Estados Unidos y la OTAN rechazan la reclamaci¨®n de Rusia de frenar la ampliaci¨®n de la Alianza
La respuesta occidental a las exigencias de Putin abre una nueva fase en la crisis de Ucrania
La crisis de seguridad en el este de Europa entra en una nueva fase tras el portazo de la OTAN y Estados Unidos a las exigencias de Vlad¨ªmir Putin para frenar la actividad militar de los aliados occidentales en el flanco oriental del Viejo Continente. El secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, Jens Stoltenberg, ha anunciado este mi¨¦rcoles en rueda de prensa que ha transmitido por escrito a Mosc¨² la negativa a suscribir un acuerdo internacional con Ru...
La crisis de seguridad en el este de Europa entra en una nueva fase tras el portazo de la OTAN y Estados Unidos a las exigencias de Vlad¨ªmir Putin para frenar la actividad militar de los aliados occidentales en el flanco oriental del Viejo Continente. El secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, Jens Stoltenberg, ha anunciado este mi¨¦rcoles en rueda de prensa que ha transmitido por escrito a Mosc¨² la negativa a suscribir un acuerdo internacional con Rusia que limitar¨ªa la expansi¨®n y la capacidad de actuaci¨®n de la OTAN. ¡°Afrontamos un momento clave para la seguridad en Europa¡±, ha afirmado Stoltenberg con tono solemne. El secretario general de la Alianza ha recordado que ¡°hay m¨¢s de 130.000 efectivos rusos junto a la frontera de Ucrania y est¨¢n llegando m¨¢s tropas¡±. Y ha a?adido que tambi¨¦n hay despliegues de fuerzas rusas en Bielorrusia, el pa¨ªs dominado por Alexandr Lukashenko, cuya suerte depende de Putin desde las revueltas contra su dictadura en 2020.
En un mensaje similar y divulgado apenas unos minutos antes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tambi¨¦n ha comunicado en Washington que su Gobierno ha trasladado al Kremlin la respuesta que reclamaba por escrito, que va en el mismo sentido que la de los aliados. Aunque no ha querido precisar el contenido del documento, ha pronunciado unas palabras clave: ¡°La puerta de la OTAN sigue abierta¡±, en referencia a la posible entrada de nuevos miembros.
El rechazo de las demandas de Putin abre la inc¨®gnita sobre la reacci¨®n del Kremlin, con los analistas divididos sobre la inminencia de un ataque armado fulgurante contra Ucrania, una negociaci¨®n de incierto recorrido o un conflicto latente que podr¨ªa desangrar al pa¨ªs agredido durante a?os.
Mosc¨² reclama garant¨ªas de que la OTAN no se expandir¨¢ hacia sus fronteras, no incorporar¨¢ a Ucrania y Georgia y, adem¨¢s, paralizar¨¢ toda actividad militar en Europa del Este, Asia Central y el C¨¢ucaso. La Alianza Atl¨¢ntica no tiene bases en Europa del Este, pero s¨ª despliega batallones plurinacionales en rotaciones en Polonia y los pa¨ªses b¨¢lticos.
Stoltenberg ha subrayado que ¡°cada pa¨ªs es libre de elegir su camino¡±. Y ha exigido que Rusia no ejerza ning¨²n tipo de coerci¨®n sobre los Estados que aspiren a ingresar en la OTAN y que retire las tropas desplegadas en Ucrania, Georgia y Moldavia sin permiso de los gobiernos de esos pa¨ªses.
Blinken s¨ª ha abierto la puerta, no obstante, a alg¨²n tipo de negociaci¨®n. De forma muy cr¨ªptica, ha se?alado que el documento identifica ¨¢reas ¡°de reciprocidad¡± en las que las partes pueden avanzar en la seguridad com¨²n. A principios de a?o, la Administraci¨®n de Joe Biden ya envi¨® se?ales de que estaba dispuesta a negociar con el Kremlin asuntos como el despliegue de misiles y el alcance de las maniobras militares si afloja la presi¨®n sobre Ucrania.
Washington no har¨¢ p¨²blico el documento de respuesta, entregado este mi¨¦rcoles en Mosc¨² por su embajador, John Sullivan. Aun as¨ª, el secretario de Estado ha recalcado que la respuesta incluye muchas de las ideas que se han estado repitiendo todas estas semanas. Eso significa, por una parte, que las aspiraciones de Putin de contener la OTAN no se ver¨¢n satisfechas y, por otra, que Estados Unidos y los aliados a¨²n apuestan por la v¨ªa diplom¨¢tica para frenar la escalada de tensi¨®n. ¡°Preferimos la diplomacia y estamos preparados para avanzar donde hay posibilidades de comunicaci¨®n¡±, se?al¨® Blinken. Aun as¨ª, el temor a que Rusia invada Ucrania no deja de aumentar, con alrededor de 100.000 soldados rusos apostados en la frontera de la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica. Blinken insisti¨® este mi¨¦rcoles en que los ciudadanos estadounidenses deber¨ªan abandonar ese pa¨ªs cuanto antes.
La respuesta de la OTAN a las exigencias de Mosc¨² tambi¨¦n ofrece ciertas ¨¢reas para la negociaci¨®n, sobre todo, en lo relativo al control mutuo de armas, el intercambio fluido de informaci¨®n sobre maniobras militares para evitar incidentes o el establecimiento de una suerte de ¡°tel¨¦fono rojo¡± como l¨ªnea de emergencia en los casos de m¨¢ximo riesgo. Pero ninguna de esas ofertas colma las demandas cursadas por Putin bajo amenaza de recurrir a la fuerza para conseguir sus objetivos si la OTAN y Estados Unidos no las aceptaban.
Rusia public¨® el pasado 17 de diciembre un proyecto de tratado internacional ¡°sobre las medidas para garantizar la seguridad de la Federaci¨®n rusa y de los Estados miembros de la OTAN¡±. El texto, de nueve art¨ªculos, proclama que los firmantes confirman que ¡°no se consideran entre s¨ª como adversarios¡±.
Y para apuntalar esa convivencia pac¨ªfica, los aliados occidentales se comprometer¨ªan con la firma del tratado ¡°a evitar cualquier nueva ampliaci¨®n de la OTAN, incluida la adhesi¨®n de Ucrania u otros Estados¡±; a no desplegar tropas ni armamento, sin previo consentimiento de Mosc¨², en los pa¨ªses que ingresaron en la Alianza despu¨¦s de 1997, y a no realizar maniobras militares en territorio de Ucrania y de otros pa¨ªses de Europa del este, del C¨¢ucaso sur y de Asia Central.
Fuentes aliadas mostraron desde el primer momento su estupor ante unas propuestas que calificaron como ¡°inadmisibles¡±. Y durante semanas, la Alianza se resisti¨® a responder oficialmente a unas propuestas que sonaban en Bruselas a provocaci¨®n o a mera excusa para justificar una futura agresi¨®n militar contra Ucrania.
Tanto Estados Unidos como la OTAN han decidido finalmente responder por escrito, como v¨ªa para mantener la b¨²squeda de una salida negociada a la mayor crisis de seguridad en Europa desde el final de la Guerra Fr¨ªa. Stoltenberg ha se?alado la necesidad de buscar una soluci¨®n ¡°por la v¨ªa diplom¨¢tica, no recurriendo a la fuerza o a la amenaza de utilizar la fuerza¡±. Y ha exigido a Rusia que d¨¦ pasos ¡°para desescalar la situaci¨®n¡±.
Stoltenberg ha subrayado que la OTAN ¡°es una alianza defensiva¡±. ¡°No buscamos confrontaci¨®n¡±, ha afirmado. Pero ha advertido que el art¨ªculo 5 de la organizaci¨®n prev¨¦ la defensa colectiva para garantizar la seguridad de cualquier aliado que sea atacado. Ese art¨ªculo no cubre a Ucrania, que no forma parte de la Alianza, pero s¨ª a los aliados que se sienten amenazados por Rusia o Bielorrusia, como es el caso de Lituania o Polonia.
Respuesta de Rusia
La respuesta rusa podr¨ªa tomar su tiempo, aunque poco despu¨¦s de las comparecencias en Bruselas y Washington se produjo una primera reacci¨®n desde Mosc¨². ¡°La leeremos. La estudiaremos. Nuestros socios han analizado nuestro borrador durante mes y medio¡±, dijo a Interfax el viceministro de Exteriores ruso, Alexandr Grushk¨®, informa Javier G. Cuesta. Antes, el vicepresidente del comit¨¦ de Exteriores de la Duma, Alex¨¦i Chepa, subray¨® que Mosc¨² ¡°ya tiene un plan y actuar¨¢ en consonancia¡±. ¡°Pienso que ser¨¢ bastante meditado, firme y resolutivo¡±, agreg¨® el pol¨ªtico.
Y en la C¨¢mara alta, el primer vicepresidente del Comit¨¦ de Asuntos Exteriores, Vlad¨ªmir Dzhab¨¢rov, se mostr¨® desafiante con Occidente: ¡°Asumimos que la respuesta ser¨ªa algo as¨ª, pero ten¨ªamos que hacerlo para que ma?ana no se nos acuse de que nosotros evitamos cualquier acuerdo de paz. Ahora nuestras manos est¨¢n libres y podemos actuar como queramos¡±.
Dzhab¨¢rov, que apunt¨® a que el Kremlin podr¨ªa abordar la respuesta estadounidense con sus aliados, entre ellos ¡°China, India, Cuba y Venezuela¡±, se mostr¨® decepcionado con la contestaci¨®n de Estados Unidos. ¡°Hablamos espec¨ªficamente de l¨ªneas rojas y del fin de la expansi¨®n de la OTAN. Si no quieren esto, ampliaremos nuestras posiciones. No estoy hablando de posiciones territoriales, pero pueden ser de cualquier tipo¡±, agreg¨® antes de se?alar que los informes militares est¨¢n sobre la mesa de Putin.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.