C¨®mo desactivar el ¨®rdago polaco
El fallo del Tribunal Constitucional de Polonia constituye el mayor ataque que ha sufrido el orden jur¨ªdico europeo en su historia
En la tarde del jueves, el Tribunal Constitucional polaco sacudi¨® los cimientos fundamentales de la Uni¨®n Europea: en una sentencia hist¨®rica, declar¨® que los art¨ªculos 1 y 19 del Tratado de la Uni¨®n Europea (TUE) son incompatibles con su propia Constituci¨®n. El fallo supone, sin ninguna duda, el mayor ataque que ha sufrido el orden judicial europeo en su historia, abre un periodo de enorme incertidumbre jur¨ªdica y deja al pa¨ªs al borde de la ruptura legal con la Uni¨®n Europea (UE).
La sentencia del alto tribunal no tiene precedentes en la historia del derecho comunitario. Es cierto que...
En la tarde del jueves, el Tribunal Constitucional polaco sacudi¨® los cimientos fundamentales de la Uni¨®n Europea: en una sentencia hist¨®rica, declar¨® que los art¨ªculos 1 y 19 del Tratado de la Uni¨®n Europea (TUE) son incompatibles con su propia Constituci¨®n. El fallo supone, sin ninguna duda, el mayor ataque que ha sufrido el orden judicial europeo en su historia, abre un periodo de enorme incertidumbre jur¨ªdica y deja al pa¨ªs al borde de la ruptura legal con la Uni¨®n Europea (UE).
La sentencia del alto tribunal no tiene precedentes en la historia del derecho comunitario. Es cierto que, en los ¨²ltimos a?os, algunos tribunales nacionales hab¨ªan desacatado fallos del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE). En 2020, por ejemplo, el Tribunal Constitucional alem¨¢n desoy¨® la sentencia Weiss (asunto C-493/17), acusando al Banco Central Europeo de haber sobrepasado sus competencias mediante la aprobaci¨®n del programa de compra de deuda soberana de 2015. Lo mismo sucedi¨® en 2012, cuando la corte constitucional checa ignor¨® la sentencia Landtov¨¢ (C-399/09), un caso relativo al sistema de seguridad social del pa¨ªs. En ning¨²n caso, sin embargo, el tribunal en cuesti¨®n hab¨ªa desaplicado, de manera clara e inequ¨ªvoca, la primac¨ªa del derecho comunitario ¨Del principio sobre el cual, desde el famoso caso Costa/ENEL (asunto 6/64), se sostiene el orden jur¨ªdico europeo¨D.
Las consecuencias legales del fallo son, pese a todo, parad¨®jicas. Por una parte, dejan al pa¨ªs al borde del ¡®Polexit¡¯ jur¨ªdico: un Estado miembro que rechaza la primac¨ªa y que se niega a aplicar los Tratados no puede participar en un proyecto basado en la cooperaci¨®n leal, la asistencia mutua y el Estado de derecho. Sin embargo, la propia fortaleza del derecho comunitario resta gran parte de su fuerza jur¨ªdica a la sentencia del alto tribunal. Ya en el a?o 1978, en el caso Simmenthal (asunto 106/77), el TJUE declar¨® que, en caso de conflicto entre el derecho comunitario y una norma interna, dicha norma interna resultar¨ªa inaplicable inmediatamente ¨Des decir, inmediatamente y sin necesidad de decretarlo un tribunal nacional¨D. Si a esto le sumamos, como se decret¨® en Costa/ENEL, que el derecho comunitario siempre prima sobre el nacional, el resultado es obvio: desde un punto de vista estrictamente judicial, el fallo del Constitucional carece de validez, el derecho comunitario seguir¨¢ primando sobre el polaco y el sistema jur¨ªdico europeo podr¨¢ seguir funcionando sin (casi) problema legal alguno.
M¨¢s impredecible que la jur¨ªdica ser¨¢ su dimensi¨®n pol¨ªtica. La sentencia del alto tribunal no entrar¨¢ en vigor inmediatamente: deber¨¢ ser publicada en el bolet¨ªn oficial del pa¨ªs, en un proceso que se puede alargar varias semanas. Durante este intervalo, el Gobierno liderado por Mateusz Morawiecki tratar¨¢ de usarla como baza en la batalla que libra, desde hace meses, con la Comisi¨®n Europea. En juego est¨¢ el plan de recuperaci¨®n y resiliencia polaco: casi 36.000 millones de euros ¨Dde los cuales 23.900 ser¨¢n a fondo perdido¨D que la Comisi¨®n tiene bloqueados a falta de que el Ejecutivo polaco acate varias sentencias del TJUE, garantice la independencia de su sistema judicial y frene la regresi¨®n democr¨¢tica que lleva teniendo lugar desde hace un lustro. La desobediencia del Constitucional, por lo tanto, puede convertirse en un pe¨®n m¨¢s en la partida de ajedrez que libran Bruselas y Varsovia desde que se aprobara el fondo de recuperaci¨®n.
Hay tres razones, sin embargo, para pensar que Varsovia no aguantar¨¢ el pulso contra Bruselas. En primer lugar, su dependencia econ¨®mica de la UE: si en el ciclo 2014-2020 ya fue el pa¨ªs m¨¢s beneficiado por los fondos estructurales, el fondo de recuperaci¨®n y el famoso mecanismo de condicionalidad suponen una seria amenaza para los de Morawiecki, que pueden tener que elegir entre mantener su pulso jur¨ªdico o acceder a los fondos europeos. En segundo lugar, la poblaci¨®n polaca es mayoritariamente europe¨ªsta. Seg¨²n el ¨²ltimo Eurobar¨®metro, los polacos conf¨ªan m¨¢s en la UE que en su propio Gobierno (49% frente al 37%); se sienten m¨¢s europeos que la media (81% frente al 72%); y tienen una imagen positiva de la Uni¨®n (53%, frente a un 39% que la ve con malos ojos): declararse en rebeld¨ªa frente a Bruselas y Luxemburgo, por ello, puede tener un alto coste pol¨ªtico para el Ejecutivo. Dichos c¨¢lculos electoralistas son, precisamente, el tercer factor a tener en cuenta. Ya en las elecciones presidenciales de 2020, el partido Ley y Justicia (PiS) se impuso por apenas 400.000 votos: un Gobierno que, a dos a?os de las elecciones legislativas, impidiera la llegada al pa¨ªs de casi 40.000 millones de euros tendr¨ªa muy dif¨ªcil revalidar su mayor¨ªa en 2023. Frente a todo ello, una Uni¨®n Europea que se muestre firme ¨Dque deje claro, en otras palabras, que no tolerar¨¢ chantajes pol¨ªticos, legales ni econ¨®micos¨D tendr¨¢ todas las de ganar.
El fallo del Tribunal Constitucional polaco no pone en jaque el proyecto europeo, pero supone una grave amenaza que la Uni¨®n Europea ha de tomarse en serio. La soluci¨®n a la deriva eur¨®foba de Varsovia, sin embargo, no puede pasar por una ret¨®rica belicista contra el pa¨ªs o por la amenaza de expulsar a Polonia de la Uni¨®n ¨Dun escenario que, en todo caso, los Tratados no contemplan¨D. Bruselas deber¨¢, por el contrario, aprender a usar los numerosos instrumentos legales a su disposici¨®n: aplicando el mecanismo de condicionalidad a rajatabla, recurriendo los desprop¨®sitos jur¨ªdicos del Gobierno y defendiendo la independencia de su poder judicial, la Uni¨®n Europea mostrar¨¢ a la ciudadan¨ªa polaca que no es el enemigo externo que denuncia su presidente, sino su mejor aliado contra el autoritarismo de su propio Ejecutivo. Solamente as¨ª se podr¨¢ desactivar el ¨®rdago polaco.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.