El ca¨®tico estreno televisivo de la ¡®Fox brit¨¢nica¡¯
GB News naci¨® con intenci¨®n de no imitar al canal de Rupert Murdoch, pero ahora se apoya en su modelo
La m¨¢s reciente incorporaci¨®n al universo cat¨®dico del Reino Unido se llama GB News y hab¨ªa dejado una cuesti¨®n clara antes de su estreno el pasado junio: pese a su ideolog¨ªa profundamente de derechas, su rechazo a la denominada woke culture (movimiento del despertar de la conciencia social ante las injusticias) y su vocaci¨®n de alentar el debate m¨¢s que la de generar informaci¨®n, ni era, ni quer¨ªa ser, ¡°la Fox News brit¨¢nica¡±. Para cualquier cadena de noticias que debuta en pantalla, tener que puntualizar a qu¨¦ no a...
La m¨¢s reciente incorporaci¨®n al universo cat¨®dico del Reino Unido se llama GB News y hab¨ªa dejado una cuesti¨®n clara antes de su estreno el pasado junio: pese a su ideolog¨ªa profundamente de derechas, su rechazo a la denominada woke culture (movimiento del despertar de la conciencia social ante las injusticias) y su vocaci¨®n de alentar el debate m¨¢s que la de generar informaci¨®n, ni era, ni quer¨ªa ser, ¡°la Fox News brit¨¢nica¡±. Para cualquier cadena de noticias que debuta en pantalla, tener que puntualizar a qu¨¦ no aspira parece un presagio preocupante, pero la sucesi¨®n de desprop¨®sitos acumulados por GB News ha convertido la comparaci¨®n con el canal estadounidense del magnate Rupert Murdoch, Fox News, en el menor de sus problemas.
Siete semanas despu¨¦s de su lanzamiento, una larga serie de contratiempos han dejado a la cadena a merced del escarnio popular. En el exigente mercado televisivo anglosaj¨®n, resulta dif¨ªcil identificar un precedente que re¨²na tantos contratiempos, pero GB News va camino de ganarse ese t¨ªtulo en tiempo r¨¦cord. Desde su primera emisi¨®n, el 13 de junio, las calamidades t¨¦cnicas que acumula se han ganado su propia cuenta de Twitter; ha sufrido el horror de registrar cero espectadores; ha perdido a los gerifaltes llamados a definir la apuesta program¨¢tica; y ha padecido un boicoteo para cerrarle el grifo de ingresos publicitarios bajo el lema Stop Funding Hate (Deja de Financiar Odio).
El arranque, sin embargo, hab¨ªa sido prometedor. El discurso de apertura de su presidente, el veterano editor Andrew Neil, garantizaba los ¡°valores tradicionales del periodismo¡±, datos contrastados y, pese a incidir en que no hab¨ªa inter¨¦s en convertirse en la ¡°Fox News brit¨¢nica¡±, anticipaba tambi¨¦n una cruzada contra ¡°el disparate woke¡± y la conocida como cultura de la cancelaci¨®n (el ostracismo al que se aboca a personalidades p¨²blicas por posicionamientos controvertidos).
Aquella primera noche de emisi¨®n, GB News logr¨® m¨¢s espectadores que sus rivales directos, las divisiones de noticias de BBC y Sky. Pero a mediados de julio, el organismo de investigaci¨®n de audiencias (Broadcasters Audience Research Board) dio cuenta de que en numerosos momentos la cadena ten¨ªa cero espectadores. Un resultado que, aunque enga?oso, por basarse en una f¨®rmula arcaica de medir el ¨ªndice de audiencia, supone la peor pesadilla para cualquier canal.
El propio Neil desapareci¨® de pantalla. La explicaci¨®n oficial fue su deseo de ¡°reponer pilas¡± y, aunque ha anunciado que volver¨¢ a ponerse al frente de su programa vespertino antes de final de verano, no ha podido contener las filtraciones que revelaban su creciente desesperaci¨®n en los d¨ªas previos al lanzamiento de la cadena, que ¨¦l mismo calific¨® de ¡°ca¨®tico¡±. Acostumbrado a la diligente BBC, donde trabaj¨® durante a?os, el curtido periodista no tard¨® en comprender que la inexperiencia de gran parte de los 150 miembros de la plantilla de GB News abocaba su espacio a un posible dislate audiovisual.
Sus temores no resultaron infundados y los desatinos t¨¦cnicos han generado ya su propio anecdotario. El cr¨ªtico televisivo del Daily Mirror Ian Hyland ha afirmado que ¡°si las mentes m¨¢s brillantes de la comedia tuviesen que crear una serie que parodiase el desastroso lanzamiento de un canal de noticias, sufrir¨ªan para escribir algo tan delirante como esto¡±. Oliver Keens, de The Independent, compar¨® GB News con la conocida pel¨ªcula de humor Aterriza como puedas.
Con todo, resolver los inconvenientes t¨¦cnicos constituye el reto m¨¢s sencillo de una plataforma cuyo problema principal es m¨¢s bien que parece ignorar sus propios objetivos como medio de comunicaci¨®n. Hab¨ªa prometido ¡°captar el estado de ¨¢nimo de la naci¨®n¡± y ser honesta con ¡°las historias de las que la gente quiere hablar¡±, pero la realidad en pantalla transmite un proyecto precipitado, donde el contenido resulta tan indolente como la preparaci¨®n de los comentaristas, que acumulan meteduras de pata. Y la brecha interna en torno a qu¨¦ quiere representar como canal es cada vez m¨¢s profunda.
La incorporaci¨®n de pesos pesados como Neil hab¨ªa actuado como im¨¢n para reclutar profesionales de medios convencionales, que aspiraban a contribuir a dar forma a una apuesta novedosa en la escena televisiva brit¨¢nica. Pero experimentar con la f¨®rmula estadounidense similar a Fox News ¡ªel canal con el que se identificaba el expresidente estadounidense Donald Trump¡ª atrajo tambi¨¦n a una facci¨®n m¨¢s ideol¨®gica, tentada ante lo que percib¨ªa como un instrumento para capitalizar el conflicto social como ingrediente fundamental de la parrilla.
Ambos frentes estuvieron presentes desde el principio, pero, de momento, la batalla se decanta a favor de la facci¨®n m¨¢s tentada a la propaganda, lo que ha desencadenado ya un ¨¦xodo que podr¨ªa condenar a GB News a convertirse en el suced¨¢neo brit¨¢nico de Fox News que hab¨ªa rechazado desde un principio.
El director de Noticias y Programaci¨®n de GB News, John McAndrew, conocido de la industria tras su paso por Sky News o Euronews, abandonaba hace dos semanas su puesto de trabajo hastiado de la presi¨®n para sustituir la informaci¨®n y el debate por una visi¨®n que priorizase la polarizaci¨®n social. Su dimisi¨®n coincidi¨®, por motivos similares, con la de Gill Penlington, una respetada productora ejecutiva de prolongada experiencia en canales de noticias como CNN.
Buscar identidad
La salida m¨¢s controvertida hasta ahora, sin embargo, es la del presentador Guto Harri. Corresponsal de la BBC durante a?os y portavoz de Boris Johnson durante parte de su etapa como alcalde de Londres, fue suspendido tras realizar en antena el gesto de hincar la rodilla en apoyo a los jugadores de la selecci¨®n inglesa de f¨²tbol tras los ataques contra los jugadores por solidarizarse con el movimiento Black Lives Matter.
La indignaci¨®n causada por el gesto provoc¨® un boicoteo entre los espectadores y llev¨® a la direcci¨®n de GB News a reprender a Harri por ¡°romper el c¨®digo editorial¡±. Todo ello, en una cadena surgida, seg¨²n sus principios, para combatir la cultura de la cancelaci¨®n y defender el derecho a la libertad de expresi¨®n.
Nombres propios de la cadena, incluido Neil, han admitido p¨²blicamente que el arranque del canal ha sido accidentado y se habla ya de un replanteamiento estrat¨¦gico integral en septiembre, pero la b¨²squeda de una identidad definitiva no resultar¨¢ f¨¢cil cuando la propia audiencia ha mostrado su tendencia a cambiar de canal si el contenido no es lo suficientemente radical.
Nigel Farage, al rescate de la audiencia
La creciente influencia del frente m¨¢s proselitista de GB News ha quedado de manifiesto en el reciente fichaje de la cadena: Nigel Farage, quien desde el 19 de julio ejerce como flamante presentador de un espacio de lunes a jueves en el que da rienda suelta al argumentario que lo ha convertido en una de las figuras m¨¢s controvertidas del ruedo pol¨ªtico brit¨¢nico. La direcci¨®n ha encomendado sus esperanzas de recuperaci¨®n de audiencia a quien est¨¢ considerado como uno de los art¨ªfices de la salida del Reino Unido de la UE y, de momento, la maniobra le est¨¢ dando resultados.
En GB News, el exl¨ªder del UKIP y del Partido del Brexit es m¨¢s Farage que nunca. La inmigraci¨®n sigue siendo su obsesi¨®n preferida y no pod¨ªa faltar un pub, aunque sea mediante una mera proyecci¨®n en la pared, en una secci¨®n en la que el exeurodiputado y colaborador de Fox News comparte una pinta con un invitado. Con Farage no hay sorpresas. Garantiza lo que se espera de ¨¦l, una oferta que ha logrado revertir la sangr¨ªa de espectadores, con unos 100.000 de media cada tarde.