El ¡®sue?o franc¨¦s¡¯ hecho realidad de los migrantes espa?oles
La generaci¨®n de la alcaldesa de Par¨ªs y aspirante presidencial encarna una de las ¨²ltimas historias de ¨¦xito rotundo de la integraci¨®n y la asimilaci¨®n en Francia
Cuando la alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, anunci¨® en septiembre que ser¨ªa candidata a la presidencia de Francia, le bastaron siete palabras para presentarse: ¡°Yo, una mujer francesa nacida en Espa?a...¡±
Hidalgo (San Fernando, C¨¢diz, 62 a?os) no es la primera personalidad pol¨ªtica nacida en Espa?a que aspira a la jefatura del Estado en Francia. Hace cinco a?os lo intent¨® otro franco-espa?ol de su misma generaci¨®n: Manuel Valls (Barcelona, 59 a?os).
Valls hab¨ªa sido primer ministro. Se p...
Cuando la alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, anunci¨® en septiembre que ser¨ªa candidata a la presidencia de Francia, le bastaron siete palabras para presentarse: ¡°Yo, una mujer francesa nacida en Espa?a...¡±
Hidalgo (San Fernando, C¨¢diz, 62 a?os) no es la primera personalidad pol¨ªtica nacida en Espa?a que aspira a la jefatura del Estado en Francia. Hace cinco a?os lo intent¨® otro franco-espa?ol de su misma generaci¨®n: Manuel Valls (Barcelona, 59 a?os).
Valls hab¨ªa sido primer ministro. Se present¨® a unas primarias en las que la izquierda moderada deb¨ªa elegir a su candidato al palacio del El¨ªseo en las elecciones de 2017. Perdi¨®. Abandon¨® el Partido Socialista (PS), que todav¨ªa es el de Hidalgo. Dej¨® la pol¨ªtica francesa. Intent¨® ser alcalde en Barcelona. No lo logr¨®. Hace unos meses regres¨® a Francia.
Hidalgo, alcaldesa desde 2014, ronda en los sondeos el 5% expectativas de voto para las presidenciales del pr¨®ximo abril. Este fin de semana, ha intentado enderezar su maltrecha candidatura con un discurso ante dirigentes y miembros del PS en la ciudad de Lille, en el norte de Francia.
El exsocialista Valls no fue presidente en 2017 y la socialista Hidalgo lo tiene muy complicado en 2022. Ambos tiene algo m¨¢s en com¨²n. Son representantes de una de las ¨²ltimas historias de ¨¦xito de la inmigraci¨®n extranjera en Francia: la de los hijos de inmigrantes, exiliados o expatriados espa?oles de la posguerra que nacieron en Francia o llegaron de peque?os; pasaron por la escuela p¨²blica que todav¨ªa era una eficaz f¨¢brica de ciudadanos y el combustible del ascensor social; y se hicieron franceses por elecci¨®n.
Valls, hijo del pintor figurativo barcelon¨¦s Xavier Valls y de la suizo-italiana Luisa Galfetti, obtuvo la nacionalidad francesa a los 20 a?os; Hidalgo, nieta de un represaliado por el franquismo e hija de inmigrantes econ¨®micos, a los 14. Ambos la comparten con la espa?ola. Crecieron en la Francia de los a?os sesenta y ochenta, cuando los espa?oles representaban la primera poblaci¨®n extranjera en este pa¨ªs. En 1968, en plena ola migratoria procedente de Espa?a, llegaron a ser 607.000, se?ala la historiadora de la inmigraci¨®n Natacha Lillo, hija de manchego y bretona.
Aquilino Morelle (Par¨ªs, 59 a?os), hijo de asturianos que adoptaron la nacionalidad francesa, naci¨® franc¨¦s. Su padre era obrero en Citro?n. Su madre crio a siete hijos y no hablaba franc¨¦s. ?l lleg¨® a la c¨²spide: m¨¦dico, enarca (graduado en la ENA, la Escuela Nacional de Administraci¨®n, donde se forma la ¨¦lite pol¨ªtica y empresarial francesa) y consejero del socialista Fran?ois Hollande cuando este fue presidente de la Rep¨²blica.
Morelle se?ala los puntos en com¨²n entre Valls, que es amigo suyo, Hidalgo, y ¨¦l mismo. El primero es un origen espa?ol ¡ªcon el trasfondo de la inmigraci¨®n pero tambi¨¦n del antifranquismo¡ª que marc¨® sus convicciones. ¡°Ser de izquierdas era natural¡±, dice. ¡°Y de ah¨ª al compromiso socialista solo hay un paso¡±.
El segundo punto en com¨²n, seg¨²n Morelle, ¡°es un apego muy fuerte a la Rep¨²blica, puesto que permiti¨® a gente como Anne, Manuel y yo estudiar y seguir un camino nosotros solos¡±. ¡°Esto forja un temperamento¡±, resume.
La escritora Lydie Salvayre (Autainville, 73 a?os) pertenece a la generaci¨®n de los hijos del exilio republicanos tras la Guerra Civil. ¡°Lo que observo, si comparo con hijos de otras inmigraciones, es que en los republicanos que se refugiaron en Francia hab¨ªa un deseo verdadero de que sus hijos se integrasen, trabajasen bien en la escuela. Hab¨ªa dolor, claro, pero tambi¨¦n gratitud hacia el pa¨ªs que les hab¨ªa acogido, y ninguna hostilidad¡±, dice la autora de No llorar (Anagrama, en castellano), novela que en 2014 gan¨® el premio Goncourt, el m¨¢s prestigioso de las letras francesas. ¡°La escuela de la Rep¨²blica... ?Qu¨¦ habr¨ªa sido de m¨ª sin ella!¡±.
Un hispano-franc¨¦s de la generaci¨®n m¨¢s joven es Micka?l Nogal (Toulouse, 31 a?os), diputado de La Rep¨²blica en marcha, el partido del presidente Emmanuel Macron, e hijo de un extreme?o que lleg¨® a Francia a los ocho a?os y de una empleada municipal nacida en Toulouse de padres espa?oles. ¡°Yo tengo dos pa¨ªses. Nac¨ª en Francia, soy diputado en la Asamblea Nacional, pero tambi¨¦n me siento espa?ol porque son mis ra¨ªces¡±, declara. Algo le diferencia de la generaci¨®n de Valls o Hidalgo, hijos de espa?oles que tomaron la decisi¨®n de ser franceses. ?l nunca tuvo que reclamar ante nadie que era franc¨¦s. Era una evidencia. ¡°Yo soy m¨¢s de decir: ¡®?Oye, que tambi¨¦n soy espa?ol¡¯¡±, dice el diputado macronista, quien luce en la mu?eca una pulsera con la bandera rojigualda. Nogal ha escrito un libro titulado La s¨¦ance est ouverte (Se abre la sesi¨®n). En el pr¨®logo, Macron escribe: ¡°Hay algo de leyenda dorada republicana en la trayectoria pol¨ªtica de Micka?l Nogal¡±.
Para los mayores ¡ªMorelle, Valls, Hidalgo, Salvayre¡ª la escuela fue fundamental en su educaci¨®n como ciudadanos de la Rep¨²blica. Lo escribe Hidalgo en un libro reci¨¦n publicado, Une femme fran?aise (Una mujer francesa): ¡°Hija de inmigrante e hija de obrero, cada d¨ªa que pasaba me ve¨ªa m¨¢s como una hija de Francia, pues la escuela otorgaba a todos los ni?os y ni?as que estaban en mi situaci¨®n un sentimiento de pertenencia com¨²n¡±.
¡°Sigo convencido de que el aprendizaje de la lengua, el conocimiento de la historia de Francia, el acceso a la cultura son a¨²n palancas poderosas para adherirse a la Rep¨²blica¡±, escribe Valls en su ensayo Pas une goutte de sang fran?ais (Ni una gota de sangre francesa). El t¨ªtulo es una cita del escritor Romain Gary: ¡°No tengo ni una gota de sangre francesa, pero Francia fluye por mis venas¡±.
Tanto Valls como Hidalgo son pol¨ªticos que defienden la laicidad y la igualdad republicana entre ciudadanos m¨¢s all¨¢ de credos, procedencias o comunidades. Hay algo de nostalgia en su evocaci¨®n de la escuela de su infancia. La inc¨®gnita hoy es si la escuela es, como entonces, un motor meritocr¨¢tico, o si aquellos espa?oles fueron de los ¨²ltimos inmigrantes que pudieron hacer realidad un sue?o franc¨¦s que ha dejado de existir.
¡°Tampoco hay que ensombrecer el panorama: contin¨²a ocurriendo, hay muchos j¨®venes de origen argelino, marroqu¨ª, tunecino y otros que perfectamente llegan a ser franceses¡±, reivindica Morelle. Pero admite: ¡°Quiz¨¢ es m¨¢s dif¨ªcil ahora: las personas, las historias, los pa¨ªses, las tradiciones son distintas. Entre Argelia y Francia hubo la colonizaci¨®n, la descolonizaci¨®n, la guerra. Hay dificultades propias a estos pa¨ªses. Y el islam, que crea un v¨ªnculo transnacional. Dificulta las cosas, pero no es imposible. Yo, que estoy plenamente asimilado, le digo una cosa: imposible no es franc¨¦s¡±.
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