El peronismo pierde fuelle en el norte pobre de Argentina
La derrota que los sondeos auguran al oficialismo en las provincias m¨¢s rezagadas es evidencia del agotamiento del modelo de asistencia estatal a los m¨¢s vulnerables
El color amarillo, que identifica a la coalici¨®n opositora Juntos por el Cambio, del expresidente Mauricio Macri, ti?¨® hace dos meses el norte argentino. Fue la evidencia de que el peronismo pierde poder en las provincia m¨¢s pobres del pa¨ªs, donde alguna vez fue imbatible. Los resultados de las elecciones primarias de septiembre, cuando el pa¨ªs sudamericano eligi¨® candidatos a diputados y senadores nacionales para las elecciones de este domingo, so...
El color amarillo, que identifica a la coalici¨®n opositora Juntos por el Cambio, del expresidente Mauricio Macri, ti?¨® hace dos meses el norte argentino. Fue la evidencia de que el peronismo pierde poder en las provincia m¨¢s pobres del pa¨ªs, donde alguna vez fue imbatible. Los resultados de las elecciones primarias de septiembre, cuando el pa¨ªs sudamericano eligi¨® candidatos a diputados y senadores nacionales para las elecciones de este domingo, sorprendieron al oficialismo. Y pusieron muy alta la vara del desaf¨ªo que enfrenta si no quiere perder el control del Congreso. Perdidos los bastiones del norte, el resto del pa¨ªs se torna a¨²n m¨¢s hostil en las urnas.
La derrota m¨¢s llamativa se registr¨® en Chaco, tanto por los n¨²meros como por su peso simb¨®lico. En esta provincia, que alguna vez se llam¨® Presidente Per¨®n y lleva 15 a?os bajo el control kirchnerista, se esperaba una elecci¨®n pareja, pero la oposici¨®n gan¨® las primarias por casi 10 puntos (44% a 35%). Si este domingo se repitiese el resultado, ser¨ªa la primera gran derrota personal de Jorge Capitanich, uno de los gobernadores m¨¢s cercanos a la vicepresidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.
Chaco es una provincia pobre. Resistencia, la capital provincial, y su extrarradio tienen el r¨¦cord nacional de indigencia, con el 16,9%, y el segundo de pobreza, con 51,9%, casi 12 puntos m¨¢s que el promedio difundido para todo el pa¨ªs por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (Indec). El hambre no es novedad en el norte argentino. Al contrario: la pobreza cr¨®nica se asoci¨® siempre a su identidad, y ¨¦sta al peronismo. El consultor Alejandro Pegoraro, director de Politikon Chaco, vincula la derrota en las primarias y la ca¨ªda en los sondeos actuales a la falta de apoyo de los empleados p¨²blicos, sector donde el Gobierno se sent¨ªa m¨¢s fuerte. Tambi¨¦n al ¡°hartazgo social de la clase media, que se siente abandonada¡±, se?ala.
¡°El oficialismo provincial tom¨® como bandera de campa?a todas las ayudas nacionales de la pandemia¡±, dice Pegoraro, ¡°pero el votante al que deben convencer no las ve como un logro de gesti¨®n, sino como una compensaci¨®n que ni siquiera es local. A la vez, las medidas econ¨®micas provinciales no llegan a la clase media. Son becas y programas de asistencia para familias muy vulnerables. En cambio, a los comerciantes, due?os de pymes o emprendedores, muy afectados por la pandemia y la inflaci¨®n, no les lleg¨® nada¡±, explica.
Capitanich respondi¨® al golpe en las primarias de septiembre con una receta cl¨¢sica: medidas econ¨®micas para los estatales (incrementos salariales, bonos y ascensos prometidos), descuentos para fomentar el consumo y un raid de inauguraciones de obras p¨²blicas postergadas (pavimento, cloacas, viviendas). Tambi¨¦n redobl¨® su protagonismo: ¡°Si antes hab¨ªa dejado libertad de acci¨®n a los candidatos, en esta parte de la campa?a acapar¨® la agenda p¨²blica¡±, dice Pegoraro. Aunque las proyecciones dan que este domingo Capitanich podr¨ªa acortar un poco la distancia con la oposici¨®n, nadie espera un milagro.
En la vecina provincia de Formosa, fronteriza con Paraguay, gobierna desde 1995 otro baluarte del peronismo: Gildo Insfr¨¢n. En las primarias, la lista de Insfr¨¢n obtuvo m¨¢s del 48% de los votos, un resultado c¨®modo pero m¨¢s bajo que el habitual. Y ahora las dos principales listas opositoras (nutridas por radicales y peronistas disidentes) est¨¢n juntas e inquietan al oficialismo. La sola posibilidad de un empate t¨¦cnico ser¨ªa catastr¨®fica para un liderazgo como el de Insfr¨¢n. ¡°La oposici¨®n no hizo demasiado en Formosa, pero s¨ª termin¨® uni¨¦ndose y logr¨® pinchar al Gobierno con sus fracasos, aprovechar el mal humor social y empoderarse¡±, resume Pegoraro. Durante el confinamiento por la covid-19, pol¨ªticos opositores denunciaron como violaciones a los derechos humanos la pol¨ªtica de aislamiento y el cierre de fronteras impuestos por el caudillo.
En otras provincias del norte se esperan escenarios similares. En Corrientes, una de las ocho provincias donde el domingo se eligen senadores, el kirchnerismo perdi¨® por mucho (34% a 58%) y la diferencia podr¨ªa crecer. Corrientes lleva 20 a?os de liderazgo de la Uni¨®n C¨ªvica Radical, partido centenario que hasta la irrupci¨®n del macrismo fue siempre el principal contrapeso del peronismo. Benjam¨ªn Gebhard, director de la consultora We, con estudios de opini¨®n en varias provincias, plantea que en Corrientes ¡°el discurso del kirchnerismo, sus modos, lenguaje y simbolismo no calan, pero los candidatos del kirchnerismo lo mantiene y por eso no ganan¡±.
Algo muy distinto ocurre m¨¢s al noroeste, en Salta, provincia con una fuerte base peronista de tipo conservador. En la campa?a se le ha cuestionado al principal candidato a diputado del kirchnerismo que escond¨ªa en sus afiches el sello de la coalici¨®n oficialista Frente de Todos. Gebhard explica: ¡°Sin negar al Gobierno, el candidato interpreta que su estrategia para irse al centro y ampliar su base electoral es esquivando la identidad kirchnerista. Al peronismo le va mejor all¨ª donde puede adaptar mejor su lenguaje¡±. El candidato gan¨® con lo justo (30% a 29%) y podr¨ªa ampliar la ventaja el domingo.
¡°Se advierte el cansancio hacia la idea del peronismo como un ¡®padre benefactor¡±, contin¨²a Gebhard, ¡°del plan social a cambio del voto. Esto es muy fuerte en Salta: las campa?as hablaban de PYMES, de emprendedores. Pareciera que la sociedad se puso exigente con eso y dice ¡®quiero m¨¢s que eso¡¯. Y el peronismo no encuentra c¨®mo representar ese ¡®quiero m¨¢s¡±.
El agotamiento simb¨®lico de la ayuda social como garant¨ªa del voto surge en la mayor¨ªa de los an¨¢lisis. El soci¨®logo Pablo Rom¨¢, director de la consultora Circuitos, se?ala: ¡°La crisis del peronismo en las provincias m¨¢s pobres tiene que ver con que la pol¨ªtica asistencial llega a un l¨ªmite. El peronismo est¨¢ acostumbrado a usar m¨¦todos clientelares y Juntos por el Cambio logr¨® oponer esa l¨®gica a la meritocracia y convertirla en un tema nacional¡±. En Jujuy, fronteriza con Bolivia, el peronismo no logra recuperar el poder que tuvo desde el retorno de la democracia, en 1983, y que perdi¨® en 2015, cuando gan¨® el radical Gerardo Morales, un aliado de Mauricio Macri que hoy va por su segundo mandato como gobernador. ¡°El peronismo atraviesa una crisis¡±, dice Gebhard, ¡°la unidad es necesaria, pero no es suficiente para ganar. Y si en cada ¨¦poca la sociedad tuvo un peronismo que la representara, ahora no. Hoy el peronismo no logra sintetizar y definir qu¨¦ es¡±.
Los problemas de identidad se trasladaron incluso al Gabinete nacional, con la llegada como jefe de Ministros de Fern¨¢ndez del gobernador de Tucum¨¢n, Juan Manzur. Peronista de derecha, ultracat¨®lico y al frente de una provincia que declar¨® ¡°provida¡±, Manzur baj¨® desde el norte argentino como el representante de los gobernadores en la Casa Rosada. A m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de Buenos Aires, en sociedades con idiosincrasias muy distintas y diversas, con imaginarios peronistas conservadores, m¨¢s ligados a las tradiciones, al campo y a la religi¨®n, el repertorio progresista del kirchnerismo choca contra un muro.
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