V¨ªdeo | La frontera para escapar y para entrar en la guerra
Centenares de personas huyen de Ucrania por la frontera polaca, mientras otros llegan desde pa¨ªses vecinos para apoyar la lucha contra el ej¨¦rcito ruso
Largas colas a los dos lados de la frontera en Medyka. A un lado, mujeres y ni?os que quieren salir de Ucrania para escapar de la guerra. En el otro, familiares que han ido hasta all¨ª a recogerlos desde todos los puntos de Europa. Una de las que familias que acaba de llegar es la de Tatiana: ¡°Para llegar a la frontera, camin¨¦ con mis hijos 30 kil¨®metros. El m¨¢s peque?o tiene siete a?os. Anduvimos durante toda la noche. Fue muy muy duro cruzar la frontera. Hab¨ªa mucha gente, hab¨ªa gente que caminaba por encima de nosotros y todo el mundo estaba estresado y asustado¡±.
La historia de Tatiana es una de las que se relatan en este v¨ªdeo y que reflejan la desesperaci¨®n y la incertidumbre de cientos de personas abandonan Ucrania. En Medyka tambi¨¦n hay cientos de personas solidarias que reparten ropa de abrigo, tarjetas SIM, agua, caf¨¦ o sopa caliente. Otros, hasta ofrecen su propia casa. En la carretera se pueden ver anuncios como este: ¡°Puedo llevarlos a Dinamarca, Alemania o Polonia, lo que sea. Tengo tres plazas en mi coche y me gustar¨ªa recoger a una mujer con hijos, por ejemplo¡±.
Hasta ahora Polonia era uno de los pa¨ªses m¨¢s radicales en la defensa de una Europa con fronteras cerradas, pero todo ha cambiado cuando los refugiados han empezado a ser ucranios. El Gobierno ha retirado incluso la obligaci¨®n de mostrar pasaporte y ha abierto completamente la frontera. Espera recibir entre uno y cuatro millones de refugiados. A Tatiana, igual que a la mayor¨ªa de gente aqu¨ª, le cuesta creer lo que est¨¢ pasando.
En el reportaje de v¨ªdeo de esta noticia se puede ver tambi¨¦n la escena inversa. Hombres que no huyen de la invasi¨®n, sino que se dirigen a la guerra, como Nikolai, que explica: ¡°En Estonia escuch¨¦ que la guerra empezaba, as¨ª que dej¨¦ mi trabajo y encontr¨¦ un conductor para que me trajese de vuelta a mi hogar. Mi mujer estaba en nuestra casa de Ucrania, me llam¨® muy nerviosa y llorando. No pod¨ªa seguir en Europa¡±.
Estos testimonios y otras voces est¨¢n incluidos en el reportaje de v¨ªdeo que acompa?a esta noticia.