Joe Biden y Xi Jinping se citan este lunes para tratar de contener la escalada de tensi¨®n entre potencias
La presencia militar de China en Taiw¨¢n y su creciente arsenal nuclear inquietan en Washington
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el l¨ªder del r¨¦gimen chino, Xi Jinping, se re¨²nen este lunes de manera virtual para tratar de reconducir la relaci¨®n entre ambas potencias, que se encuentra en su peor momento desde el restablecimiento del contacto diplom¨¢tico formal, en 1979. El acuerdo en materia medioambiental alcanzado la semana pasada en Glasgow resulta una llamativa tregua en una escalada de tensi¨®n que no perdona apenas un solo frente: del econ¨®mico al militar,...
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el l¨ªder del r¨¦gimen chino, Xi Jinping, se re¨²nen este lunes de manera virtual para tratar de reconducir la relaci¨®n entre ambas potencias, que se encuentra en su peor momento desde el restablecimiento del contacto diplom¨¢tico formal, en 1979. El acuerdo en materia medioambiental alcanzado la semana pasada en Glasgow resulta una llamativa tregua en una escalada de tensi¨®n que no perdona apenas un solo frente: del econ¨®mico al militar, pasando por el tecnol¨®gico.
El encuentro, que ninguna de las partes ha querido definir como ¡°cumbre¡±, llega rodeado de bajas expectativas, intensos preparativos y pocos detalles. No se ha dado a conocer una agenda precisa, ni se esperan resultados muy concretos. Es posible que ambos presidentes busquen acuerdos en una serie de iniciativas desarrolladas por grupos de trabajo de los dos pa¨ªses para reducir fricciones. Pero dadas las tensiones y desencuentros entre los dos gobiernos, el que la cita tenga lugar ya representa en s¨ª un avance.
Una cosa est¨¢ clara: Taiw¨¢n, la isla autogobernada que Pek¨ªn considera parte de su territorio y uno de sus intereses fundamentales, ser¨¢ uno de los asuntos principales a tratar. Se trata de uno de los grandes puntos de fricci¨®n en las relaciones bilaterales, y la semana pasada la temperatura de la disputa se elev¨® un grado m¨¢s con la visita a la isla de una delegaci¨®n de congresistas estadounidenses. La situaci¨®n entre ambas orillas del estrecho de Formosa ya domin¨® la conversaci¨®n telef¨®nica preparatoria el s¨¢bado entre los jefes de las respectivas diplomacias, Antony Blinken y Wang Yi. Entonces, el estadounidense expres¨® a su hom¨®logo chino la preocupaci¨®n de su pa¨ªs por la ¡°continua presi¨®n militar, diplom¨¢tica y econ¨®mica sobre Taiw¨¢n¡± por parte de Pek¨ªn. El ministro de Exteriores chino advirti¨® a su vez a Washington contra el apoyo a la ¡°independencia¡± de la isla.
Horas antes de la reuni¨®n por v¨ªdeo, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino Zhao Lijian aseguraba que las relaciones entre las dos potencias se encuentran en un momento cr¨ªtico. ¡°Esperamos que Estados Unidos pueda ser flexible con China, gestionar las diferencias y cuestiones delicadas y mantenerse en el camino del respeto mutuo y actitud pac¨ªfica¡±, declar¨® en la rueda de prensa diaria de su departamento.
Biden hubiera preferido que se celebrara de la manera tradicional: cara a cara, quiz¨¢ aprovechando las recientes reuniones del G-20 en Roma o la COP26 en Glasgow. Pero Xi no se desplaza al extranjero desde hace casi dos a?os, como precauci¨®n ante la pandemia de covid. Ambos l¨ªderes acuden al encuentro en situaciones muy distintas: el estadounidense, en descenso sostenido de su popularidad debido a sus problemas internos y pese al apoyo a su plan de infraestructuras. El chino, reci¨¦n consagrado por su Partido Comunista como una figura hist¨®rica, algo que le allana el camino para ser nombrado el a?o pr¨®ximo para un tercer mandato sin precedentes en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas.
La deriva autoritaria del gigante asi¨¢tico, la competencia econ¨®mica desleal y el incremento del arsenal nuclear preocupan cada vez m¨¢s en Washington. Pek¨ªn, por otra parte, no ha encontrado en el nuevo inquilino de la Casa Blanca a alguien m¨¢s af¨ªn que su predecesor, el republicano Donald Trump. El dem¨®crata, que en el pasado se ha referido a Xi como un ¡°mat¨®n¡±, carg¨® las tintas el pasado octubre al declararse dispuesto a defender Taiw¨¢n en caso de ataque. La Casa Blanca tuvo que rectificar despu¨¦s y recalcar que no hab¨ªa ning¨²n cambio de pol¨ªtica hacia la isla.
El episodio reflej¨®, con todo, el clima de recelos renovados. El r¨¦gimen asi¨¢tico ha redoblado la presencia militar en la zona y disparado las alarmas por el refuerzo de su armamento nuclear. La semana pasada, en la cumbre del Foro de Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico (APEC), en la que tambi¨¦n particip¨® Biden, Xi advert¨ªa contra una vuelta a la ¡°confrontaci¨®n y divisi¨®n de la guerra fr¨ªa¡± en la regi¨®n.
El pasado octubre, el jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley, confirm¨® en una entrevista en Bloomberg Televisi¨®n que China hab¨ªa probado una avanzada arma hipers¨®nica. ¡°Es muy preocupante¡±, se?al¨®, y concedi¨® que se trataba de algo cercano a ¡°un momento Sputnik¡±, en referencia al inicio de la carrera espacial entre Estados Unidos y la antigua URSS, cuando Mosc¨² lanz¨® el primer sat¨¦lite artificial, en 1957. Un aire a Guerra Fr¨ªa envuelve esta nueva etapa de hostilidad, que enfrenta una vez m¨¢s a una democracia con un r¨¦gimen autoritario, aunque esta vez el adversario de los norteamericanos exhibe un poder¨ªo econ¨®mico al que jam¨¢s se acerc¨® el sovi¨¦tico.
En su primer discurso como presidente de Estados Unidos en la Asamblea de Naciones Unidas, el pasado septiembre, Biden subray¨® que no buscaba ese tipo de conflicto, pero tambi¨¦n recalc¨® que reaccionar¨ªa si Pek¨ªn mov¨ªa ficha. ¡°No estamos buscando una nueva guerra fr¨ªa, ni un mundo dividido en bloques r¨ªgidos, pero EE UU se opondr¨¢ a cualquier intento por parte de pa¨ªses poderosos de dominar a los que son m¨¢s d¨¦biles¡±, se?al¨® sin citar a China.
El encuentro entre los dos presidentes abordar¨¢ tambi¨¦n asuntos como el cambio clim¨¢tico ¡ªla principal ¨¢rea de colaboraci¨®n que perciben ambas capitales, rescatada por su acuerdo bilateral en Glasgow¡ª o la relaci¨®n comercial. Asimismo, es probable que se aborde la seguridad en Asia Pac¨ªfico tras la firma del acuerdo entre EE UU, Reino Unido y Australia conocido como Aukus. Especiamente, la situaci¨®n en el mar del Sur de China, del que Pek¨ªn reclama la soberan¨ªa sobre la mayor parte de esas aguas y donde un submarino nuclear estadounidense sufri¨® un accidente el mes pasado. ¡°Cualquier intento de trazar divisiones ideol¨®gicas o de formar circulitos con criterios geopol¨ªticos est¨¢ destinado al fracaso¡±, hab¨ªa declarado Xi en la cumbre de la APEC, en una aparente alusi¨®n a Aukus.
La reuni¨®n por v¨ªdeo ¡ªlunes por la tarde en Washington, ma?ana del martes en Pek¨ªn¡ª ser¨¢ la primera entre Biden y Xi desde la llegada del dem¨®crata a la Casa Blanca en enero. Hasta ahora han hablado dos veces por tel¨¦fono. En la primera, en febrero, el estadounidense critic¨® la represi¨®n sobre Hong Kong y los abusos a los uigures y otras minor¨ªas en la regi¨®n de Xinjiang.
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