Ecuador, el pa¨ªs donde las balas no distinguen barrios ni horarios
Guayaquil es el epicentro de una ola de violencia que se cobr¨® 12 vidas solo el domingo y 1.885 en diez meses
Las balas ya no distinguen entre v¨ªctimas de ajustes de cuentas y ciudadanos corrientes que se cruzan con la delincuencia. Guayaquil, la principal ciudad portuaria de Ecuador, est¨¢ tan caliente que el nivel de inseguridad ha llevado al presidente del pa¨ªs, Guillermo Lasso, a decretar este lunes el estado de excepci¨®n en todo el territorio cuando a¨²n no cumple ni cinco meses al frente del Gobierno. Los militares acompa?ar¨¢n a los polic¨ªas a pa...
Las balas ya no distinguen entre v¨ªctimas de ajustes de cuentas y ciudadanos corrientes que se cruzan con la delincuencia. Guayaquil, la principal ciudad portuaria de Ecuador, est¨¢ tan caliente que el nivel de inseguridad ha llevado al presidente del pa¨ªs, Guillermo Lasso, a decretar este lunes el estado de excepci¨®n en todo el territorio cuando a¨²n no cumple ni cinco meses al frente del Gobierno. Los militares acompa?ar¨¢n a los polic¨ªas a patrullar las calles durante 60 d¨ªas ante una oleada de incontrolable violencia que justo el d¨ªa antes de la reacci¨®n oficial se llev¨® doce vidas en una sola jornada.
La violencia ya no discrimina ni barrios ni horarios. Un ni?o de 11 a?os muri¨® abatido de cuatro disparos el domingo por la tarde en una helader¨ªa cuando un ladr¨®n armado y un polic¨ªa se enfrentaron a tiros. Una mujer de 33 a?os fue asesinada este mismo martes, primer d¨ªa en vigencia de la emergencia, al resistirse a un asalto despu¨¦s de salir de un banco con 6.000 d¨®lares en efectivo. Un almac¨¦n de art¨ªculos del hogar fue atracado por cuatro delincuentes que se llevaron 80.000 d¨®lares. Dos personas m¨¢s recibieron disparos en sendos robos la semana pasada mientras hac¨ªan fila para entrar tambi¨¦n al banco. Una anciana recibi¨® un disparo en la cara y cay¨® desplomada en la calle a finales de septiembre por tratar de defender a su esposo cuando dos tipos aparecieron en una moto y le golpearon para robarle. Los casos se repiten a diario.
¡±Esto es una guerra¡±, ha dicho el gobernador de Guayas, la provincia que lidera el ¨ªndice de problemas. ¡°Lo que estamos viviendo hoy es lo que viv¨ªa Colombia en los 80 y 90¡å, compara Pablo Arosemena por el impacto del narcotr¨¢fico y del sicariato en la vida cotidiana. ¡°Ver uniformes militares en las calles tiene un simbolismo: est¨¢n diciendo ¡®estamos entrando con fuerza¡¯ para proteger al ciudadano¡±, interpreta Fernando Carri¨®n. El acad¨¦mico especializado en seguridad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) no cree que en dos meses se vaya a resolver definitivamente un problema que tiene dos aristas, la de la delincuencia alimentada por la pobreza y la penetraci¨®n del narcotr¨¢fico en Ecuador. En el pa¨ªs, seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales, hay 5,2 millones de personas viviendo en la pobreza y pobreza extrema de una poblaci¨®n de 17 millones, una situaci¨®n que agravaron la pandemia y los confinamientos para contener la propagaci¨®n del virus. Solo tres de cada 10 personas tienen un empleo formal.
Los criminales act¨²an ahora a plena luz del d¨ªa, en zonas residenciales, en centros comerciales y en cualquier circunstancia con m¨¢s asiduidad que antes. Roban mientras se espera en un sem¨¢foro, dan el tir¨®n por la ventana de los autobuses para arrebatar tel¨¦fonos o bolsos, se cruzan delante de un veh¨ªculo en mitad de la circulaci¨®n para llev¨¢rselo, se cuelan en las casas con los residentes dentro o fuera, se suben al transporte p¨²blico con machetes o pistolas para desvalijar a los pasajeros o desmantelan piezas del motor de los coches que est¨¢n aparcados con la puerta de casa en menos de cinco minutos.
Pero esos comportamientos, que el Gobierno achaca a que Ecuador es ahora tambi¨¦n un pa¨ªs de consumidores de droga que roban para satisfacer su adicci¨®n, no son el ¨²nico problema. Las muertes por sicariato y los asesinatos responden al nuevo rol que tiene el pa¨ªs en el mundo de las drogas. Esto, a su vez, est¨¢ relacionado con el descontrol en el sistema carcelario y los violentos amotinamientos de los ¨²ltimos a?os, como el de la Penitenciar¨ªa de Guayaquil que dej¨® 118 muertos hace dos semanas.
Seg¨²n Carri¨®n, Ecuador se ha reposicionado en el panorama internacional del narcotr¨¢fico porque est¨¢ en un lugar estrat¨¦gico. Por un lado, es vecino de los dos mayores productores: Colombia y Per¨². Por otro lado, est¨¢ dentro de los dos corredores de comercializaci¨®n: hacia Estados Unidos por la v¨ªa del oc¨¦ano Pac¨ªfico y hac¨ªa Brasil -el mayor consumidor- por la v¨ªa Amaz¨®nica que, adem¨¢s, conduce hacia Europa, Asia y Ocean¨ªa.
Esta tesis coincide con las declaraciones oficiales y la declaraci¨®n de la emergencia. ¡°M¨¢s del 70% de las muertes violentas que ocurren en Guayas est¨¢n de alguna forma relacionadas con el tr¨¢fico de drogas¡±, dijo el presidente Lasso. Y decret¨® la emergencia, precisamente, en las seis provincias de la zona costera donde es m¨¢s intensa la actividad narcodelictiva.
¡°Grave conmoci¨®n interna¡±
El goteo de incidentes que antes conviv¨ªa con unos ciudadanos adiestrados para evitar el riesgo es ahora un reguero de episodios violentos. Los ecuatorianos, especialmente los guayaquile?os, est¨¢n aterrados y han empezado a modificar sus h¨¢bitos para no exponerse a una delincuencia que, seg¨²n el decreto presidencial de emergencia, ha causado ¡°grave conmoci¨®n interna¡± en el pa¨ªs por ¡°el desbordamiento de la actividad delictiva¡±.
La percepci¨®n ciudadana se confirma en las cifras de la polic¨ªa. A falta de dos meses y medio para acabar 2021, el pa¨ªs suma 1.885 homicidios cuando en todo el a?o pasado eran 1.372 muertes violentas y, en 2019, antes de la pandemia, rozaban las 1.200. Un 27% de los asesinatos tiene lugar en Guayaquil y sus zonas de influencia. No son solo ajustes de cuentas entre bandas criminales o traficantes de droga que se disputan el territorio, como era habitual leer hasta ahora en los partes policiales; tambi¨¦n son v¨ªctimas de robos o asaltos que terminan mal.
La Fiscal¨ªa lleva un registro que, pese a las cifras, no refleja la dimensi¨®n real de la delincuencia porque no todos los delitos son denunciados. En 2021, ha habido 16.017 robos hasta agosto. Unos 66 por d¨ªa con un significativo repunte a partir de junio, cuando la vacunaci¨®n contra la covid catapult¨® la reactivaci¨®n laboral y comercial. Hace dos a?os, fueron 20.121. Guayaquil y Quito, las dos ciudades ecuatorianas m¨¢s pobladas, copan la mitad de la incidencia delictiva nacional. Para estos casos, apunta el acad¨¦mico de la Flacso, no sirve la misma receta que para la incidencia del crimen organizado. Hay que establecer, dice, pol¨ªticas p¨²blicas con reformas al sistema judicial y fiscal y estrategias sociales. ¡°No basta con la presencia del uniforme militar en las calles¡±.
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