La crisis pol¨ªtica deja a Rumania expuesta al fr¨ªo
Un Gobierno inestable afronta la factura energ¨¦tica en un pa¨ªs marcado por el trauma de los inviernos bajo la dictadura de Nicolae Ceausescu
Un nuevo invierno se cierne sobre Rumania con un Gobierno en funciones sin competencias para adoptar ayudas que eviten que muchos rumanos, incapaces de asumir los precios disparados del gas y la electricidad, se queden sin calefacci¨®n con temperaturas que pueden llegar a 20 grados bajo cero en algunas zonas del pa¨ªs. Tras la moci¨®n de censura que a principios de mes desaloj¨® del poder al primer ministro Florin Citu, del Partido Naci...
Un nuevo invierno se cierne sobre Rumania con un Gobierno en funciones sin competencias para adoptar ayudas que eviten que muchos rumanos, incapaces de asumir los precios disparados del gas y la electricidad, se queden sin calefacci¨®n con temperaturas que pueden llegar a 20 grados bajo cero en algunas zonas del pa¨ªs. Tras la moci¨®n de censura que a principios de mes desaloj¨® del poder al primer ministro Florin Citu, del Partido Nacional Liberal (PNL), su hasta ahora socio de coalici¨®n, Dacian Ciolos, l¨ªder del centrista Uni¨®n Salvar Rumania (USR), afronta la tarea ¨ªmproba de formar un nuevo Ejecutivo con solo el 17% de esca?os. Esta par¨¢lisis pol¨ªtica, que agrava la crisis energ¨¦tica, ha avivado en los rumanos el recuerdo infausto de los inviernos bajo la dictadura de Nicolae Ceausescu, cuando los ni?os mor¨ªan de fr¨ªo en los orfanatos rumanos.
Por el momento, no hay atisbos de una salida del marasmo pol¨ªtico que contribuye a perpetuar la grave crisis energ¨¦tica y tambi¨¦n sanitaria, con el peor repunte de casos de la covid-19 desde el inicio de la pandemia. Ciolos, excomisario europeo de Agricultura, presentar¨¢ el lunes su nuevo equipo y el programa de Gobierno en el Parlamento, pero con pocas opciones de salir investido, ya que carece del apoyo de su antiguo aliado, el PNL, aunque podr¨ªa gozar del respaldo de los socialdem¨®cratas, lo que lo facultar¨ªa para conducir el pa¨ªs en minor¨ªa.
Mientras tanto, las autoridades locales y asociaciones de propietarios, hartos de la inacci¨®n del Gobierno, han instado al Ejecutivo en funciones del PNL a tomar medidas de manera urgente ante la bajada de temperaturas, pero la formaci¨®n conservadora est¨¢ ahora m¨¢s pendiente de que Ciolos y su partido fallen en su intento de conformar una coalici¨®n que de preparar la llegada del fr¨ªo. El PNL espera as¨ª recuperar el pleno control del Gobierno y buscar la estabilidad pol¨ªtica, una condici¨®n necesaria para afrontar los desaf¨ªos sanitarios y econ¨®micos, agravados por la crisis energ¨¦tica.
En los ¨²ltimos meses, el precio de la electricidad ha subido en Rumania un 20%, mientras que las tarifas del gas se han multiplicado por cinco. Un coste inasumible para muchas familias, pero tambi¨¦n para los ayuntamientos, gestores del sistema de calefacci¨®n central heredado en muchas ocasiones de la ¨¦poca comunista, que calienta a una tercera parte de los hogares del pa¨ªs balc¨¢nico. Para remediar la escalada de precios de la energ¨ªa, los alcaldes exigen al Gobierno central que se concedan cr¨¦ditos y subsidios o rebaje el IVA, al mismo tiempo que avisan de que la tarifa de la energ¨ªa crecer¨¢ como m¨ªnimo el doble para intentar sostener los gastos.
El Gobierno solo ha aprobado ayudas a los m¨¢s vulnerables y compensaciones de consumo que entrar¨¢n en vigor el 1 de noviembre, pero sin un Ejecutivo investido no se podr¨¢ adoptar otras medidas como subvenciones a los ayuntamientos. ¡°Existe un riesgo real de enfrentarnos al apogeo de la cuarta ola de covid con hospitales sin calefacci¨®n¡±, clam¨® este jueves Dominic Fritz, alcalde de Timisoara, al oeste de Rumania. ¡°Una cat¨¢strofe humana que debe evitarse¡±, prosigui¨® el edil.
Fritz estima que Timi?oara necesitar¨¢ unos 20 millones de euros al mes este invierno, una cifra muy superior a los 8 millones de euros que el ayuntamiento ingresa por impuestos y otras tasas. Ni recortando en inversiones, limpieza de las calles e, incluso, en los salarios de los empleados p¨²blicos, lograr¨ªa cubrir la factura energ¨¦tica que permitir¨ªa proveer de calefacci¨®n y agua caliente a los habitantes. ¡°Ya no nos venden el gas si no pagamos antes, de modo que firmamos por d¨ªa los contratos¡±, lament¨® el alcalde, precisando que la ciudad que rige puede quedarse sin energ¨ªa en cualquier momento por este motivo.
La situaci¨®n es a¨²n m¨¢s cr¨ªtica en el municipio de Focsani: el hospital, las escuelas y todas las instituciones p¨²blicas con sistema de calefacci¨®n centralizado solo tienen agua caliente tres horas y calefacci¨®n, cinco. Cuando hay una, no se dispone de la otra, inform¨® el Consistorio. Esta urbe, a dos horas y media de Bucarest en coche, rememora sin duda el vivo recuerdo de la pobreza energ¨¦tica de la ¡°¨¦poca de oro¡± de Ceausescu, el Conducator, que decidi¨® en los a?os ochenta que los fondos para pagar la energ¨ªa se emplearan en el pago de la deuda para que Rumania pudiera ser independiente de fuerzas externas, una decisi¨®n que precipit¨® la ejecuci¨®n del s¨¢trapa en las Navidades de 1989.
¡°Estamos m¨¢s cerca que nunca de que nos interrumpan el suministro de electricidad y gas¡±, afirma a El PA?S Ana Otilia Nutu, experta en energ¨ªa del think tank Expert Forum, que considera que se trata de un problema a nivel global y que se podr¨¢ solucionar si se reduce el consumo energ¨¦tico industrial, puesto que la producci¨®n no crece y la demanda de electricidad es muy alta. Sin embargo, agrega, Rumania padece graves problemas estructurales internos como la falta de inversiones en el sector desde 2016 y un sistema de suministro anticuado.
En Bucarest, m¨¢s del 40% de los habitantes est¨¢n conectados al sistema de calefacci¨®n central que proporciona agua caliente y calefacci¨®n a sus apartamentos y que suele entrar en funcionamiento normalmente a finales de octubre. Pero el s¨²bito aumento de los precios de la electricidad y del gas ha provocado que una quinta parte de las asociaciones de vecinos hayan pedido que se posponga hasta principios de noviembre su puesta en marcha, porque para ellas resulta demasiado caro. ¡°Tememos que no se puedan cubrir los costos de calefacci¨®n, ya que muchos residentes no pueden permitirse pagar facturas tan elevadas¡±, cuenta Andrei, administrador de un bloque del c¨¦ntrico Bulevard Dimitrie Cantemir de la capital. ¡°Por suerte, los inviernos son m¨¢s suaves, no como el del 85, el m¨¢s fr¨ªo de los ¨²ltimos 40 a?os, recuerda Andrei. Ese a?o, bajo la dictadura de Ceausescu, se alcanzaron los 35 grados bajo cero en regiones rumanas como el condado de Brasov.
En paralelo a la urgencia energ¨¦tica, el pa¨ªs est¨¢ viviendo su peor momento desde que comenz¨® la crisis sanitaria debido a que apenas el 30% de la poblaci¨®n est¨¢ vacunada. Entre el s¨¢bado y el domingo se notificaron 11.546 nuevos casos y 299 muertos. En total, la covid-19 ha contagiado a 1.430.475 personas y ha causado 41.781 fallecidos. Seg¨²n datos de la Universidad de Oxford, Rumania encabeza la cifra de decesos diarios en cuanto a poblaci¨®n de la Uni¨®n Europea, con 16,6 muertos por mill¨®n de habitantes de media en la ¨²ltima semana. Ante el creciente n¨²mero de infectados y el incesante descenso del term¨®metro, los hospitales podr¨ªan llenarse de enfermos ateridos de fr¨ªo. ¡°Deber¨ªa encontrarse una soluci¨®n nacional para enfrentarse a esta tormenta global¡±, concluye la analista Nutu, que se muestra poco optimista en que se vaya a configurar pronto un nuevo gobierno.
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