Bolsonaro firma una declaraci¨®n del G-20 que contradice sus tres a?os de Gobierno

Los l¨ªderes de las 20 mayores econom¨ªas del mundo han firmado esta semana una serie de compromisos para hacer frente a la crisis econ¨®mica y sanitaria que ha generado la pandemia de covid-19. Todos los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 han aceptado la declaraci¨®n, incluido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que durante los dos d¨ªas de debates prefiri¨® pasear por Roma en lugar de conseguir reuniones bilaterales con sus hom¨®logos. Tal vez este desinter¨¦s explique por qu¨¦ parte de lo que ha firmado el presidente brasile?o contradice lo que predica en sus discursos o la actuaci¨®n de su ...

Los l¨ªderes de las 20 mayores econom¨ªas del mundo han firmado esta semana una serie de compromisos para hacer frente a la crisis econ¨®mica y sanitaria que ha generado la pandemia de covid-19. Todos los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 han aceptado la declaraci¨®n, incluido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que durante los dos d¨ªas de debates prefiri¨® pasear por Roma en lugar de conseguir reuniones bilaterales con sus hom¨®logos. Tal vez este desinter¨¦s explique por qu¨¦ parte de lo que ha firmado el presidente brasile?o contradice lo que predica en sus discursos o la actuaci¨®n de su Gobierno desde enero de 2019. El documento suma 61 puntos, que van desde el apoyo al medio ambiente, a la ciencia y al empoderamiento de las mujeres.

Los dirigentes se comprometieron, por ejemplo, a aumentar su capacidad para fabricar vacunas contra el coronavirus y a promover ¡°la aceptaci¨®n de las vacunas, la confianza y la lucha contra la desinformaci¨®n¡±. Bolsonaro, en cambio, es uno de los principales difusores de informaci¨®n falsa sobre el tema. En varias ocasiones ha cuestionado la eficacia de la vacuna contra la covid-19 y, en una transmisi¨®n en vivo por sus redes sociales, lleg¨® a relacionarla con el sida. El v¨ªdeo fue retirado de Facebook, Instagram y YouTube, que suspendi¨® la cuenta del presidente durante una semana. Adem¨¢s, ya ha declarado que no tiene intenci¨®n de vacunarse a corto plazo. Su decisi¨®n ha provocado algunos bochornos diplom¨¢ticos: el primer ministro italiano, Mario Draghi, por ejemplo, no quiso estrecharle la mano esta semana en Roma. Su comportamiento ha llevado a una comisi¨®n del Senado a acusarlo de crimen de epidemia, por incentivar la gente a no respetar las restricciones sanitarias durante el auge de la pandemia.

La vacunaci¨®n contra la covid-19 es una de las principales marcas de ineficiencia de la gesti¨®n de Bolsonaro. Su Gobierno retras¨® la compra de vacunas a Pfizer, se vio envuelto en una trama de corrupci¨®n para comprar la vacuna india Covaxin y compr¨® menos vacunas de las que pod¨ªa al COVAX Facility, un proyecto promovido por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud con el objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra la covid-19. Los l¨ªderes del G-20 parecen valorar esta ¨²ltima iniciativa: ¡°Reiteramos nuestro apoyo a todos los pilares del Acelerador ACT, incluido el COVAX, y seguiremos mejorando su eficacia¡±, reza la declaraci¨®n conjunta.

Medio ambiente y pueblos ind¨ªgenas

Con relaci¨®n al medio ambiente, los l¨ªderes del G-20 se han comprometido a proteger las zonas forestales y fomentar la plantaci¨®n de un bill¨®n de ¨¢rboles en todo el planeta para ayudar a controlar los efectos del clima con nuevos sumideros de carbono. El Brasil de Bolsonaro, sin embargo, fue probablemente el ¨²nico pa¨ªs del G-20 que aument¨® sus emisiones de carbono en 2020. Ese mismo a?o, la Amazonia alcanz¨® los 10.851 kil¨®metros cuadrados de superficie deforestada, la cifra m¨¢s alta en 12 a?os. Un estudio del Observatorio del Clima, basado en datos preliminares del Instituto Nacional de Estudios Espaciales, indica que en 2021 podr¨ªa superarse por tercera vez la marca de 10.000 kil¨®metros cuadrados de destrucci¨®n. ¡°La suma de estos tres a?os equivale a deforestar una superficie similar a la de B¨¦lgica¡±, advierte la ONG.

En la declaraci¨®n de los l¨ªderes del G-20 tambi¨¦n se incluye el compromiso de ¡°combatir los delitos contra el medio ambiente, como la extracci¨®n ilegal de madera, la miner¨ªa ilegal, el comercio ilegal de animales silvestres y el traslado y la eliminaci¨®n ilegal de residuos y sustancias peligrosas¡±. El Gobierno de Bolsonaro, sin embargo, ha desmantelado los organismos de inspecci¨®n ambiental, ha reducido el presupuesto del Ministerio del Medio Ambiente, ha hecho la vista gorda ante la miner¨ªa ilegal y ha fomentado el robo de tierras p¨²blicas. En el Congreso Nacional se est¨¢n tramitando, con el apoyo del Gobierno, proyectos de ley que debilitan los mecanismos de inspecci¨®n y permiten la ocupaci¨®n de tierras federales, que actualmente es ilegal.

La participaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas en la elaboraci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas es otra de las preocupaciones que recoge el documento del G-20: ¡°Ampliaremos y fomentaremos la aplicaci¨®n de soluciones basadas en la naturaleza o enfoques basados en los ecosistemas, ya que son herramientas valiosas que proporcionan beneficios econ¨®micos, sociales, clim¨¢ticos y medioambientales, incluso en las ciudades y sus alrededores, de forma inclusiva y mediante la participaci¨®n de las comunidades locales y de los pueblos ind¨ªgenas¡±.

En Brasil, el Gobierno ha desatendido cada vez m¨¢s a los pueblos ind¨ªgenas. Desde que Bolsonaro asumi¨® la presidencia en 2019, no se han demarcado nuevas tierras ind¨ªgenas. La demarcaci¨®n, recogida como derecho de los pueblos ind¨ªgenas en la Constituci¨®n de 1988, establece los l¨ªmites f¨ªsicos de sus tierras y tiene como objetivo protegerlas de posibles invasiones y ocupaciones, adem¨¢s de preservar su identidad, modo de vida, cultura y sus tradiciones. Pero en los dos ¨²ltimos a?os han aumentado considerablemente los casos de ¡°invasi¨®n, explotaci¨®n ilegal de recursos y da?os al patrimonio¡± en tierras ind¨ªgenas. Seg¨²n el Informe Violencia contra los Pueblos Ind¨ªgenas de Brasil, publicado anualmente por el Consejo Indigenista Misionero, en 2020 se registraron 263 casos de este tipo, m¨¢s que en 2019 (256 casos) y un 137% m¨¢s que en 2018 (111 casos). Por si estos ataques no fueran suficientes, las zonas destinadas a los ind¨ªgenas aislados tambi¨¦n corren el riesgo de perder la protecci¨®n de la Fundaci¨®n Nacional del Ind¨ªgena, controlada ahora por el Gobierno de Bolsonaro, y caer en manos de invasores.

Igualdad de g¨¦nero y empoderamiento femenino

Cuando se trata de la igualdad de g¨¦nero, el Gobierno brasile?o est¨¢ lejos de servir de ejemplo. El propio Bolsonaro, cuando todav¨ªa era diputado federal, afirm¨® que no violar¨ªa a una diputada porque era ¡°muy fea¡±. Como presidente vet¨® una ley que preve¨ªa la distribuci¨®n gratuita de compresas a 5,6 millones de brasile?as vulnerables y manifest¨® que vetar¨ªa un proyecto de ley que prev¨¦ la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Su argumento fue que, si no lo hac¨ªa, los empresarios dejar¨ªan de contratar a mujeres.

El pasado 8 de marzo, D¨ªa Internacional de la Mujer, Brasil se neg¨® a firmar un compromiso mundial en defensa de la salud de las mujeres porque en el texto hab¨ªa referencias a la ¡°salud sexual reproductiva¡±. Solo los pa¨ªses con Gobiernos conservadores de derecha o extrema derecha se abstuvieron de firmar el documento, como Polonia, Hungr¨ªa y Arabia Saud¨ª. Aun as¨ª, Bolsonaro firm¨® la declaraci¨®n del G20, en la que se compromete ¡°con la igualdad de g¨¦nero¡±. ¡°Subrayamos el papel central del empoderamiento y el liderazgo de las mujeres y las ni?as a todos los niveles para un desarrollo inclusivo y sostenible¡±, destaca el documento.

Educaci¨®n

Los l¨ªderes del G20 coinciden en que la educaci¨®n es una ¡°herramienta fundamental para la recuperaci¨®n econ¨®mica inclusiva y sostenible¡±. Se han comprometido a ¡°garantizar el acceso a una educaci¨®n de calidad para todos, con especial atenci¨®n a las mujeres, las ni?as y los alumnos vulnerables¡±. ¡°Incrementaremos nuestros esfuerzos para que los sistemas educativos sean inclusivos, adaptables y resilientes, y mejoraremos la coordinaci¨®n entre la educaci¨®n, el empleo y las pol¨ªticas sociales para mejorar la transici¨®n de la educaci¨®n al empleo de calidad, tambi¨¦n a trav¨¦s de la educaci¨®n continua¡±.

El Brasil de Bolsonaro, en la pr¨¢ctica, tiene un ministro de Educaci¨®n, Milton Ribeiro, que declar¨® que los alumnos con alguna discapacidad intelectual ¡°entorpecen¡± el progreso de los dem¨¢s compa?eros, aunque luego se disculp¨®. Ribeiro es el cuarto ministro del accidentado Ministerio de Educaci¨®n de Bolsonaro. Adem¨¢s, el 25% de las escuelas p¨²blicas brasile?as no tienen acceso a internet y su situaci¨®n no cambi¨® durante la pandemia de covid-19, cuando los estudiantes se vieron obligados a hacer clases en l¨ªnea. El Gobierno de Bolsonaro incluso vet¨® una ley que garantizaba la provisi¨®n de internet a los estudiantes pobres. El Congreso anul¨® el veto, pero el Ejecutivo apel¨® ante la Justicia para evitar invertir los 622,5 millones de d¨®lares que preve¨ªa la ley, ya que desequilibrar¨ªan el presupuesto anual.

Anticorrupci¨®n

Los l¨ªderes del G-20 se han comprometido a mantener la tolerancia cero con la corrupci¨®n y a fortalecer la relaci¨®n con la sociedad civil para prevenir este tipo de delitos. ¡°Reforzaremos todav¨ªa m¨¢s nuestro compromiso con otras partes interesadas, como el mundo acad¨¦mico, la sociedad civil, los medios de comunicaci¨®n y el sector privado, y seguiremos promoviendo su importante papel y su participaci¨®n activa en este ¨¢mbito¡±, afirma el comunicado.

Que Bolsonaro se acerque al mundo acad¨¦mico y a la prensa es algo dif¨ªcil de esperar. Su Gobierno dice que la prensa lo persigue y suele instar a sus partidarios a que critiquen los medios de comunicaci¨®n. El presidente solo concede entrevistas a peque?as emisoras de radio del interior del pa¨ªs o a las empresas amigas. Cuando se le pregunta sobre temas espinosos, suele dar por terminadas las ruedas de prensa o agredir verbalmente al periodista que le hace la pregunta. Durante su viaje a Roma, los reporteros que lo segu¨ªan denunciaron que los miembros de su equipo de seguridad los agredieron y Bolsonaro no hizo nada para impedirlo.

Tambi¨¦n es casi generalizada la opini¨®n de que el presidente ha logrado minar varios mecanismos de lucha contra la corrupci¨®n e incluso protegerse ante futuras investigaciones. En 2020 admiti¨® que intent¨® interferir en el trabajo de la Polic¨ªa Federal ¡ªlo cual deriv¨® en la dimisi¨®n del exjuez Sergio Moro como ministro de Justicia¡ª e intent¨® nombrar a un amigo de su familia para el cargo de director general de la Polic¨ªa Federal. Adem¨¢s, pr¨¢cticamente toda su familia est¨¢ implicada en un esc¨¢ndalo de contrataci¨®n de empleados fantasma para desviar dinero p¨²blico, pr¨¢ctica conocida popularmente como rachadinha.

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