura. La discusi¨®n tambi¨¦n se da entre los cubanos.
Miguel Bravo afirma que en Cuba se debaten popularmente las pol¨ªticas econ¨®micas que va a implantar el Gobierno y explica c¨®mo funcionan las elecciones: ¡°En los barrios se eligen libremente a los representantes del poder popular. Cada cubano tiene derecho a votar a sus representantes que, despu¨¦s de ser elegidos, forman parte de la Asamblea Municipal, Provincial y Nacional. Es la Asamblea Nacional que elige el presidente de la Rep¨²blica. Ese es el poder popular. Por eso digo que en Cuba existe democracia, aunque no es una democracia liberal¡±.
Para Saimy Olivero Scull, sin embargo, la falta de libertad de expresi¨®n en la isla es lo que la transforma en un r¨¦gimen de opresi¨®n: ¡°Tenemos que apelar a la comunidad internacional para que declare a Cuba una dictadura. Porque cuando se llaman las cosas por su nombre, se entiende c¨®mo vive la gente. En Cuba se vive con much¨ªsimo miedo¡±. Para Luis Antonio Mac-Beath Jim¨¦nez, el apoyo internacional es esencial. ¡°Es la primera vez que Cuba entera se levanta contra la dictadura. Los cubanos por muy valientes que sean, si el mundo no les ayuda, no podr¨¢n quitarse eso [el Gobierno] de encima¡±, enfatiza.