El desacuerdo entre la izquierda abre una crisis pol¨ªtica en Portugal
El pa¨ªs podr¨ªa celebrar elecciones anticipadas si el primer ministro, Ant¨®nio Costa, no logra aprobar los Presupuestos para 2022
A los socialistas portugueses les cost¨® menos sumar fuerzas de la izquierda para tumbar el Gobierno de Pedro Passos Coelho en 2015 que pactar ahora con los mismos grupos los Presupuestos Generales del Estado para 2022. Al menos eso se trasluce de las negociaciones a tres d¨ªas de la primera votaci¨®n de los presupuestos, prevista para el mi¨¦rcoles d¨ªa 27. Los contactos mantenidos este s¨¢bado entre el primer ministro, Ant¨®nio Costa, y los l¨ªderes del Bloco de Esquerda (BE), Catarina Martins...
A los socialistas portugueses les cost¨® menos sumar fuerzas de la izquierda para tumbar el Gobierno de Pedro Passos Coelho en 2015 que pactar ahora con los mismos grupos los Presupuestos Generales del Estado para 2022. Al menos eso se trasluce de las negociaciones a tres d¨ªas de la primera votaci¨®n de los presupuestos, prevista para el mi¨¦rcoles d¨ªa 27. Los contactos mantenidos este s¨¢bado entre el primer ministro, Ant¨®nio Costa, y los l¨ªderes del Bloco de Esquerda (BE), Catarina Martins, y el Partido Comunista de Portugal (PCP), Jer¨®nimo de Sousa, no parecen haber aligerado un camino rodeado de zarzas para el Ejecutivo socialista. Tras la reuni¨®n del domingo de la mesa nacional del Bloco, Martins anunci¨® que votar¨¢n en contra del proyecto presupuestario ¡°si nada cambia¡±, aunque precis¨® que seguir¨¢n negociando. El Bloco repetir¨ªa as¨ª la posici¨®n negativa que ya mantuvo respecto a las cuentas de 2021.
La decisi¨®n del PCP, que tambi¨¦n reuni¨® el domingo a su comit¨¦ central, ser¨¢ anunciada este lunes en una conferencia de prensa ofrecida por De Sousa. En 2021 fueron el PCP y los minoritarios y ecologistas de Los Verdes y Personas, Animales, Naturaleza (PAN) quienes permitieron con su abstenci¨®n sacar adelante el proyecto presupuestario del Gobierno. En 2020 los socialistas salvaron el tr¨¢mite gracias a la abstenci¨®n del PCP y del BE. El Partido Socialista (PS) tiene tan solo 108 diputados en una C¨¢mara de 230 esca?os, pero le bastar¨ªa el apoyo del Bloco (18 diputados) o del PCP (12) para dar luz verde al Presupuesto.
Lo m¨¢s parad¨®jico del actual momento pol¨ªtico de Portugal es que casi nadie quiere una crisis que conduzca a unas elecciones anticipadas en un a?o en el que el pa¨ªs recibir¨¢ una lluvia de fondos del Plan de Recuperaci¨®n y Resiliencia de la Uni¨®n Europea. No lo desea el presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa, que podr¨ªa convocarlas si fracasa la aprobaci¨®n de los presupuestos, pero que hace continuos llamamientos a favor de la estabilidad: ¡°Contin¨²o esperando la posibilidad de que los Presupuestos Generales sean aprobados. Mantengo el mismo deseo y la misma expectativa. Tengo solo un escenario en la cabeza y no voy a especular sobre otros¡±. Si se aprueba, dijo este fin de semana, ahorrar¨ªa ¡°muchos costes, muchos problemas y algunas preocupaciones¡±.
Tampoco desea un adelanto electoral el Partido Socialista, que teme que su p¨¦rdida de alcald¨ªas en las ¨²ltimas elecciones municipales sea el primer aviso de un cambio de ciclo en el pa¨ªs, ni su principal rival, el conservador Partido Social Dem¨®crata (PSD), te¨®rico beneficiario de la crisis socialista, pero que ahora mismo vive tensionado por el proceso de elecci¨®n de su pr¨®ximo l¨ªder. Tampoco los partidos de la izquierda encaran con tranquilidad un anticipo electoral. Los comicios municipales significaron un retroceso del PCP, una organizaci¨®n con hist¨®rica implantaci¨®n local, y la irrelevancia del Bloco en los ayuntamientos, que apenas logr¨® concejales. A esto se sumar¨ªa la inc¨®gnita de cu¨¢nto les penalizar¨ªan en las urnas sus votantes si les responsabilizan del adelanto electoral.
El Gobierno portugu¨¦s redobl¨® esta semana sus esfuerzos para contentar a la izquierda con la aprobaci¨®n de medidas en sanidad, empleo, pensiones y cultura, pero no parece que hayan servido para convencer a sus antiguos socios de la llamada geringon?a, como se bautiz¨® la alianza entre las tres formaciones que provoc¨® la salida del Gobierno de Passos Coelho en 2015. El jueves, mientras el primer ministro participaba en el Consejo Europeo en Bruselas, un Consejo de Ministros que dur¨® 10 horas aprob¨® el nuevo Estatuto del Servicio Nacional de Salud, que regula la exclusividad de los profesionales para que no ejerzan en paralelo en el sector privado (en la primera fase se limita a m¨¦dicos con responsabilidades de servicio), y varias medidas en materia laboral como la mejora de las indemnizaciones por despido en algunas modalidades de contrato (de 18 a 24 d¨ªas por a?o) o el aumento de la retribuci¨®n de las horas extraordinarias que superen las 120 horas extras anuales. Adem¨¢s se dio luz verde al Estatuto Profesional para el sector de la cultura, tambi¨¦n reclamado por la oposici¨®n de izquierdas, y hace una semana se aprob¨® otra medida dirigida a satisfacer al PAN: la prohibici¨®n de que los menores de 16 a?os asistan a corridas de toros.
Costa no solo no logr¨® el efecto buscado, sino que adem¨¢s irrit¨® a la patronal hasta el extremo de que han dado un portazo en la Comisi¨®n Permanente de Concertaci¨®n Social, donde se sientan con el Gobierno y los sindicatos. Cuatro organizaciones empresariales anunciaron que suspend¨ªan su participaci¨®n en la comisi¨®n despu¨¦s de que el Gobierno aprobase esas reformas, que no estaban previstas en la comisi¨®n con los agentes sociales. Ant¨®nio Costa se vio obligado a pedir disculpas a los empresarios por el ¡°fallo¡± en el procedimiento seguido.
Otras de las medidas de calado anunciadas en los ¨²ltimos d¨ªas por el primer ministro han sido el anuncio del aumento del salario m¨ªnimo en 40 euros para 2022 (se situar¨ªa en 705 euros), la mejora de las pensiones y la gratuidad de las guarder¨ªas, tres reivindicaciones de los comunistas. El l¨ªmite de las cesiones socialistas est¨¢ colocado en mantener ¡°as contas certas¡± (las cuentas correctas). Esto es, alinear el presupuesto con las cifras que demanda la ortodoxia fiscal de Bruselas. La previsi¨®n para 2022 es de un crecimiento de la econom¨ªa del 5,5%, un d¨¦ficit del 3,2% y una deuda p¨²blica del 123% del PIB. A la vista del previsible fracaso en la votaci¨®n del mi¨¦rcoles, Costa ha anunciado su disposici¨®n a seguir gobernando aunque la decisi¨®n de convocar elecciones depende del presidente de la Rep¨²blica.
Y crisis a la derecha
Una de las pocas cosas que puede tranquilizar estas semanas a Ant¨®nio Costa es que su principal adversario, el Partido Social Dem¨®crata (PSD, centroderecha), est¨¢ m¨¢s pendiente de su crisis de liderazgo interno que de la debilidad socialista. Una convocatoria de elecciones anticipadas en este momento coger¨ªa a la formaci¨®n conservadora con el pie cambiado, teniendo en cuenta que hasta el pr¨®ximo 4 de diciembre no se sabr¨¢ qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente del partido. A esas elecciones concurren el actual presidente y exalcalde de Oporto, Rui Rio, y el eurodiputado Carlos Rangel. Antiguos aliados de Rio han mostrado ya abiertamente su respaldo a Rangel, as¨ª que se prev¨¦ para las pr¨®ximas semanas una carrera poco elegante para cosechar apoyos. ¡°En el corto espacio de tres semanas una incomprensible tendencia autof¨¢gica ha originado divisiones internas que el buen sentido aconsejar¨ªa evitar en un periodo tan favorable para nuestro partido¡±, reconoci¨® la semana pasada el propio Rio, cuando anunci¨® su candidatura.
A pesar de que las elecciones municipales celebradas a finales de septiembre dieron inesperadas alegr¨ªas al PSD, que arrebat¨® al Partido Socialista las alcald¨ªas de Funchal, Coimbra y Lisboa, su actual l¨ªder no ha rentabilizado el triunfo. En lugar de reforzarle, los comicios locales parecen haber erosionado a¨²n m¨¢s a Rui Rio, incapaz de convertir el inesperado triunfo del excomisario europeo Carlos Moedas en Lisboa despu¨¦s de 14 a?os de gobiernos socialistas en una victoria propia. A Rio le cuestionan su tibia oposici¨®n a los socialistas y apenas le aplauden el acierto estrat¨¦gico de apostar por coaligarse con otros partidos a la derecha para ofrecer un bloque electoral compacto. La decisi¨®n fue clave para sus triunfos en Coimbra, Funchal y Lisboa, donde Moedas tambi¨¦n integr¨® a numerosos independientes.
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