Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara: ¡°No hacemos Argentina rica solo con soja. Y menos con soja que contamina y enferma¡±
La novelista argentina subraya que ¡°los derechos no se consiguen de una vez o para siempre¡±, por lo que es necesario organizarse y salir a la calle a pelear por ellos
La escritora argentina Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara (San Isidro, 1968) da voz en sus novelas a personajes hist¨®ricamente silenciados, ya sea por su condici¨®n social, su g¨¦nero o su orientaci¨®n sexual. La finalista del Booker Internacional con Las aventuras de la China Iron reflexiona en esta entrevista con EL PA?S sobre los cambios vividos en el pa¨ªs sudamericano, donde la pobreza ha ido en aumento en vez de retr...
La escritora argentina Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara (San Isidro, 1968) da voz en sus novelas a personajes hist¨®ricamente silenciados, ya sea por su condici¨®n social, su g¨¦nero o su orientaci¨®n sexual. La finalista del Booker Internacional con Las aventuras de la China Iron reflexiona en esta entrevista con EL PA?S sobre los cambios vividos en el pa¨ªs sudamericano, donde la pobreza ha ido en aumento en vez de retroceder y los Gobiernos hacen o¨ªdos sordos a reivindicaciones medioambientales cada vez m¨¢s urgentes. Cabez¨®n C¨¢mara opina que las nuevas generaciones ya no creen en ¡®el sue?o argentino¡¯: ¡°No pod¨¦s esperar ser m¨¢s pr¨®spero que tus padres, no veo en base a qu¨¦ lo esperar¨ªas¡±.
Pregunta. ?C¨®mo ve a esta Argentina que el domingo va a las urnas?
Respuesta. Triste. Veo un pa¨ªs triste, con un nivel de pobreza espeluznante y con las clases medias yendo para atr¨¢s. El panorama es oscuro y no me parece que dependa estrictamente de los partidos gobernantes. Con esa deuda externa tan enorme que dej¨® el Gobierno anterior no s¨¦ qu¨¦ posibilidad de autonom¨ªa hay para actuar.
P. ?El Gobierno no puede hacer nada para mejorar la situaci¨®n?
R. Creo que el Gobierno puede hacer cosas, pero especialmente tenemos que movernos nosotros.
P. Argentina es un pa¨ªs con una enorme tradici¨®n de movilizaciones callejeras. ?Por qu¨¦ ahora hay pocas?
R. Hubo una pandemia y reci¨¦n ahora estamos saliendo. No se pod¨ªa salir mucho a la calle sin correr riesgo ni ser poco solidario con los dem¨¢s. Te pod¨ªas morir t¨² y pod¨ªas matar a otros. Reci¨¦n ahora se puede volver a las calles.
P. ?Qu¨¦ huellas dej¨® la pandemia en la sociedad argentina?
R. No lo s¨¦, lo vamos a saber en los pr¨®ximos meses. Hubo un corte en las posibilidades de reunirse y de hacer pol¨ªtica cuerpo a cuerpo. Se hicieron acciones online pero no es lo mismo.
P. Antes de la pandemia, movimientos como el feminismo se movilizaron de forma masiva y obtuvieron grandes conquistas, como la ley del aborto. ?C¨®mo impactan esos avances en la cultura?
R. Se sienten en la cultura, s¨ª, pero a la vez hay tambi¨¦n un avance de la ultraderecha que nos tiene como enemigos. Todos los movimientos pol¨ªticos, pero especialmente los de la ultraderecha, necesitan un enemigo para aglutinar la tropa y han definido que el demonio somos las mujeres y las diversidades. Hay un enfrentamiento que es global y es de importancia para todos
P. ?Qu¨¦ piensa del auge de la ultraderecha en Argentina?
R. Un poco de preocupaci¨®n da, pero hay que tener claro que los derechos no se consiguen de una vez o para siempre, ni los de g¨¦nero ni laborales, ni ninguno. Siempre hay que estar organizados, organizadas, organizades, porque son territorios en disputa.
P. Es una de las escritoras m¨¢s comprometidas con la defensa del medio ambiente en Argentina. ?Qu¨¦ eco tienen estas peticiones en la pol¨ªtica y la sociedad del pa¨ªs?
R. Muy poco eco en la pol¨ªtica, excepto en la izquierda. El resto del arco pol¨ªtico no se entera y no se puede pensar esto separado de los dem¨¢s fen¨®menos, tanto de la pobreza, como de la violencia de g¨¦nero, viene todo junto.
P. ?Por qu¨¦?
R. Una econom¨ªa que es b¨¢sica y principalmente extractivista es una econom¨ªa violenta porque est¨¢ determinando zonas y pueblos de sacrificio. Si decido que voy a poner una mina aqu¨ª que saca oro a cielo abierto y contamina los r¨ªos con cianuro estoy determinando que toda esta gente, todo este territorio es intercambiable por unas divisas que adem¨¢s son pocas y por unos pocos empleos. En Anred sali¨® la noticia de que en dos pueblos del norte de Chaco 700 personas fueron a parar a los hospitales porque les fumigaron en la cabeza. Y eso es lo que se ve, la contaminaci¨®n m¨¢s zarpada que es la fumigaci¨®n a¨¦rea, pero tambi¨¦n est¨¢ la que no se ve, como la contaminaci¨®n de los r¨ªos. Todo el extractivismo se basa en el robo de lo com¨²n. ?Qu¨¦ es lo que todas las industrias extractivistas usan? Agua. Nos sacan el agua a todos y se lo dan a esta gente para que la use y vierta ah¨ª sus venenos. Donde vivo, a las afueras de La Plata, el agua es agua de pozo y el acu¨ªfero est¨¢ contaminado con los venenos de la agroindustria y de efluvios cloacales mal tratados. La gente que vive en mi pueblo en su mayor¨ªa tiene trabajo pero con pagas miserables y no puede comprarse agua mineral.
P. ?No hay diferencias de pol¨ªticas entre los distintos Gobiernos? ?Son todos c¨®mplices de la destrucci¨®n medioambiental?
R. S¨ª. Creen que el extractivismo es el ¨²nico camino para generar riqueza, pero no se puede pensar lo ambientalista separado de lo social. No es casual que los pa¨ªses que est¨¢n sufriendo mayor contaminaci¨®n en la contemporaneidad sean los pa¨ªses pobres. En los pa¨ªses centrales vos no hac¨¦s lo mismo tan f¨¢cil. En J¨¢chal, la mina Veladero, ponele que a una generaci¨®n le dio una vida m¨¢s o menos buena, pero ?y a los que siguen? Ya no tienen agua potable, no tienen peces para pescar. Genera pobreza y pobreza. No hacemos Argentina rica solo con soja. Y menos con soja que contamina el agua, que te enferma, te mata, destroza el suelo. Ac¨¢ la diferencia entre un gobierno u otro es que cuando hay bonanza uno reparte un poco y el otro ni siquiera, pero todos los gobiernos de los ¨²ltimos 30 a?os entregaron lo com¨²n y eso no vuelve en beneficio de las mayor¨ªas porque si fuese as¨ª no tendr¨ªamos un 40% de pobreza, que debe ser a¨²n m¨¢s porque no se calcula el gasto de vivienda.
P. La gente mayor recuerda que en su infancia en Buenos Aires no se ve¨ªa pobreza.
R. Hab¨ªa pobres. Mi pap¨¢ era empleado de comercio y ella obrera textil, eran pobres pero se pudieron comprar un departamento en cuotas, yo ten¨ªa ropa todos los a?os, la atenci¨®n m¨¦dica y la escuela eran buenas. Antes no hab¨ªa gente durmiendo en la calle como ahora. Hab¨ªa dos personas a las que conoc¨ªamos, que ten¨ªan nombre, y estaban en la calle porque hab¨ªan tenido alg¨²n mambo y decid¨ªan dormir en la calle, no por ser ca¨ªdos del sistema. Si se mira la distribuci¨®n de la riqueza en el 74, antes de que muriera Per¨®n, era incomparablemente diferente, mucho menos desigual y a¨²n exist¨ªa el sue?o argentino.
P. ?El sue?o argentino?
R. Ser m¨¢s pr¨®spero que tus padres. Ahora no pod¨¦s esperar ser m¨¢s pr¨®spero que ellos, no veo en base a qu¨¦ lo esperar¨ªas. Pero la historia tampoco es lineal, puede haber un sacud¨®n. Nos tenemos que juntar, salir a la calle y hacer alianzas.
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