Y Putin cogi¨® su fusil
Las amenazas del l¨ªder ruso contra Occidente revelan el estrecho margen de maniobra del que dispone para alzarse con una victoria militar antes de alcanzar el fat¨ªdico umbral nuclear
La amenaza proferida por el presidente Putin contra cualquier pa¨ªs tercero que pretenda interferir en su campa?a militar de invasi¨®n de Ucrania y, sobre todo, la orden impartida el pasado s¨¢bado a su ministro de Defensa, Shoig¨², y al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Ger¨¢simov, de poner en alerta de combate a sus fuerzas de disuasi¨®n nuclear, han disparado todas las alarmas en Occidente y tensionado sobremanera a l...
La amenaza proferida por el presidente Putin contra cualquier pa¨ªs tercero que pretenda interferir en su campa?a militar de invasi¨®n de Ucrania y, sobre todo, la orden impartida el pasado s¨¢bado a su ministro de Defensa, Shoig¨², y al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Ger¨¢simov, de poner en alerta de combate a sus fuerzas de disuasi¨®n nuclear, han disparado todas las alarmas en Occidente y tensionado sobremanera a la comunidad internacional. Antes que nada ha sorprendido la aparente desproporci¨®n existente entre la grav¨ªsima medida activada con respecto a la causa o pretexto aducido para su desencadenamiento. Putin dice reaccionar as¨ª a la ¡°adopci¨®n por pa¨ªses occidentales de acciones econ¨®micas il¨ªcitas¡± contra Rusia, as¨ª como a ¡°las declaraciones agresivas de l¨ªderes de importantes naciones de la OTAN¡±.
Pero esa desproporci¨®n tan evidente a ojos occidentales entre causa y efecto no es sino el reflejo de la ausencia de graduaci¨®n de posibles respuestas militares convencionales por parte de Rusia a la escalada b¨¦lica que provoc¨® Putin con su invasi¨®n de Ucrania hace unos d¨ªas. Y revela el estrecho margen de maniobra del que dispone para alzarse con la victoria militar antes de alcanzar el fat¨ªdico umbral nuclear. Y ese es, a mi juicio, el mayor problema estructural al que nos enfrentamos en estos momentos.
Desde la implosi¨®n de la URSS en 1991, las Fuerzas Armadas rusas, debido a los l¨ªmites presupuestarios derivados del declive de su PIB nacional en t¨¦rminos comparativos con Occidente, han ido perdiendo posiciones relativas frente a la suma conjunta de las capacidades convencionales de los aliados de la Alianza Atl¨¢ntica. Para compensar tal cesi¨®n de terreno convencional, Mosc¨² ha invertido en su arsenal nuclear, cuyo desarrollo y modernizaci¨®n es m¨¢s barato, as¨ª como en armas hipers¨®nicas de ¨²ltima generaci¨®n.
As¨ª las cosas, era f¨¢cilmente previsible que, involucrada en una conflagraci¨®n militar, Rusia dispondr¨ªa de un recorrido convencional relativamente corto para imponer su superioridad militar a un enemigo resistente antes de tener que recurrir a la disuasi¨®n del arma nuclear. Peor a¨²n, entre sus casi 6.000 misiles nucleares, Mosc¨² apenas si cuenta con armas t¨¢cticas o de corto alcance, siendo la mayor¨ªa de ellas estrat¨¦gicas de largo alcance e intercontinentales. Lo que implicar¨ªa que, dentro del espectro nuclear, Putin no contar¨ªa con la opci¨®n de utilizar armas nucleares t¨¢cticas de efectos limitados, precisos y quir¨²rgicos (como eliminar un batall¨®n o un regimiento enemigo). Si decidiera atravesar el umbral nuclear, pronto recurrir¨ªa a armas estrat¨¦gicas, provocando as¨ª una escalada imprevisible y probablemente un Armaged¨®n.
Y ahora ya podemos comprender algo mejor por qu¨¦ Putin est¨¢ escalando tan r¨¢pida e inopinadamente su lenguaje b¨¦lico y sus amenazas ante los reveses y contratiempos con que est¨¢ tropezando en su guerra. Har¨ªamos bien en Occidente en ayudarle a desescalar su ret¨®rica y sacarle del callej¨®n en que nos ha metido a todos.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.