Los talibanes disparan al aire para dispersar una manifestaci¨®n de mujeres en Kabul
La protesta se ha producido delante de un colegio de ni?as para que deje de estar vetada la educaci¨®n femenina
La lucha de las mujeres para reclamar sus derechos sigue top¨¢ndose con un firme muro en el Afganist¨¢n de los talibanes. Las nuevas autoridades de Kabul les impiden elevar la voz, como ha vuelto a ocurrir en la ma?ana de este jueves. Un importante despliegue de agentes armados trat¨® de impedir incluso con disparos al aire que un reducido grupo de mujeres que no alcanzaba la decena exigiera la vuelta de la educaci¨®n femenina que, sal...
La lucha de las mujeres para reclamar sus derechos sigue top¨¢ndose con un firme muro en el Afganist¨¢n de los talibanes. Las nuevas autoridades de Kabul les impiden elevar la voz, como ha vuelto a ocurrir en la ma?ana de este jueves. Un importante despliegue de agentes armados trat¨® de impedir incluso con disparos al aire que un reducido grupo de mujeres que no alcanzaba la decena exigiera la vuelta de la educaci¨®n femenina que, salvo en edad infantil, sigue bloqueada por el Gobierno que detenta el poder en todo el pa¨ªs desde el 15 de agosto.
Poco antes de las ocho de la ma?ana, las mujeres desplegaron una pancarta en la que se le¨ªa ¡°No politicen la educaci¨®n¡±, junto a varios carteles hechos en cartulina. El acto se produjo delante de instituto femenino del barrio de Kart-e-Char. En apenas unos segundos se echaron encima los uniformados.
Los alrededores del lugar hab¨ªan sido tomados desde antes por un importante n¨²mero de agentes de las nuevas fuerzas de seguridad armados. Llegaron a bordo de una decena de veh¨ªculos.
Disparos al aire
Un grupo de reporteros cubri¨® la protesta pese a los empujones, alg¨²n culatazo de kal¨¢shnikov, amenazas, intervenci¨®n de c¨¢maras y un tel¨¦fono m¨®vil. En un momento dado, cuando los talibanes proced¨ªan a apartar a los reporteros del colegio, uno de los agentes lanz¨® una r¨¢faga de disparos al aire, una f¨®rmula con la que han intentado dispersar otras manifestaciones anteriores. Una de las manifestantes asegur¨® despu¨¦s a trav¨¦s de WhatsApp que en el intento de disolverlas les dijeron que se fueran ¡°a casa a cocinar¡±.
Al frente del despliegue de seguridad se hallaba el mul¨¢ Nasratullah, que trat¨® de convencer a los informadores de que en Afganist¨¢n pueden realizar libremente su trabajo, pero sin dar cobertura a una manifestaci¨®n ¡°ilegal¡± como la autoridad considera la de este jueves. Lleg¨® a decir que si las organizadoras hubieran solicitado permiso, se les habr¨ªa concedido.
Al mul¨¢ le rodeaban durante su intervenci¨®n los mismos hombres armados que imped¨ªan informar de la manifestaci¨®n a los periodistas y que amedrentaban a las participantes en la protesta. ¡°Si yo no defendiera los derechos de las mujeres ustedes no estar¨ªan aqu¨ª ahora¡±, aclar¨®. Al fondo, las mujeres bien custodiadas, lejos de los periodistas.
Escenas como esta se han repetido en las ¨²ltimas semanas en distintas zonas de la capital y en otras provincias. Peque?os grupos de mujeres se atreven a salir a la calle a reclamar sus derechos. La nueva autoridad trata de impedir no solo esas protestas, sino que estas lleguen a la esfera p¨²blica.
La actividad en los colegios se retom¨® el pasado 18 de septiembre para ni?os y ni?as de primaria. A partir de esa etapa educativa, las clases siguen estando vetadas para las mujeres.
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